Diario de Valladolid

20 AÑOS DEL 11-M

Y tú, ¿dónde estabas?

Personalidades de distintos ámbitos de la sociedad castellana y leonesa recuerdan el 11-M con «horror, estupor y tristeza»

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Felipe Ramos / Alicia Calvo | Valladolid
Valladolid

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¿Quién no se acuerda de ese día en el que la crueldad y la desolación lo desbordó todo? Personalidades de distintos ámbitos de la sociedad castellana y leonesa recuerdan cómo se enteraron, qué sintieron y qué pensaron en uno de los momentos clave de la historia del país, el atentado yihadista del 11 de Marzo en Madrid. Aunque cada ciudadano lo vivió en momentos distintos de su vida, hubo quien perdió a un ser querido, quien conoce a alguien que sobrevivió, quien iba en uno de esos vagones y puede contarlo, quien no conoce a ningún afectado pero aún así lo sufrió... pero a pesar las diferencias hay sentimientos comunes como el de «la tristeza» o «la conmoción» . Infinitas ambas.

Algunas personas de primera línea de la vida pública relatan a este diario sus recuerdos del «horror y el estupor» ese jueves temprano cuando la vida de Madrid y del resto de España se paró al poco de amanecer tras la explosión de bombas en cuatro trenes. 

El miedo y la pena son otras de las sensaciones compartidas por algunos que, aunque piensen diferentes sobre multitud de asuntos, incluidos los referentes a ese terrible día,lamentan uno de los episodios más tristes, crueles y devastadores de la historia común del país. Por los medios de comunicación, por llamadas de conocidos y amigos... Casi todo el mundo se enteró rápido de se había producido un atentado y en todos hubo un mecanismo casi instintivo de hacer un repaso mental sobre los conocidos de uno por si podrían estar entre las 192 víctimas mortales o los casi 2.000 heridos que el atentado terrorista dejó en la capital de España.

Ana Redondo (ministra de Igualdad): "Me acordé del 11-S, teníamos la idea de que estábamos siendo atacados»

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, estaba a punto de entrar en su primera clase de Derecho Constitucional en la UVA cuando un compañero le preguntaba si no se había enterado de lo que estaba pasando en Madrid. «Me acordé del 11-S, teníamos la sensación de que estábamos siendo atacados, nuestra democracia, nuestros derechos, nuestra forma de vida..», asegura Redondo, quien recuerda la «la incertidumbre, la terrible tristeza y el dolor infinito». «Pensé, nos están matando», asevera la  responsable de la cartera de Igualdad. Un sentimiento que, según sus palabras, daba paso a la «indignación» al comprobar que «desde el Gobierno nos estaban engañando», incide. «Esa indignación –continúa– superó a la rabia y a la tristeza. Fuimos conscientes de que la manipulación podía llevarnos a cometer errores trascendentales. Las elecciones estaban en la base del intento de engaño y la gente se levantó y dijo, ‘no nos van a engañar, vamos a votar’».

Óscar Puente (ministro de Transportes): "Recuerdo el estupor, la tristeza, me dejó muy tocado»

«Con horror. En shock. Recuerdo el estupor, el abatimiento y la tristeza». Así es como asegura el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que vivió el atentado del 11-M de 2004 en Madrid, del que ahora se cumplen 20 años. «Me dejó muy tocado. Aun me sucede cuando vuelvo a ver imágenes de aquel día»», afirma a la vez que habla de la «incomprensión». El ministro explica que estaba en su casa y que se enteró «por la radio, con Iñaki Gabilondo». Entonces era abogado y se disponía a salir hacia su despacho. Recuerda que ese día comía en casa de la que entonces era su suegra y «discutir en la comida sobre los posibles autores». «A esa hora ya me surgían muchas dudas sobre la versión oficial», remarca. «El 11-M es el mayor atentado de nuestra historia, probablemente un acelerador en el final de ETA y la mayor y más repugnante mentira jamás contada por un gobierno a su pueblo», finaliza el ministro de Transportes.

