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El vecino de Tordesillas acuchillado por su mujer cuando dormía: "No había motivo"

Casi tres años después aún muestra su "sorpresa" ante lo ocurrido, ya que su relación era "normal, sin problemas"

Juicio a una mujer de Tordesillas que acuchilló a su marido - PHOTOGENIC

Juicio a una mujer de Tordesillas que acuchilló a su marido - PHOTOGENIC

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Diario de Valladolid | El Mundo
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El vecino de Tordesillas, Ricardo S.H, que en abril de 2020 resultó gravemente herido al recibir de su mujer sendas cuchilladas mientras dormía en el domicilio conyugal muestra aún su "sorpresa" por lo ocurrido, casi tres años después, porque, como así sostiene, "no había motivo" alguno para una reacción de ese tipo, ya que su relación era "normal, sin problemas".

Su testimonio es la única versión de los hechos conocida hasta ahora, puesto que la encausada, la búlgara Nadia B.V, que se expone a una posible condena de entre trece y diez años de cárcel por tentativa de asesinato, según las peticiones respectivas de la acusación particular y del fiscal, ha obtenido de la Audiencia de Valladolid la facultad de declarar la última, una vez practicadas las pruebas testifical y pericial, atendiendo así la petición de su letrado defensor, informa Europa Press.

De este modo, en la primera sesión del juicio iniciado este miércoles el lesionado, padre de una niña de 10 años en común con la mujer de la que actualmente está divorciado, ha trasladado al tribunal su incredulidad ante la violenta acción de Nadia aquella madrugada del 26 de abril de 2022 en la que esta última, supuestamente sin mediar motivo alguno, aprovechó que estaba dormido en la cama matrimonial para asestarle dos cuchilladas, una en el abdomen y otra en la espalda, además de producirle distintos cortes en la cabeza.

La tarde del día anterior la pareja había estado en una finca consumiendo alcohol y drogas, tal y como ha recordado la víctima, y no fue hasta las 23.00 horas cuando volvieron a casa y, a sugerencia de Nadia, se esnifaron una última raya de lo que Ricardo cree que se trataba de speed.

Una hora más tarde, Ricardo decidió meterse en la cama mientras su esposa y la hija de ambos permanecían en el salón. Dormía profundamente hasta que en un momento dado se produjo el acometimiento. "Sentí un dolor muy fuerte en el abdomen, me giré y noté otro dolor muy grande en la espalda y unos golpes en la cabeza", ha declarado Ricardo, quien ha añadido que inicialmente no supo de dónde le venían las cuchilladas hasta que vio nítidamente la cara de su mujer. A partir de ahí, el acuchillado, en declaraciones recogidas por Europa Press, asegura no recordar nada más, tan solo el momento en el que fue sacado de la habitación por unos guardias civiles.

Aunque la defensa de su ya expareja solicita inicialmente un fallo absolutorio para esta, al alegar que la mujer se defendió de una agresión previa del denunciante, Ricardo ha negado haber golpeado a Nadia aunque imagina que durante la agresión sufrida pudo haber intentado "apartarla" de él de alguna forma, lo que podría justificar las erosiones que ella presentaba en cara, manos y brazos.

Buena parte de la sesión ha estado centrada también en el testimonio de los dos agentes de la Guardia Civil y del conductor de la ambulancia y el técnico de emergencias que acudieron al piso en un primer momento para socorrer al acuchillado. Todos ellos, como denominador común, han afirmado que se encontraron a Ricardo sentado en el suelo del dormitorio, apoyado en el dintel de la puerta del servicio contiguo, y, sobre todo, que la cama matrimonial presentaba manchas de sangre.

Este último detalle es de gran importancia, ya que vendría a avalar la tesis de las acusaciones de un acuchillamiento sorpresivo en la cama mientras la víctima dormía, frente a la versión de la defensa de una agresión previa de él sobre la acusada en el dormitorio y la hipótesis de que la sangre llegó a la cama una vez que la víctima fue recogida del suelo y tumbada por los agentes y los sanitarios.

"¡HE APUÑALADO A MI MARIDO!"

Los dos guardias civiles que se encontraban aquella madrugada estaban de patrulla han señalado que, sobre las 07.40 horas del 26 de abril, vieron llegar a dos mujeres a las puertas del Cuartel en Tordesillas, en alusión a Nadia y una prima de esta, y que hallaron "muy nerviosa" a la acusada. "¡He discutido y he apuñalado a mi marido!", es la frase que ambos miembros del Instituto Armado han puesto en boca de la encausada.

Fue entonces cuando ambos agentes acudieron raudos al piso de la pareja, a escasos 150 metros del cuartel, y al llegar allí se encontraron la puerta entreabierta, entraron y hallaron a Ricardo sentado en el suelo con una herida en el abdomen y cortes en la cabeza, recostado en el dintel de la puerta del baño, "con los ojos como platos y sin reaccionar".

No fue hasta la llegada de los sanitarios cuando, entre todos, levantaron al herido y le tumbaron en la cama, momento en el que se percataron de que debajo de su cuerpo había un cuchillo. También comprobaron que había restos de agua mezclada con sangre en el plato de la ducha del baño y algunas gotas sanguinolentas en la parte interna del dintel y la puerta del servicio.

Los agentes, que han negado tener conocimiento de disputas previas entre la pareja o supuestas desavenencias entre ella, inspeccionaron el resto de la vivienda y localizaron un cajón de la cocina abierto, posiblemente de donde la acusada sacó el cuchillo, y un paquete de tabaco sobre la encimera con un plástico típico de los utilizados para envolver droga.

También ha declarado, entre otros testigos, la prima de la acusada que aquella mañana acompañó a Nadia al cuartel de la Guardia Civil. La testigo, Anni D, ha recordado que su prima se presentó en su casa esa mañana "muy asustada y nerviosa" para, con frases que no podía entender por lo atropellado de sus palabras, pedirle que acudiera a casa a por su hija, ya que Ricardo "había perdido el juicio".

La testigo y la acusada se personaron entonces en el acuartelamiento de Tordesillas, trayecto en el que la presunta autora del acuchillamiento seguía implorando a su prima que fuera al rescate de su hija. "Solo decía, por favor, por favor, vete a por la niña", ha insistido la prima de la acusada, quien también ha apuntado que Nadia presentaba un fuerte chichón en la frente y otras erosiones en cuello, brazos y manos.

El juicio prosigue este jueves con el testimonio de la propia acusada. La acusación particular, en representación de la víctima, solicita para Nadia B.V. una condena de trece años por delito de tentativa de asesinato, junto con una medida de alejamiento por espacio de 18 años y el pago de una indemnización de 31.000 euros. De forma subsidiaria, su letrada solicita nueve años por tentativa de homicidio.

Su petición de pena es sensiblemente superior a la del Ministerio Fiscal, que, aunque también considera los hechos como una tentativa de asesinato, interesa diez años de privación de libertad, prohibición de la acusada de acercarse a la víctima o comunicar con ella durante doce años y el abono de 24.880 euros por las lesiones causadas y 6.0000 por las secuelas, además de otros 6.704 euros al Sacyl por los gastos de su asistencia sanitaria.

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