Diario de Valladolid

BARRIO A BARRIO

Un pueblecito costero a un paso del Pisuerga en Valladolid

Apenas 15 minutos a pie separan de la plaza Mayor al que fue primer extrarradio de la ciudad. Construido en los años 50 para familias humildes, Girón es ahora refugio de artistas en busca de sosiego. Fue la primera ‘ciudad jardín’ con un proyecto técnico, trazado con perfil de pueblo mediterráneo

Un pollino junto a un vehículo de la época en el barrio Girón en la década de los 60. ARCHIVO MUNICIPAL

Un pollino junto a un vehículo de la época en el barrio Girón en la década de los 60. ARCHIVO MUNICIPAL

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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Destaca por su trazado, por el color blanco de sus casas y por su homogeneidad urbanística . Todo un pueblo mediterráneo en plena ciudad, a quince minutos andando de la plaza Mayor –le separan de ella 1,3 kilómetros–. Se trata del barrio Girón, el primero de Valladolid concebido como un todo sobre el papel, el primero dotado de un proyecto técnico integral y con trazas de ‘ciudad jardín’. También fue el primer extrarradio de la historia vallisoletana, aunque se ha ido acercando con discreción, año a año, al pleno centro, pero sin perder un ápice de su personalidad. Todo son peculiaridades en el barrio Girón. La primera es la construcción, con uso predominante de la bóveda catalana en el centro de la meseta castellana . Uno de los dos arquitectos que lo diseñaron, Ignacio Bosch, era gerundense, formado en Barcelona, pero no fue esa la principal razón. El otro técnico firmante del plan, el arquitecto municipal de Valladolid Julio González, contó con él precisamente porque este tipo de estructura no requiere acero ni hormigón, escasos en la época de posguerra . La bóveda catalana evita pilares y columnas. El encalado blanco de las casas, más económico, hizo el resto para configurar la imagen típica de un pueblo costero.

Para ahorrar en otros materiales el elemento principal de construcción fue el ladrillo, en una estructura que ahora, casi 70 años después, aguanta los embates del tiempo, se mantiene mucho mejor que muchas otras de su época. «Los requerimientos urbanísticos del barrio a la hora de construir o hacer reformas son más estrictos aquí, precisamente por ser el primer barrio con proyecto, está protegido como si fuera de interés cultural», explica, en respuesta a este periódico, el presidente de la Asociación Vecinal del Barrio Girón ‘Valle de Olid’, Fernando Polanco .

Girón fue uno de los primeros barrios sociales de Valladolid, proyectado en 1950 por el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) e inaugurado cinco años después, en 1955 . Los planos incluían 723 viviendas protegidas , una gran iglesia de dimensiones monumentales, con su centro parroquial, dos colegios –uno masculino y otro femenino, como marcaban los cánones de la época–, y un centro sanitario. Estaba concebido como un pequeño pueblo autosuficiente , con sus propias tiendas en dos plazas comerciales e incluso un cine , puesto que estaba separado en aquellos tiempos del casco urbano por casi un kilómetro de tierras de cultivo, y además no existía aún el puente del Poniente –inaugurado en 1960–, y el del ‘Cubo’ o de Isabel la Católica no se abriría hasta 1957. 

Girón, situado entre los barrios de Huerta del Rey, Villa del Prado y La Victoria, en la falda este del Cerro de Las Contiendas, cuenta hoy con apenas 3.000 vecinos. De sus orígenes como zona de vivienda social queda ya poco. Los veteranos de la generación de la EGB en Valladolid aún recordarán la mala fama de los escolares del barrio Girón de la década de los 70, cuyo autocar era uno de los más temidos si se trataba de encontrarse con ellos en una cita deportiva. 

Progreso

Pero esa reputación de barrio de niños díscolos y familias marginales se quedó en aquella década. Llegó apenas a mediados de los 80, y a partir de ahí comenzó a mejorar el perfil de las calles, hubo reasfaltados, ajardinamientos y también cambio de titularidad de muchas viviendas. Incluso destacados miembros de la vida cultural de Valladolid comenzaron a buscar el sosiego de aquella zona que, más que un barrio, era ya un pueblo de playa en plena meseta, con viviendas bajas asociadas a un patio donde poder disfrutar del aire libre.