Alfonso F. Mañueco (presidente de la Junta): Lo viví con una gran tristeza e indignación. Estaba horrorizado»

«Horrorizado y con una gran tristeza e indignación». Con esta afirmación describe el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que vivió el 11-M.  Un atentado del que se enteró por la radio, cuando se dirigía en el coche a la sede de la Presidencia, para asistir al Consejo de Gobierno de la Junta porque era consejero de Presidencia y Administración Territorial. «Cuando llegué al despacho, y a medida que se iban ampliando las informaciones sobre lo ocurrido, me di cuenta de la magnitud. Estaba realmente horrorizado», resalta Mañueco, quien explica cómo se pusieron desde la Junta a disposición de lo que pudiera necesitar el Gobierno de España para atender a las víctimas. «No podía entender cómo la mente humana era capaz de hacer tanto daño a víctimas inocentes», asevera el presidente de la Junta, para quien el atentado del 11 de marzo de 2002 supuso «la reafirmación de que contra el terrorismo sólo cabe la aplicación de la Justicia y el Estado de Derecho, nunca la impunidad».

Carlos Pollán (presidente de las Cortes): «Supuso un parteaguas de la historia de España»

El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, se enteró del atentado como casi todos «por la radio» y, más concretamente, en el coche cuando iba camino del trabajo en León. «Supongo que pensé, al despertarme, que aquel sería un día más. Lamentablemente, me equivoqué», señala Pollán, para quien el 11-M, además de un «dolor irreparable para las víctimas y sus familiares», supuso «un parteaguas en la historia de España y el intento, por parte de cierta clase política, de un cambio de régimen político en España; intento que, a la vista está, dura hoy», recalca.  «Lo viví como la práctica totalidad de los españoles, con pena, rabia, dolor y sin despegarme un segundo de la televisión y de un todavía rudimentario internet», explica. Pollán asegura que le afectó «positivamente, por la solidaridad que mostró el pueblo español» y «negativamente, por el espectáculo de aquellos que utilizaron en provecho propio una tragedia de semejante magnitud (y no me refiero solo a los terroristas)».

María Lafuente (diseñadora de moda): «Espantoso, un acto que no hubiéramos imaginado en nuestro país»

«Estaba de camino a Madrid. Había salido en el primer ALSA y mi familia empezó a llamarme por teléfono en el momento en el que saltó la noticia, estaban muy preocupados». La diseñadora de moda leonesa, María Lafuente, explica cómo le avisaban del 11-M, un atentado que califica como «espantoso, terrible, cruel, un horror». «Un acto que no nos hubiéramos imaginado en nuestro país, de esta magnitud», indica Lafuente, quien agrega que tenía «una sensación muy triste y rara». «Tomé el metro esa tarde y había un silencio desolador extraño. Me afectó, es algo terrible», detalla. Lafuente recuerda cuántas personas fallecían y cuántas familias perdían a sus seres queridos «en un acto cruel y bárbaro». En este punto, la diseñadora de moda de León  ensalza la «mucha solidaridad  por parte de la ciudadanía». Y aprovecha para «agradecer  a todas las fuerzas y cuerpos especiales que tuvieron que trabajar en condiciones tan duras y extremas, su valioso  trabajo sin perder el aliento».

Julia González (jefa de Policía de Valladolid): «Me afectó como persona poniéndome en el lugar de las víctimas»

«Me afectó como persona, poniéndome en el lugar de las víctimas, sus familias, amigos y entendiendo que podíamos haber sido cualquiera», declara la intendente jefe de la Policía Lo cal de Valladolid, Julia González. Para la jefa de la Policía municipal, el 11-M, del que se enteraba camino al trabajo por la radio, «hace que descubramos la vulnerabilidad social que trata de conseguir el terrorismo», detalla. Como policía y personal de emergencia, lo vivió sabiendo lo duros que son esos momentos.  «Los atentados del 11-M reforzaron la realidad de la existencia del terrorismo con el ánimo de aterrorizar a la población y con ello menoscabarla», arguye Julia González, quien defiende «el trabajo de los servicios de inteligencia y la colaboración de todos los cuerpos policiales tomando cada cual las medidas necesarias según sus competencias en materia de seguridad. Estar alerta permanente . Y la sociedad colaborando trasladando la información o alertas que detecten a la Policía».

