El número dos de Cs pide abrir el ocio nocturno mientras Castilla y León cierra la hostelería para un tercio de la población
Igea se aviene ahora a estudiar las medidas aplicadas sobre el sector
Las restricciones aplicadas tras el fin del estado de alarma generan discrepancias en el seno de Ciudadanos. En la cúpula nacional abogan por reabrir el ocio nocturno como la solución, dicen, a botellones y grandes aglomeraciones de personas como las que tuvieron lugar el pasado fin de semana. Así lo propuso el número dos de la formación, Edmundo Bal, mientras que en Castilla y León Verónica Casado y Francisco Igea, miembros del mismo partido, insisten en cerrar el interior de bares y restaurantes en aquellos municipios donde la incidencia despega por encima de los 150 casos.
No se ponen de acuerdo en la formación naranja, donde unos defienden aligerar las restricciones a la hostelería mientras otros limitan su actividad a las terrazas para un tercio de la población de la Comunidad. Bal considera que es el momento de aportar alternativas, sobre todo después de las preocupantes imágenes que dejó la noche del sábado al domingo, mientras que en la Junta de Castilla y León, los máximos representantes de la formación se empecinan en seguir cerrando el interior de los locales bajo los mismos criterios que en otras olas.
Esta disparidad de opiniones que muestran los miembros de Ciudadanos tiene consecuencias catastróficas para los hosteleros castellanos y leoneses, que ven como cada semana su negocio se somete a la suerte de la incidencia en la temida 'rifa' del consejo extraordinario de cada lunes. Todo ello, mientras el mismo partido apoya la flexibilidad para la reapertura en el resto del país. Sorprendente, cuanto menos. Y a la espera de que exista una postura común, casos como el de Ponferrada, que a la semana de reabrir el contagio la ha vuelto a condenar a dos semana más de cierres, ponen de manifiesto que no todo pasa por clausurar.
Las medidas no sanitarias adoptadas por la Junta han sido muy rígidas a lo largo de la pandemia. Desde la administración autonómica reiteran que no han sido las más restrictivas del país, pero no pueden negar que se han aplicado siempre hasta las últimas consecuencias. Tampoco pueden negar que, aunque el contagio sigue ofreciendo datos que no pueden ser aún tranquilizadores, la situación en esta cuarta ola es menos grave, en gran medida gracias a la vacunación. Quizá sea por todos estos motivos que ahora Francisco Igea abre la puerta a modificar los cierres de la hostelería en Segovia.
En una reunión con la Federación Empresarial Segoviana, el vicepresidente y portavoz de la Junta se ha comprometido esta mañana a estudiar la situación y valorar posibles modificaciones. como pueden ser en los baremos del semáforo que marcan las restricciones o a permitir un horario reducido de apertura en lugar del cierre total. Igualmente, Igea se ha mostrado "consciente" de que esta petición responde a una situación de extrema gravedad en la que permanecen empresarios y trabajadores, según recoge Ical.
Las medidas restrictivas de la Junta comienzan a perder apoyos. Los meses de pandemia y por lo tanto de cierres se acumulan a casi la misma velocidad a la que se acaba la paciencia. No hace mucho que la única respuesta a los cierres era la resignación, pero ahora empiezan a surgir oposiciones firmes. una de ellas es el caso de la localidad burgalesa de Aranda de Duero, cuyo gobierno lo municipal lo ostentan en coalición PP y Cs, al igual que en la Junta. Después de que se determinara incluir al municipio arandino en la lista que obliga a cerrar el interior de la hostelería, la alcaldesa ha llevado el caso ante la justicia por considerar que la orden se basa en datos erróneos.