Diario de Valladolid

Adiós a Concha Velasco

El restaurante de Valladolid dedicado a Concha Velasco

El mítico y emblemático La Criolla reserva un comedor en nombre de la actriz al que acudía «siempre que regresaba a la ciudad»

Teresa Rodríguez y Francisco Martínez, gerentes de La Criolla, en el comedor dedicado a Concha Velasco. -J.M. LOSTAU

Teresa Rodríguez y Francisco Martínez, gerentes de La Criolla, en el comedor dedicado a Concha Velasco. -J.M. LOSTAU

Publicado por
Diego González
Valladolid

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Mencionar La Criolla es hablar de Francisco Martínez , o más bien ‘Paco’, que desde 1983 siente el mobiliario dispuesto allí como si fuese el de su propio hogar. No solo es gastronomía lo que ha buscado cocinar entre sus fogones durante cuatro décadas, sino también cultura y arte con comedores dedicados a las figuras más ilustres en estas disciplinas de Valladolid, y cómo no, Concha Velasco también tiene su rinconcito. Y entre cubiertos, ‘Paco’ se convirtió en uno de sus máximos confidentes. «Me contaba todas sus historias», asegura.

Varios fotos y un imponente retrato fueron regalados por la actriz al dueño de La Criolla para adornar las paredes del comedor sin prácticamente dejar espacio entre ellos, como si la figura de Concha Velasco tuviese que quedar impregnada en cada centímetro del resplandeciente muro amarillo. A su lado, sobre puro ladrillo y yeso, está colocado otro recuadro suyo en el que se puede leer Concha, yo lo que quiero es bailar, el título de uno de sus incontables proyectos teatrales que estrenó en su ciudad natal en 2011, donde también cumplió con su sueño de ser artista. Como admirador, ‘Paco’ decidió abrir en 2015 este comedor dedicado a ella, como ya había realizado anteriormente con personajes como Miguel Delibes, Mariemma, Joaquín Díaz, Roberto Domínguez, Rosa Chacel y Lola Herrera .

Un 27 de octubre de ese año fue el día elegido para abrir el telón del espacio , aunque ‘Paco’ quiso adelantar la inauguración con mayor antelación. «A Concha se lo había ofrecido mucho antes , pero como estaba todos los días trabajando y liada, no podía venir», relata el dueño de La Criolla, al que la demora impacientó hasta el punto de abrir el comedor casi de forma inesperada. «Ya un día me enfadé y le dije a Concha: ‘Este lunes inauguramos tu sala sea como sea’. Y así fue» , recuerda.

Con la niebla y el frío atisbándose desde el horizonte, hasta la calle Calixto Fernández de la Torre se acercó el último lunes de aquel mes de octubre la artista vallisoletana. La cita requería la presencia de sus más allegadas, por lo que no viajó sola, sino que e n la mesa tenían reservado un sitio su hijo Manuel, su prima Esperanza y su abuela . Y entre familiares se reunió la política debido a que ‘Paco’ decidió invitar al acto a Tomás Rodríguez Bolaños, Javier León de la Riva y Óscar Puente , tres de los cuatro últimos alcaldes de Valladolid. «Les llamé para decirles que estuvieran con nosotros en la inauguración, porque sabía que eran amigos de Concha», rememora. 

Así, ante su familia, los tres ediles, con sus respectivas mujeres, ‘Paco’ y sus hijos, Concha cortó la cinta de estreno del comedor en su nombre, en una comida donde el marisco y el lechazo coparon la mesa con un brindis incluido con copas tintadas de un caldo de Tempos Vega Sicilia. «Empezamos a comer a las tres, acabamos a las ocho, y terminamos cantando La chica ye-yé , que es un himno. Nos divertimos mucho», detalla el hostelero como si la escena se hubiese presenciado ayer mismo.

Con su segundo hogar en Madrid, el restaurante La Criolla se convirtió en un sitio de paso cada vez que regresaba a Valladolid, de la cual «presumía mucho», considera ‘Paco’. Como cuando le otorgaron la Medalla de Oro de la Ciudad el 17 de marzo de 2018, distinción que consideró la más importante de su carrera. «Vino y lo estuvimos celebrando. Ella estaba encantada con esa medalla porque como era tan vallisoletana, todo lo que se le hiciera aquí era especial» , expresa.

Y con cada premio recibido, representación teatral o ceremonia, La Criolla abría las puertas automáticamente al resonar el nombre de Concha Velasco. «Siempre que venía a bailar, se acercaba a comer aquí», asevera ‘Paco’, que recuerda cómo sus degustaciones preferidas se repartían entre los platos de cuchara y la ensaladilla, además del marisco, al cual se acostumbró por Paco Marsó , con quien estuvo casada entre 1977 y 2005.

«Hicimos muy buena relación y una amistad tremenda. Me sabía toda la vida de Concha a la perfección» , afirma el que fue el cocinero del Comité Olímpico Español entre 1996 y 2012, con conversaciones entre ambos como amigos de toda la vida, desde asuntos de trabajo hasta amorosos. «Cuando hizo Hello, Dolly! , que fue un éxito en lo que se refiere a público, me dijo que fue un fracaso económico porque estuvieron 100 actores en Valladolid durante 15 días y 100 actores. Con hotel y  restaurantes, salió carísimo», resalta.

Ahora, serán las fotografías que Concha le regaló para adornar su comedor las que acompañen cada historia que cuente sobre ella sentado en una de las sillas de La Criolla. Como el último momento que compartieron juntos, hace un año en el antiguo Monasterio de los Jerónimos que ocupa ahora el AC Hotel Palacio de Santa Ana. «Vino con Lolita Flores, estuvieron contando los noviazgos que habían tenido y nos reímos mucho . Yo a Concha la vi como siempre: a gradable, simpática y cariñosa» , comenta. Rasgos que la hacían «especial», además de sus dotes artísticas. «Ha sido la mejor actriz de los últimos 100 años en España» , considera.

Y a ese rincón de recuerdos se le añadirá uno más, la instantánea que se tomaron ‘Paco’ y sus hijos el pasado domingo, aprovechando que Manuel y Francisco decidieron acudir al comedor dedicado a su madre tras su funeral. «Me dijeron que vendrían a ver el salón y fue muy agradable, aunque con  una emoción muy profunda. También estuvo su nieto, Samuel, del que estaba enamorada», explica.

La Criolla, con este pequeño rincón en cuyos muros tiemblan las estrofas de La chica ye-yé , conseguirá contribuir a que la figura de la actriz nunca caiga en el olvido porque, como dice ‘Paco’: «Concha Velasco no ha muerto, se ha ido» .

 

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