Mariví Mateos (hematóloga): «Salía Madrid como si estuviera arrasada y una pena indescriptible»

La hematóloga salmantina Mariví Mateos se encontraba trabajando en el Hospital de Salamanca cuando se enteró del atentado. «Recuerdo estar en el hospital de Salamanca trabajando y empezamos a escuchar los primeros rumores de que había habido un accidente en Atocha de muchos trenes. Al principio no se conocía ni la magnitud del accidente, ni que fuera un atentado», explica Mariví Mateos, quien asegura que se sentían «desolados por la gran cantidad de muertos y heridos». Pero lo que recuerda, todavía hoy,  es la «imagen de desolación». «Salía Madrid como si estuviera arrasada y con una sensación de pena en el ambiente, que es indescriptible», comenta. Para la hematóloga, «los atentados supusieron un ataque terrorista yihadista injusto que hizo perder la vida a un montón de personas, que no tenían porqué». Mateos alude a la canción que la Oreja de Van Gogh escribió rememorando ese 11M. «La escucho bastante y siempre me lleva a esa día. Ojalá no tengamos que volver a recordar nunca días por estos motivos», finaliza.

Nicanor Ser (delegado del Gobierno):«Me provocó una sensación de inseguridad que nunca había sentido»

«Inseguridad». Eso es lo que subraya el delegado del Gobierno, Nicanor Sen, que le provocó el atentado del 11-M. «Una sensación de inseguridad que nunca antes había sentido», puntualiza Sen, para acto seguido expresar su mayor recuerdo: «A parte de las duras imágenes y vídeos  de los trenes, las declaraciones de José Luis Rodríguez Zapatero destapando la mayor mentira  del Partido Popular de Aznar sobre la autoría de los atentados». El delegado del Gobierno en Castilla y León estaba en su casa cuando se enteró del atentado a través de los medios de comunicación: «Varias personas conocidas me llamaron para comentarlo y posteriormente a través de la radio y luego los especiales de diferentes programas de televisión». Sen vivió el 11-M «con tristeza y preocupación». «Pienso –explica– que todo el país nos dimos cuenta que vivimos en un mundo globalizado donde todo está interrelacionado y lo que ocurre a miles de kilómetros te puede afectar en tu vida hoy, mañana o pasado».

Raúl de la Hoz (portavoz del PP): «Pasa el tiempo y sigo teniendo presente lo que hice, viví y sentí» 

«Hay días que quedan grabados a fuego en la memoria. Desgraciadamente este es uno de ellos. Pasa el tiempo y sigo teniendo presente como si fuera ayer todo lo que hice, lo que viví y especialmente lo que sentí aquel triste 11 de marzo y los días posteriores». Con esta sensación revive el portavoz del PP en las Cortes, Raúl de la Hoz, el 11-M. Un atentado del que se enteraba «en casa, a punto de salir a la calle para el penúltimo día de la campaña». El procurador ‘popular’ cuenta que se movía «entre el dolor, la incomprensión y la indignación». Y deja una reflexión final: «Me gustaría pensar que los españoles aprendimos algo aquel 11-M, pero desafortunadamente creo que me equivoco, a partir de aquel día la vida política en nuestro país se polarizó de forma radical dando lugar a una ruptura de los consensos básicos sobre los que hasta aquel momento habíamos construido nuestra democracia constitucional. Una ruptura, desgraciadamente, aún hoy muy lejos de ser reconstruida y que la memoria de los 193 fallecidos ni mucho menos merece».

Carlos Menéndez (portavoz de VOX): «Fue el comienzo de una deriva preocupante que llega hasta hoy» 

Para el portavoz del grupo VOX en las Cortes de Castilla y León, Carlos Menéndez, los atentados del 11–M en Madrid, de los que se cumplen 20 años, fueron «el comienzo de una deriva muy preocupante para España que llega hasta el día de hoy». A Carlos Menéndez las explosiones en los trenes de Atocha le pillaron trabajando en la capital leonesa. «Estaba  trabajando en mi despacho profesional en León», relata Menéndez en declaraciones a este periódico, a la vez que indica que no se enteró de los atentados del 11-M hasta «media mañana, sobre las 11.00 horas al ir a tomar café», puntualiza. El procurador de VOX en las Cortes castellanas y leonesas explica que lo primero que sintió fue «preocupación al tener amigos en Madrid que utilizaban el Cercanías». Por eso, según sus palabras, lo primero que hizo fue ponerse en contacto con ellos. A partir de aquí, su segundo sentimiento fue el de «rabia». «Recuerdo estar el resto de día siguiendo la actividad informativa». 

