Tribunales
El ideólogo del crimen de la Circular se enfrenta a cinco años de cárcel por estafar a bancos
En colaboración con una trabajadora bancaria y 12 ‘pacientes’ compinchados obtuvieron presuntamente 18 préstamos por valor de 250.000 euros para tratamientos inexistentes

El protésico Rubén A.R., acusado de la trama de estafas bancarias, durante el juicio por el crimen de la Circular.
El que fue considerado por la Policía Nacional como «ideólogo» del crimen de la Circular, el protésico dental Rubén A.R., se sentará el próximo 2 de diciembre en el banquillo de la Audiencia Provincial (AP) de Valladolid, acusado de un delito continuado de estafa en concurso medial con otro de falsedad documental para los que el fiscal solicita una pena de 5 años de cárcel y 4.500 euros de multa, según recoge el escrito de calificación al que ha tenido acceso este diario.
Rubén A.R. fue imputado por el Juzgado de Instrucción 4 de Valladolid por un supuesto delito de estafa a entidades bancarias por importe de 249.119 euros, con el ardid de pedir préstamos para tratamientos dentales inexistentes y alfombrar la concesión de los créditos con nóminas y documentos (entre ellos declaraciones de renta), todos falsos.
El protésico, según recoge el auto judicial en el apartado de antecedentes de hecho, no actuó solo, sino formando parte de una red creada al efecto para engañar a los bancos. Para ello, su mano derecha fue la mujer C.C.P., trabajadora de la entidad bancaria, quien ayudó, supuestamente, a dar luz verde a la concesión de los préstamos . Para esta empleada bancaria el fiscal pide igualmente 5 años de cárcel y 4.500 euros de multa.
El grupo se completaba con 12 personas solicitantes de los préstamos (casi todos en situación de indigencia), también acusados, ya que lograron gratificaciones a cambio de prestarse a ser solicitantes de créditos. La petición de condena es de 2 años y seis meses de prisión en cinco de ellos, y de un año y medio en siete casos.
Según el auto de imputación «Rubén A.R. y (la bancaria) C.C.P. se dedicaron a la obtención fraudulenta de préstamos personales y otros productos crediticios, generalmente vinculados a tratamientos dentales en la clínica de Rubén, falsificando la documentación laboral de los solicitantes».
«Actuaron (los solicitantes de créditos) en concierto con ellos para que pudiesen pasar los filtros de solvencia necesarios en el Departamentos de Riesgos de la entidad bancaria , donde trabaja la imputada (la oficina central del banco, situada en pleno centro de Valladolid). Los prestamos resultaron impagados y el dinero obtenido fue repartido entre todos ellos», resume el auto.
Créditos de 21.000 euros
Las presuntas estafas se produjeron a lo largo de ocho meses, entre junio de 2016 y febrero de 2017. En total obtuvieron 18 préstamos, doce de los cuales en el banco donde trabajaba la ahora imputada y además los de mayor importe –dos de ellos fueron por 20.800 euros– gracias a la supuesta complicidad de la encausada. Los otros seis fueron ‘colados’ a cuatro bancos, dos de ellos entidades financieras especializadas en la concesión de créditos al consumo.
La cuantía de los préstamos era muy alta porque el supuesto ‘tratamiento bucodental’ que les iba a realizar la clínica dental de Rubén era de un presupuesto similar al de las estrellas de Hollywood. Uno de los pacientes imputados, D.R.B.S. , solicitó al banco donde trabajaba la mujer C.CP. nada menos que 17.781 euros, ya que la factura iba a ser de 18.920.
Lo hizo aportando tres nóminas falsas. Este mismo encausado pidió cuatro semanas después ‘solo’ 600 euros a un entidad de concesión de créditos también con una nómina falsificada.
La investigación policial reveló que algunos de los documentos presentados eran ciertamente burdos o de fácil desmontaje por parte de los agentes. Es cierto que las entidades el crédito giraron lo solicitado, pero la verificación de que se había aportado documentación fraudulenta no duró nada.
El auto hace referencia a varios de ellos. Uno el referido al préstamo que solicitó el imputado M.V.R. el 16 de agosto de 2016 al banco de la encausada con tres nóminas de los meses mayo, junio y julio de 2016 de una empresa . Una rápida verificación desmontó que fuera asalariado, «ya que, en esas fechas, estaba dado de alta en Renta Activa Inserción a tiempo parcial».
La Renta Activa de Inserción ( RAI ) es una prestación de carácter no contributivo destinada a desempleados que no perciben otras ayudas y que acreditan especiales dificultades de reinserción en el mercado laboral. Para obtenerla es necesario estar inscrito como demandante de empleo.
Otra ‘trampa’ que detectaron los investigadores sin salir de la oficina, fue la que preparó el encausado A.J.P. al pedir un préstamo al banco de la encausada por importe de 17.741 euros «para una intervención quirúrgica de implantes y prótesis dentales» . Este imputado aportó nóminas de una empresa para la que había trabajado, pero se ‘ascendió’ en el escalafón. «Los datos de la cabecera de la nómina son reales pero la categoría y el grupo de cotización no lo son. Debería figurar grupo de cotización 10 y, por lo tanto, su categoría sería la de peón y no la de ‘encargado jefe’» , recuerda el auto.