La fiesta de doncellas busca ser de Interés Turístico Regional

Como cada seis de agosto, la corporación municipal de Simancas paseó de casa en casa de las siete nuevas doncellas de este año para celebrar el requerimiento, pidiendo a sus padres contar con ellas para la fiesta de El Salvador de ayer y para las de la Virgen de El Arrabal el próximo 8 de septiembre.

Una tradición que el nuevo alcalde, Alberto Plaza, aprovechó para anunciar su disposición a solicitar a la Junta de Castilla y León la declaración de esta fiesta como de Interés Turístico Regional. «Cumple los condicionantes de la Ley de Turismo, tener más de 20 años, una fecha fija y ser un acontecimiento singular, propio, único de este municipio», explicó el regidor, que a partir de ahora empezará a trabajar en el expediente para formalizar la petición. Si la administración le concede la distinción se sumará a la lista de fiestas como Pingüinos, los encierros de Olmedo, las fiestas de Peñafiel, el Toro de la Vega y la Semana Santa de Tordesillas, las fiestas de la vendimia de Cigales y Rueda, el belén viviente de Cabezón, la vaca enmaromada de Palazuelo de Vedija y la Virgen de los Pegotes de Nava del Rey.

La celebración rememora la Batalla de Simancas del siglo X en el que las tropas cristianas derrotaron a las musulmanas de Abderramán III y el rey Ramiro I de León prometió no volver a usar a las jóvenes mujeres simanquinas como moneda de cambio a los enemigos. La leyenda cuenta que las siete doncellas, vestidas con los colores del arco iris, se cortaron las manos para no ser entregadas, hecho del que procede el nombre de la localidad.

Las doncellas del año 2015, tras ser requeridas acompañaron a la comitiva municipal a la misa de El Salvador y recibieron después la imposición de las bandas y el nombramiento hasta el próximo mes de julio.

El día grande de la Semana Cultural continuó con un concurso de cortes. Esta noche llegan los toros y la discomovida.