Luís Mariano Santos (portavoz de UPL):«Puso en duda nuestra seguridad exponiéndonos a la cruda realidad»

De nuevo la radio fue el medio por el que líder de la UPL y portavoz en las Cortes, Luis Mariano Santos, se enteró del atentado. En ese 2004, Santos trabajaba como agente de Desarrollo Local en la Mancomunidad de Riaño. A la pregunta de ¿qué significó el 11-M? el procurador de la Unión del Pueblo Leonés lo tiene claro: «Puso en duda nuestra seguridad exponiéndonos a la cruda realidad y también generó un cambio político sin precedentes y de forma sorpresiva, con un giro inesperado». Santos asegura que vivió el atentado de los trenes de Atocha en el trabajo y después al pie del televisor viendo la enorme repercusión que el atentado tuvo y la larga jornada de continuas noticias que duraron aquel día y los posteriores. «Creo que nos afectó a todos muchísimo y nos hizo recordar lo que había pasado el 11-S en EE.UU. Nos recordó que no estábamos a salvo en ningún lugar, que el terrorismo puede alcanzarnos en cualquier lugar sin distinción alguna», finaliza.

Ángel Ceña (portavoz de Soria Ya): «Supuso un punto final. tras un atentado así todo perdía perspectiva»

Al parlamentario y portavoz de Soria Ya en las Cortes, Ángel Ceña, el 11-M le sorprendió en Valladolid, en la Consejería de Agricultura donde trabajaba. Y fueron los compañeros quienes le comunicaron el atentado. Compañeros con los que después iría a donar sangre. «Estremecedor», asevera Ceña, quien asegura que vivía el atentado «de una manera muy angustiosa, sobre todo en lo personal», porque sus hermano y muchos amigos viven en Madrid. Y, de nuevo, aparece «la sensación de incredulidad y de rabia».  Para Ceña, «la repercusión política casi instantánea fue brutal: se produjo un vuelco electoral». Pero va más allá: «Creo que supuso un punto final. Después de un atentado de este tipo ya todo perdía perspectiva. Ya la ciudadanía no podía aceptar terrorismo de ningún tipo, fuera cual fuera la causa que se alegara. Así que los atentados del 11-M trajeron un cambio de visión sobre el terrorismo y también una internalización del fenómeno terrorista en España».

Pablo Fernández (portavoz de Unidas Podemos): «Me afectó la magnitud del atentado fue terrible, atroz»

El 11-M de 2004, el líder de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, vivía en Madrid. «Me enteré por la radio e inmediatamente después de escuchar la noticia me llamó un amigo para contármelo». Relata que esos momentos los pasó «con muchísima angustia y preocupación» ya que una persona muy cercana solía coger esos trenes a diario. «Fue un día horrible. Me afectó profundamente, la magnitud del atentado fue terrible, algo atroz. Siempre tendré ese día en la cabeza», detalla Pablo Fernández, quien recuerda «ir en metro por Madrid y la sensación inenarrable de tristeza en la gente, con muchísimas personas llorando. La conmoción fue indescriptible». Para el portavoz nacional de Podemos, «los atentados fueron un acto de barbarie irracional y abyecta. También supusieron que un Gobierno, el Gobierno de España por aquel entonces del PP, engañase y mintiese de forma miserable al pueblo español en relación a la autoría del mismo, para intentar sacar rédito político en las elecciones generales. Fue patético y lamentable».

Pedro Pascual (portavoz de Por Ávila): «Nos fuimos mi equipo y yo a estar en alerta en el centro de salud»

«Ese día estaba saliente de guardia y me enteré por las noticias de televisión y por mi gerencia». Así es como pilló el atentado al médico y portavoz de Por Ávila, Pedro Pascual, saliendo de su guardia. Un servicio que prolongaría, tal y como explica, porque desde su gerencia se le comunicó que se precisaba, en previsión de una posible atención sanitaria especial ya que la mayoría de los recursos estaban en la zona de los atentados, «enviar unidades  medicalizada a zona limítrofe con Madrid». Y eso es lo que hacía. «Nos fuimos mi equipo y yo a estar en alerta en el centro de salud de Las Navas del Marqués, prolongando nuestra jornada lo que fuera necesario». Pedro Pascual indica que se pasaron toda la jornada  pendientes de las noticias, además de «muy afectado por la cantidad tan elevada de víctimas». Ese atentado supuso un cambio en la actualización en la atención a las catástrofes y, en el plano político, un cambio en el color del Gobierno».

