Diario de Valladolid

El nuevo coronel de la Guardia Civil de Valladolid tomará posesión tras casi un mes ejerciendo en el cargo

Andrés Manuel Velarde será oficilalizado este miércoles como jefe de la Comandancia de Valladolid

Andrés Manuel Velarde, el pasado día 8 de junio en Valladolid durante la celebración del 179 aniversario de la Guardia Civil.-ICAL

Andrés Manuel Velarde, el pasado día 8 de junio en Valladolid durante la celebración del 179 aniversario de la Guardia Civil.-ICAL

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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Cuatro meses. Ese es el tiempo que llevaba descabezada la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid , desde que el pasado 13 de febrero se jubilara el coronel Juan Miguel Recio y su puesto al frente de la Benemérita de la provincia vallisoletana, la más importante junto con la de León en la Comunidad, pasara a manos de manera interina y provisional del número dos, el teniente coronel Javier Peña, ya ascendido a coronel y cuyo nuevo destino es Madrid. Una situación de interinidad a la que se puso punto y final el 22 de mayo cuando el coronel Andrés Manuel Velarde, hasta ahora coronel en Soria,   quien este miércoles tomará posesión de su cargo de forma oficial tras casi un mes ejerciendo en el cargo. Su misión, la regeneración de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid.

Claro que la esperada toma de posesión del nuevo jefe de la Benemérita en la provincia vallisoletana, que se publicaba en el Boletín Oficial de la Guardia Civil el pasado 4 de mayo y que llegaba dos meses y medio después de que la comandancia llevara ya dos meses descabezada, llegará este miércoles, es decir más de un mes y medio después de que Interior nombrara a Velarde como nuevo coronel jefe de la Guardia Civil de Valladolid.

Renovación de la comandancia de Valladolid que afectará a todo sus actuales mandos. El segundo de a bordo que ejerce en funciones en la jefatura vallisoletana desde la jubilación de Recio, Javier Peña,  ya tiene su ascenso concedido y aprobado y el destino despejado, Madrid. Y lo mismo sucede con el tercero. Hasta ahora era el comandante  Roberto Ferrero  quien asumía estas funciones, pero ya ha ascendido a teniente coronel y se le ha asignado destino en la provincia madrileña.

El nuevo coronel Manuel Andrés Velarde llega una comandancia con numerosos investigaciones de crímenes y muertes sin resolver y, lo que es peor, sin avance alguno en la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil. Casos, por otra parte, mediáticos algunos y todos de una gravedad máxima, pues se trata  del asesinato del joven de Laguna de Duero, David Hernández,  que apenas tenía 18 años cuando su cuerpo apareció sin vida en un parque del municipio en pleno confinamiento en 2020; el de  la joven Esther López,  que la Guardia Civil no logra resolver agravando así el sufrimiento de la familia que lleva más de un año sin respuestas; y el de  Cecilio Calderón , un hombre que apareció muerto en su casa de  Peñafiel  tras un robo hace la friolera de cinco años y cuyo caso fue archivado por falta de pruebas que permitieran a la investigación seguir tirando de algún hilo. 

A todos esto se le añaden supuestos casos de corrupción que ponen en jaque su reputación de la comandacia de la Guardia Civil de Valladolid. Algunos de ellos la señalan y otros ponen en el punto de mira a uno de sus mandos. Como el  ‘caso cuarteles’  que apunta a las comandancias vallisoletana y abulense, las dos únicas de Castilla y León que aparecen en la investigación. Es más,  el propio coronel Recio declaró como testigo en el Juzgado  por este caso de supuesta corrupción en la Guardia Civil.

Por una investigación por corrupción se encuentra apartado el jefe del  Grupo Especial de Actividades Subacuáticas  (GEAS) de la Guardia Civil de la Zona de Castilla y León, con sede en el cuartel de San Isidro de Valladolid. Se le investiga por desviar combustible del cuerpo para su uso privado. Descendiendo al detalle, la investigación indica que  el sargento F. P. G. rellenaba garrafas para repostar una maquinaria  que mueve un generador eléctrico y que se reservaba una parte para su utilización particular.

De menor rango en importancia, aunque también causó revuelo, es la denuncia que se efectuaba desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Valladolid ( AUGC )  sobre  la llamada «bodeguita» para oficiales  instalada en la comandancia con vinoteca, además de frigorífico, microondas o cafeteras, mientras la agrupación exigía una sala de descanso «digna» para la plantilla. Así las cosas, el relevo en Valladolid se encontrará con varias líneas que resolver, revertir y encauzar.

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