El coleccionismo se aúna ante el Covid

Mayo y octubre eran los meses en los que tenía lugar la Feria Internacional del Disco y la del Coleccionismo , respectivamente. Ambas se han adaptado a la nueva situación y se aunó su celebración en unas mismas fechas y un mismo lugar: del 9 al 13 de septiembre en la Plaza de Portugalete . El motivo para el aplazamiento de la 35 Feria de Disco que coincidía con las fiestas de San Pedro Regalado es obvio, el coronavirus impidió su puesta en marcha. Mientras que para la XI Feria de Coleccionismo debería quedar justo un mes, 30 días de incertidumbre en los que no parece que la pandemia vaya a evolucionar a mejor. «No sabemos lo que va a pasar», indicó el presidente de Asofed, Carlos Ramírez. 

Esta feria por partida doble cuenta con las medidas de seguridad características de la nueva normalidad. El uso de mascarilla es obligatorio, igual que lo es echarse gel a la entrada y mantener la distancia. Como medida opcional se proporcionan guantes a la entrada. El acceso está vallado y, dentro, el recinto es unidireccional y está delimitado por unas cortinas transparentes para evitar que las condiciones meteorológicas dañen los productos. Además, en el interior de la Feria únicamente puede haber 50 personas.

En otras ediciones, la Feria de Discos albergaba unos 20 expositores , una cifra que este año se redujo a siete, mientras que la de coleccionismo contaba con 60 puestos y este 2020 solo con tres . Un descenso considerable aunque los diez expositores de la Feria se muestran «muy contentos» de que se haya celebrado. La Feria de Discos, según explicó el presidente de Asofed, es «la más antigua de España» y es internacional, o al menos en otras ediciones porque los expositores de Holanda, Reino Unido o Canadá que llegaban hasta Valladolid para vender sus discos este año han decidido permanecer en sus países porque «es un riesgo viajar». La representación nacional es significativa puesto que los vendedores llegan de  Asturias, Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Castilla-La Mancha, País Vasco y Castilla y León. 

Los visitantes pueden encontrar  productos muy diversos como ‘ merchandising ’, bibliografías musicales, más de 50.000 objetos de coleccionismo (especialmente playmobil) y más de 60 discos de diferentes estilos musicales y en varios los formatos, aunque «los más demandados ahora son los vinilos», comentó Ramírez. El precio de estos productos oscila entre un euro y 300. Asimismo, Carlos Ramírez indicó que cada persona que visita la Feria deja en la ciudad unos 30 euros, con lo que incidió en la solidaridad de ésta con sectores como la restauración.

«Hay poca gente pero había que arriesgarse» , señaló Alberto Santos, editor en ‘Imagica intriga’ que vino a esta Feria por primera vez desde Madrid motivado por la escasez de ferias en la capital. El desplazamiento y el alojamiento también supone un gasto extra para todos estos vendedores que decidieron acudir a esta Feria a probar suerte con sus productos. Es el caso del barcelonés  Pere Homs, un periodista musical de ‘Quarentena Ediciones’ que cifra su inversión en 500 euros. «No tengo que sumar gastos de estancia porque me quedo donde unos amigos, si no rondaría los 1.000 euros», apuntó. Este editor de libros musicales y vendedor de CD explicó que era la tercera feria a la que acudía, cuando a estas alturas debería haber visitado unas 50. Lo mismo le ocurre a Belén Martín, una bilbaína propietaria de la tienda ‘El Reino de las Muñecas’ que todos los fines de semana solía ir a alguna feria y esta es su sexta. «La ilusión y la pasión de la gente cuando ven las muñecas es lo que me anima a seguir», afirmó.