Alicia Soto (bailarina y coreógrafa): «Sólo pasado un tiempo fui consciente de la gravedad del atentado»

La bailarina y coreógrafa Alicia Soto no recuerda dónde estaba ese 11-M, del que asegura se enteró mucho más tarde de lo sucedido a través de la tele. «Lo viví de forma confusa porque no tuve la impresión que fueran tan grave los atentados, había como mucha falta de claridad y confusión, ya que la noticia no tuvo una comunicación muy transparente. De hecho, sólo por lo medios de prensa internacionales se dijo de forma clara que era un atentado yihadista, no como en España que se estaba diciendo que podía ser un atentado de ETA», manifiesta Alicia Soto. «Sólo pasado un tiempo fui consciente de la gravedad del atentado», explica Soto, quien recuerda « la rabia e impotencia» que le causó ver  «cómo se manipulaba la información desde el Gobierno, y la poca trasparencia». «Para mí fue un claro cambio y un precedente de lo que más tarde vendría y se instalaría ya que mostró la manipulación de la información en España, y la politización de los medios de comunicación. Es cierto que esto también ya sucede en otros países», remarca.

Fely Campo (diseñadora de moda): «Me entró miedo pensando en cosas pasadas. ya pensaba en una guerra»

A la diseñadora salmantina Fely Campo el 11-M le pilló trabajando porque asegura que empieza muy temprano. «No tenía puesta la televisión pero recibí una llamada para que la encendiese inmediatamente», explica Fely Campo, quien asegura que al ver la magnitud del atentado sintió «algo terrible, rabia». «Me entró mucho miedo pensando en cosas pasadas. Yo ya pensaba en una guerra», explica a este periódico la diseñadora de moda salmantina, para quien ese atentado «fue terrible y tan inesperado». Asegura que un recuerdo permanece constante en su cabeza, el del «miedo», al que se le añadía una preocupación, «el pensar de cómo sería al día siguiente, qué pasaría». Y es que para Fely Campo, lo que supuso el atentado de los trenes hace ahora 20 año es que hacían temblar los cimientos de la sociedad. «Lo que cambió el 11-M en nuestro país fue que nuestra paz se tambaleó con algo así», reflexiona la diseñadora salmantina.

Gustavo Martín Garzo (escritor): «Nos afectó mucho, se trataba de un atentado terrible»

«En casa, nos enteramos por la televisión». Al escritor Gustavo Martín Garzo el 11-M le pilló en su domicilio y, desde el primer momento, tuvo la sensación de «perplejidad y angustia». «Las noticias iban llegando muy despacio y aunque enseguida fuimos conscientes de la gravedad del atentado, tardamos en conocer su verdadera magnitud», detalla a este periódico Martín Garzo, quien asevera que le afectó mucho: «Se trataba de un atentado terrible con la muerte de muchos inocentes». «Recuerdo que, al principio, y por las noticias que llegaban, pensamos que había sido ETA. Pero muy pronto, desmintiendo la información oficial, empezó a decirse que se trataba de un atentado yihadista», explica Garzo, quien finaliza: «Supuso el descrédito de los que nos gobernaban. No creo que haya habido en la historia reciente de nuestro país un acto más vergonzoso que las mentiras con que Aznar y su gobierno trataron engañarnos a todos. Tuvieron su merecido castigo, al perder las elecciones por esa causa», opina.

Ángeles Armisen (presidenta FEMP): «Lo viví con miedo, fue momento de gran conmoción social y política»

«Por la radio». Así es como asegura la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP) y de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, que se enteró de los atentados de los trenes de Atocha del 11–M de 2004. «Estaba en Las Cortes, era procuradora», explica Armisén a este periódico, para a renglón seguido afirmar: «Lo viví con miedo». La presidenta de la FRMP no duda en señalar a este diario que todo lo sucedido ese día y los posteriores al atentado supusieron «un momento de  gran conmoción personal, social y política». Conmoción que Ángeles Armisén traslada a todos los ámbitos de la sociedad ante la magnitud de la tragedia que acababa de producirse y de la que ahora se cumplen 20 años. «Los atentados del 11 de marzo en la capital de España supusieron un momento de conmoción social con repercusión en todas las administraciones», finaliza.

