Diario de Valladolid

El Supremo condena a un pedófilo de Valladolid a 5 años de cárcel por difundir videos de violaciones de niñas

El TS ratifica la sentencia de la Audiencia Provincial que destacó la “extrema dureza” de los 2.500 archivos requisados

El TSJ condena a un pedófilo a 5 años de cárcel por difundir vídeos de pornografía infantil.- E.M.

El TSJ condena a un pedófilo a 5 años de cárcel por difundir vídeos de pornografía infantil.- E.M.

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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El Tribunal Supremo (TS), en una sentencia que ya es firme, ha condenado a un pedófilo de Valladolid a 5 años y un día de prisión , L.P., informático de origen francés, por descargar y compartir archivos pedófilos de «extrema dureza» e intentar borrarlos para no ser descubierto. El acusado es ingeniero robótico y tiene conocimientos avanzados en programación, según los investigadores. Los hechos se remontan al año 2016, cuando el sistema Quijote de la Guardia Civil, utilizado por la Unidad Técnica de la Policía Judicial de la Guardia Civil puso la lupa ese año en este usuario de Valladolid. Las alarmas saltaron cuando detectaron que su IP había descargado 85 archivos pedófilos de extrema dureza, ya que entre ellos figuraban violaciones a niñas de corta edad.

El acusado, juzgado el 23 marzo de 2021 en la Audiencia de Valladolid, fue condenado a 5 años y un día de prisión como autor de un delito de posesión y difusión de pornografía infantil, pena a la que se añadió la medida de libertad vigilada por espacio de 5 años a la salida de prisión. El ingeniero robótico, que se declaró inocente en la vista oral, recurrió al TSJ de Castilla y León, que ratificó el fallo el 5 de julio de 2021 y ahora ha apurado su última bala con un recurso de casación ante el Supremo, que ha sido igualmente desestimado.

El acusado había alegado vulneración de la presunción de inocencia , error en la valoración de la prueba y una aplicación indebida del código penal en los apartados que elevan las condenas: cuando los hechos revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio, se emplee violencia física o sexual para la obtención del material pornográfico o se representen escenas de violencia física o sexual; y cuando se utilice a personas menores de edad que se hallen en una situación de especial vulnerabilidad por razón de enfermedad, discapacidad o por cualquier otra circunstancia.

Ninguna de las tres alegaciones han sido tenido tenidas en cuenta por el TS, de forma que la sentencia original se mantiene de forma íntegra. Una resolución que no solo incide en la gran cantidad de material pedófilo incautado, más de 2.500 archivos, entre fotografías y vídeos, sino también en la «dureza» de las imágenes. Su obsesión eran los menores y especialmente las niñas de corta edad. Y otro dato que ha asombrado a los investigadores, es que operaba con naturalidad a pocos metros de su esposa y su hijo. «En alguno de los archivos localizados las imágenes reflejan un notorio trato vejatorio y degradante hacia los menores y desprecio hacia la dignidad humana debido a la perversidad de los actos mostrados en los mismos y la brutalidad de los comportamientos exhibidos en las escenas», recoge la sentencia,

La sentencia recoge como hechos probados que L. P., operó con material pedófilo al menos en la época investigada: entre el 1 de enero de 2016 y el 14 de noviembre de 2016. Durante ese período descargó y compartió «de forma consciente» archivos de foto y vídeo con contenido explícito de pornografía infantil de menores de corta edad hasta 14 años, empleando para ello el programa eMule de intercambio de datos Peer o Peer (P2P), a través de las redes eDonkey y Kadmelia, utilizando la línea telefónica de un fijo de Valladolid, asociado a una IP instalada en su domicilio.

La Guardia Civil detectó inicialmente hasta 95 descargas. Por ello, solicitó un mandamiento de entrada y registro que se autorizó por el auto del Juzgado de Instrucción 3 de Valladolid el 7 de noviembre de 2016, y en el que fueron intervenidos varios discos duros (dos de ellos correspondientes a los ordenadores utilizados) y varios  pendrive. El Instituto armado intervino también un Ipad, utilizado por su mujer, y que fue devuelto. De todos ellos, compartió un total de 5,07 Gb y descargó un total de 69,47 Gb en 5.622 sesiones, almacenando un registro con 644 entradas en archivos pedófilos descargados y compartidos a través de la aplicación eMule. En una de las memorias externas los agentes encontraron 2.590 archivos pedófilos, 171 carpetas con 252 vídeos almacenados, 1.417 imágenes de fotografía de un total de 1.661 almacenados; de los que 13 se habrían descargado mediante P2P (eMule) coincidentes con los detectados con la base de datos.

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