La Junta inyecta 50 millones para garantizar el futuro de la factoría de Nissan en Ávila

«De todos va a depender que este acto de presentación de este plan sea un éxito colectivo». Con esta frase inició ayer su intervención el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, durante la presentación del plan de transformación de la planta de vehículos industriales de Nissan en Ávila, en otra de fabricación y distribución de piezas de recambio para la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi.

En ese discurso, Herrera expresó el «compromiso» de la Administración autonómica con este proyecto, pero no sólo de forma verbal, ya que concretó la aportación del Gobierno que preside en 50 millones de euros, una cantidad que supera con creces los otros 40 millones de euros que invertirá la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.

De esta manera, la Junta de Castilla y León es la que más contribuye económicamente a la salvación de esta factoría que hace más de un año veía con «gravísima preocupación» la posibilidad de su desaparición después de seis décadas involucrada de forma decisiva en la capital abulense, tal y como comentó Herrera, que llegó incluso a decir que estaba «abocada a la incertidumbre, cuando no a un cierre».

Ahora, un año después el proceso de transformación hará que esta apuesta se convierta en «un éxito colectivo» del que ‘responsabilizó’ a los trabajadores, a la compañía y a las diferentes administraciones, entre las que la Junta ha realizado un esfuerzo decisivo para la salvación de la principal industria de la provincia.

En su discurso, Juan Vicente Herrera, como el resto de los intervinientes, tuvo palabras de expreso agradecimiento al vicepresidente de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, José Vicente de los Mozos, que tomó hace algo más de un año las riendas de una situación más que complicada, para impedir la desaparición de una industria importantísima para los abulenses.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo autonómico subrayó la importancia de «tener personas que representen, defiendan y presenten los mejores argumentos» a una tierra como Ávila y Castilla y León, en referencia a la gran responsabilidad de De los Mozos, no sólo en la Alianza desde el punto de vista ejecutivo como vicepresidente de la misma, sino también en la salvación de la planta de Nissan en Ávila.

En este contexto, Herrera reconoció que ante el «miedo» a un futuro negro, todas las partes implicadas optaron por «un nuevo proyecto industrial» para Ávila, empleando un «método» que a Castilla y León le ha dado «muy buenos resultados», pensando en «el empleo actual y futuro, así como en los trabajadores», hacia los que también tuvo palabras de reconocimiento en la solución final.

Una solución que fue presentada ayer con la participación de Herrera y de De los Mozos que, antes de recibir a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, estuvieron departiendo larga y amistosamente, para después proceder a participar en la ceremonia tradicional japonesa del Daruma.

Consiste en que cada uno de los implicados pinta una parte de uno de los ojos del amuleto, con la intención de hacer la misma ceremonia cuando el proyecto se complete.

Junto al trabajador de más edad y el más joven, participaron el presidente de la Junta, el vicepresidente de la Alianza, el vicepresidente de las Operaciones Industriales de Nissan, Alan Jonhson, y el alcalde de la capital, José Luis Rivas.

Desde ese punto, el gran número de invitados y periodistas se trasladaron hasta el auditorio de la factoría para asistir a la presentación de un plan de transformación que inicialmente cuenta con una inversión de 90 millones de euros por parte de la Junta -50- y de la Alianza -40-.

Aunque la vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, mostró el «compromiso» del Gobierno de España con la industria del automóvil, no concretó la implicación del Ejecutivo en el proyecto de esta planta abulense con una plantilla de 478 trabajadores.

En el lugar en el que tuvo lugar la ceremonia del Daruma está previsto que en enero de 2019 se inicien las obras de construcción de la nueva nave de estampación, soldadura y pintura, que contará con una superficie de 23.000 metros cuadrados. Además, está previsto que se inicie la rampa de producción de estampación en el primer trimestre de 2020, antes de la apertura de la nueva actividad de la planta, después de que en septiembre del próximo ejercicio se deje de fabricar vehículos industriales.

Además de estas instalaciones, también está previsto construir otra planta de logística y distribución en el polígono industrial de Vicolozano, a unos 10 kilómetros al este de la ciudad, con unas dimensiones de 70.000 metros cuadrados.

Junto a estas infraestructuras, el presidente de la Junta comentó que la unidad de almacenamiento prevista en Vicolozano servirá para «el futuro parque de proveedores», del que no ofreció más detalles. Tampoco lo hizo en la rueda de prensa posterior José Vicente de los Mozos, que se limitó a decir que él se ocupa de todo lo que afecta a la Alianza y que esa infraestructura depende del Gobierno autonómico.

En este contexto, José Vicente de los Mozos precisó que las cifras facilitadas ayer son aún «provisionales», ya que habrá otro tipo de inversiones ligadas a la actividad o también a los programas de formación y cualificación que apoyará el Gobierno autonómico, con el objetivo de adaptar a los trabajadores a su nueva actividad industrial.

Respecto a la plantilla, el vicepresidente de la Alianza mostró su esperanza de que el compromiso dado a conocer respecto a la recuperación total de los 478 trabajadores de la plantilla actual se pueda adelantar al 2024, según se había anunciado previamente.

«Espero estar antes», señaló, para después precisar que su idea es «llegar al pleno empleo antes de 2024», en alusión a la recuperación de la plantilla actual, ya que con la reconversión definitiva de la planta a partir de 2020, la plantilla actual pasará de los 478 trabajadores a los 200 o 250.

Posteriormente, en los años siguientes se irá recuperando poco a poco la plantilla actual

Entre los invitados se encontraban la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, el viceconsejero de Empleo y Diálogo Social, Mariano Gredilla, el viceconsejero de Economía, Carlos Martín Tobalina, el presidente de la Diputación, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el obispo de la Diócesis, Jesús García Burillo, entre otros muchos.