El ejemplo más famoso es Cifuentes, el vocalista de los ‘Celtas Cortos’ , vecino del barrio desde hace décadas. Historiadores, músicos... «Tenemos también como vecino al solista Rodrigo Jarabo , al violinista del grupo Muyayos de Raíz ; al célebre pintor J orge Adrados ; a dos o tres músicos de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl) , además de dos de Celtas Cortos ; a distintos músicos,  la sede de ‘Zagalejo’ , que recupera  folklore de Castilla y León con una pureza y un saber hacer increíble... Es una gozada vivir aquí, es una zona muy agradable y segura. Lo malo es que se me habrán olvidado muchos», recalca Polanco. «Aquí tenemos al mejor dulzaina no solo de Valladolid, sino de Castilla y León, a Rafa ... Tenemos gente relacionada con el flamenco y de aquí ha salido Estela Sanz [danza], Soledad Luna [cantante]...». «Este es un barrio con una historia propia, con vecinos y vecinas, porque uno anda por las calles y saluda a la gente, nos saludamos y hablamos».

Una dotación emblemática del barrio es el complejo deportivo ‘Los Cerros’ , un gran polideportivo fundado en 1995 sobre instalaciones deportivas anteriores. Es sede del Club Deportivo San Pío X y del Dismeva Club Patinaje en Línea, que compite en la liga nacional. También destaca la gran edificación de la Residencia de Mayores ‘Cardenal Marcelo’ de la Diputación, que aloja a mayores de toda la provincia de Valladolid.

Es emblemática la plaza Porticada, que actúa al modo de ‘plaza mayor’ del pueblo, en la que se ubica la Iglesia Parroquial de San Pío X, patrono del barrio. En la Plaza se situaban distintos establecimientos hasta mediados de los años 80 del siglo pasado, pero a final del siglo XX la actividad comercial decayó. Ahora solo hay dos establecimientos abiertos. En cuanto a la Iglesia, es la edificación más grande del barrio, construida también íntegramente en ladrillo.

De los dos colegios originales permanece en pie el masculino, ‘El Empecinado’, que sirve de sede a varias asociaciones, entre ellas la de vecinos. El Cine Castilla, sin embargo, está en pésimas condiciones. La parte interior permanece en ruinas, mientras dos salas anejas aún se utilizan, una para actividades vecinales y la otra para las representaciones que periódicamente realiza el grupo de Teatro Corsario.

«Precisamente la rehabilitación del Cine Castilla es una de las principales reivindicaciones de la Asociación de Vecinos» , explica Polanco. «En la anterior legislatura la Junta de Castilla y León estuvo a punto de cederlo al Ayuntamiento para que se pudiera rehabilitar, pero con la actual Consejería de Cultura todo se ha paralizado», asegura. Sí han conseguido los vecinos, sin embargo, que la plaza en la que está se denomine ‘Plaza del Cine Castilla’, así como que se haya invertido en su remodelación con Presupuestos Participativos.

Es una de las reivindicaciones, pero no la única. La correcta canalización de la fibra óptica –ahora instalada de forma provisional sobre las fachadas–, y que llegue a todos los puntos del distrito, es una de las batallas abiertas, además de la reurbanización de las vías de la parte superior del barrio . «Hay calles como Panorama, Arenas, Enseñanza, que necesitan un arreglo», asegura el presidente vecinal. «Hace poco se consiguieron más pasos de cebra y arreglos en algunas calles, pero todavía queda». Servicio de ‘Biki’ para los vecinos de la parte superior del barrio y un centro de mayores son otras demandas de la zona, aun cuando Polanco valora positivamente el funcionamiento del Centro de Iniciativas Ciudadanas ‘El Empecinado’.

Los vecinos, que asumen como su zona verde el Cerro de las Contiendas y como sus centros escolares Cristo Rey y Teresa Íñigo de Toro , por estar «en los lindes»,  y como centro de salud el de Huerta del Rey por estar «a cinco minutos», están a la expectativa con el proyecto de instalar un ascensor al modo de los de Parquesol. «El plan estaba aprobado y con fondos europeos, no sabemos qué ocurrirá ahora», concluye el presidente vecinal. LOS NÚMEROS

Población.  Roza los 3.000 vecinos, lo que se traduce en un censo tres décadas estancado (2.953 en 1991).  Renta media. Alcanza los 21.228 euros anuales, un 9,7% menos que la media de la ciudad (23.515 euros). Centros educativos. CEIP Teresa Íñigo de Toro e Instituto Politécnico Cristo Rey.

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