GASTRONOMÍA
Colas y horas de espera para conseguir una reserva en un restaurante de Valladolid
Martín Quiroga ofrece las reservas para 2026 con varios clientes aprovechando para elegir diferentes fechas, lo que despierta las quejas de algunas personas en redes

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa.
Hay propósitos que, por más que se intente, resultan imposibles de conseguir. Para algunos será conseguir un cuerpo ultra tonificado para el verano, para otros será simplemente hacer deporte, mientras que algunos objetivos se antojan más complicados, especialmente si se tratan de vicios a los que se quiere poner fin. Pero entre una eterna y variada lista hay una aspiración que adquiere una complejidad, incluso, de mayor índole: reservar mesa en Martín Quiroga.
Una especie de déjà vu volvió a sentirse en la calle San Ignacio durante este martes, con una imagen similar a la vivida hace un año, representada por el alboroto y la paciencia. Casi ni se podían contar las figuras que componían las colas kilométricas alrededor del restaurante Martín Quiroga en su día de apertura de reservas para 2026. Eso sí, la mayoría de los presentes repetía el mismo gesto: mirada cabizbaja al reloj, como si el tiempo nunca avanzase, seguido de un fuerte resoplido.
Y es que las decenas de personas que se empeñaban en conseguir alguna de las cuatro mesas de las que dispone el establecimiento montado por los hermanos Nicanor y Marcos Martín Quiroga. Sabían que no iba a ser fácil, pero allí estaban, algunos de ellos incluso desde la noche del lunes enfilando como si formasen un pelotón de batalla. No tuvieron que hacerlo de pie, y acomodados en sillas de camping aguantaron hasta las 9.00 horas de hoy, cuando el dúo abrió las puertas de su local para apuntar los primeros nombres.
Pero a pesar de las horas y horas de cola, esto no significaba poder reservar una comida o una cena. Y es que muchos de los presentes contaron con un truco para poder acudir a Martín Quiroga más de una vez, con un calendario preparado de varios días para garantizarse más de una visita. Otros, en cambio, estaban allí para cumplir con el recado de un amigo o familiar, incluso de personas desconocidas, lo que despertó las quejas de varios clientes en redes sociales. "Lo triste es que la gente que hace cola no van a comer o cenar allí nunca, les han pagado para que hagan cola y cojan 6 fechas por persona que es lo que te dejan y así queda cerrado el libro de reservas para todo el año", señalaba un usuario en 'X'.
Otros internautas hacían uso del término ya popularizado de "charca" ante las colas que se producían para acudir un restaurante que, según su punto de vista, no es el mejor de Valladolid. "Todos los años la misma tontería. En un local que no tiene ningún encanto, y que la comida correcta si bien hay opciones mejores en Valladolid o alrededores. Totalmente sobrevalorado", decía otro perfil de 'X'. Al respecto, uno llegaba a asegurar que había cancelado una segunda reserva tras una primera asistencia a Martín Quiroga: "Pues es un pequeño restaurante que ni fu ni fa. Hace un par de años cogí para dos fechas y después de ir la primera anule la segunda. Ni siquiera es un sitio bonito. Sin más...".
Entre críticas y rechazos, lo que no cambia cada primer martes después del puente de Todos los Santos es que la calle San Ignacio se convierta en el epicentro de la capital vallisoletana. Gracias a Martín Quiroga y el intento de conseguir una experiencia única, cueste lo que cueste.

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa.
Cola en el restaurante Martín Quiroga

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa.
Cola en el restaurante Martín Quiroga

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa
Cola en el restaurante Martín Quiroga

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa
Cola en el restaurante Martín Quiroga

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa.
Cola en el restaurante Martín Quiroga

Cola en el restaurante Martín Quiroga para reservar mesa.