Medina del Campo celebró ayer regreso del emperador Carlos V y de su corte a sus calles. Con motivo del aniversario de la llegada del que fuera rey de España y Alemania, la Compañía Cristóbal de Mondragón recreó un año más la su entrada a estas tierras vallisoletanas. Corría el año 1556 cuando entró al municipio, ya cansado y buscando su retiro espiritual. Allí pretendía saldar sus deudas y grandes recibimientos. Finalmente solo permanecería un día tras sentirse ofendido por las gratitudes de Rodrigo Dueñas, gran banquero del siglo XVI, al que expulsó de su propio palacio. A la mañana siguiente retomó el viaje para, después de veinticuatro etapas, completar su retiro definitivo en el Monasterio de Yuste.
La recreación histórica comenzó a las 12:30 horas con la entrada oficial del emperador a la Villa de Ferias, que culminó en la Plaza Mayor y atrayendo, como es habitual, a gran cantidad de público. A continuación, el balcón del Ayuntamiento fue testigo del saludo de Carlos I de España y V de Alemania y las autoridades al pueblo como muestra de agradecimiento. La visita culminó con la recreación del reencuentro con Rodrigo de Dueñas a las 13:30 horas en su palacio, donde se escenificó el momento donde se agasajó al emperador, quemando unos pagarés que debía al banquero en un brasero encendidos con canela de Ceilán.
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V llega a las calles de Medina del Campo
Carlos V agradece al pueblo desde el balcón del Ayuntamiento