Jesús Julio Carnero (alcalde de Valladolid): «Me afectó de tal manera que se instaló en mi vida desde la absoluta repulsa»

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero que, por entonces era secretario general de Fomento, se enteró del atentado  «como casi todos» por la radio cuando iba a su trabajo. «Lo viví desde la más absoluta estupefacción e incredulidad. Me parecía inimaginable que algo así nos pudiera ocurrir a los españoles», aclara Carnero, quien agrega: «Me afectó de tal manera que no sólo me afectó ese día, se instaló en mi vida desde la más absoluta de las repulsas. Es indigerible». El regidor recuerda lo cerca que se estaba de las elecciones. «Estábamos muy cerca de unas elecciones que, sin lugar a dudas, se vieron influenciadas en su resultado. Yo tengo esa sensación fruto de lo que ocurrió en esos atentados», incide. «Los atentados que han ocurrido desde el 11–S, el 11-M  y los de París, Londres, quiero pensar que de alguna manera son el resultado, por desgracia, de una situación geopolítica o geoestratégica, que en este momento aún no hemos sido capaces de superar los occidentales. Seguimos teniendo esa amenaza en nuestras vidas», remarca.

Cristina Ayala (alcaldesa de Burgos): «Fuimos conscientes que el yihadismo también nos podía tocar a España»

Cuando sucedieron los atentados del 11-M la actual alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala,  estaba en la Diputación donde era portavoz y se enteró a través de los medios. «En mi vida adulta ha habido dos grandes eventos, una el de la caída de las Torres Gemelas y, el segundo de mayor impacto porque nos afectaba a todos, fue el 11-M», explica la regidora burgalesa, quien señala que lo vivía con «horror». «Recuerdo las imágenes, la sangre, que se te quedan absolutamente grabadas y piensas cómo es posible que alguien fuera capaz de generar tanto dolor de una forma tan sencilla», explica Cristina Ayala, para quien lo atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid «supusieron el entender que España también estaba en el objetivo». «Fuimos conscientes que el yihadismo también nos podía tocar a España, que la irracionalidad también nos podía tocar. Supuso entender que todos éramos vulnerables a la irracionalidad del yihadismo radical», concluye.

José Antonio Diez (alcalde de León): «Fue un hachazo a una sociedad que se creía alejada del terror yihadista»

«Estupor, incredulidad y una enorme preocupación». Esas fueron las sensaciones del alcalde de León, José Antonio Diez, por un atentado del que enteraba en el coche camino de Valladolid, donde trabajaba. «La magnitud del atentado y el número de víctimas aterrorizaba», explica Diez. «Y, por supuesto, por toda la consternación que se generó debido a las derivadas políticas ligadas a la investigación y a las mentiras del gobierno ‘popular’», señala mientras recuerda que asistió en Madrid a la primera gran movilización que hubo el viernes. «Fue un hachazo para una sociedad que se creía muy alejada del terrorismo yihadista», continúa Diez, para concluir: «Políticamente creo que la utilización e instrumentalización de la investigación y del atentado por parte del Gobierno Aznar para su rédito político fue determinante para el cambio de signo y la victoria socialista. La ciudadanía dio, como tantas veces, una lección a una altura mucho más elevada de la que estuvo buena parte de la clase política».

Carlos García Carbayo (alcalde de Salamanca): «Fue la confirmación de que estábamos sometidos en España a nuevas amenazas»

Al alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, el 11-M le cogió en Valladolid y se enteró por la tele desayunando en una cafetería. «Fue la confirmación de que estábamos sometidos en España a nuevas amenazas, que tendríamos que tener muy presentes en el futuro. Y la convicción de que sólo desde la unidad política y social se puede combatir el terrorismo, de la mano del poder judicial y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», afirma el regidor salmantino, justo después de recordar su «conmoción y dolor». «Nos volvía a golpear el terrorismo de forma cruel y brutal, a una escala superior a la que sufrimos en tantas ocasiones», manifiesta Carbayo, para quien el atentado «fue un golpe brutal para todos los españoles, además de tener una gran repercusión internacional». «Lo primero que te preguntas es cómo alguien es tan inhumano como para idear y perpetrar semejantes atrocidades, y luego te asalta un sentimiento de solidaridad y compasión infinitas con las víctimas y sus familias», concluye.

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