«Al Partido Socialista le interesa que a Castilla y León le vaya mal»

Raúl de la Hoz, portavoz parlamentario del PP, avisa que Castilla yLeón estará pendiente de que los pactos de investidura de Pedro Sánchez no supongan un perjuicio para la Comunidad y sugiere que estará dispuesto a llegar al Tribunal Constituciones si fuera necesario.

Pregunta.-Recién constituido el Gobierno de España, y dado que el Partido Popular está en la oposición, ¿qué relación esperan mantener con él?

Respuesta.- Como siempre, con lealtad. Somos gentes leales. El Gobierno de Castilla y León es un gobierno leal. Por lo tanto, lealtad a un gobierno que consideramos legítimamente constituido, pese a que somos oposición y consideremos que lo acaecido en España en torno a su formación es una absoluta traición a los principios básicos constitucionales y políticos que rigen, han regido y deben regir el funcionamiento ordinario de las instituciones de nuestro país.

P.-¿Por qué dice eso?

R.-Se ha constituido un gobierno sobre la mentira y el engaño porque solo así cabe calificar lo que ha hecho el señor Sánchez, que negó durante la campaña electoral cualquier posibilidad de pacto con Podemos y ha rubricado un pacto con Podemos, que negó cualquier posibilidad de negociación con Bildu y ha terminado negociando con Bildu, que negó cualquier posibilidad de acuerdo y cesión frente a las reivindicaciones separatistas y ha acabado pactando con Esquerra Republicana de Catalunya nada más y nada menos que al margen del ordenamiento jurídico vigente al constituir una mesa de negociación bilateral al mismo nivel entre España y Cataluña para hablar de un referéndum sobre la independencia de Cataluña. Todo eso lo consideramos traiciones a los españoles y a España como país.

P.-Con estos antecedentes, no pintan bien las cosas.

R.-Estos son antecedentes que dificultan de forma importante nuestra cooperación con el Gobierno de España. No obstante, a nosotros nos atañe la defensa de los castellanos y leoneses y el Gobierno de España nos va a tener a su lado cuando sea cuestión de defender los intereses de Castilla y León y nos va a tener también enfrente absolutamente si en algún momento se pone en riesgo los intereses de los castellanos y leoneses o se perjudica por intereses de terceros a los ciudadanos de la Comunidad. Estaremos atentos y vigilantes y seremos absolutamente beligerantes si de cualquier decisión de este gobierno se deduce un perjuicio para los castellanos y leoneses.

P.-El presidente de la Junta acaba de reiterar una petición de entrevista con Pedro Sánchez, adjuntándole un catálogo de reivindicaciones.

R.- En la carta del presidente se ponen de manifiesto algunos problemas de España. La carta exige una reacción inmediata y esperamos del Gobierno la contestación. Recordemos al respecto que el señor Sánchez no ha tenido a bien reunirse con el presidente de la Junta desde que es presidente. Esperemos que (el contacto) no sea solo a través de una llamada telefónica, sino a través de una reunión formal para hablar de aspectos tan importantes como la financiación autonómica, las infraestructuras, como el pago de la deuda, como el futuro de la Política Agraria Común, como la política industrial y energética, el apoyo al sector de la automoción, la financiación de la dependencia, aspectos todos vitales para Castilla y León y que queremos que estén sobre la mesa. Así que lealtad, cooperación para resolver los problemas y absoluta vigilancia para que no se lleve a efecto la amenaza que para Castilla y León supone el pacto de Sánchez con separatistas y comunistas.

P.-¿Dónde pondrán la línea roja?

R.-Es que lo triste es que ya está pactado. El Gobierno de Sánchez ha pactado con independentistas gallegos la supresión o reducción de los peajes en Galicia. Con Compromís en Valencia ha pactado una financiación autonómica a la carta. Es que también ha pactado infraestructuras para alguna provincia de este país. Y lo más grave: ha pactado con ERC un trato preferencial y rayano en la inconstitucionalidad con respecto a una comunidad.

P.-¿Puede poner un ejemplo?

R.-La financiación autonómica ha de ser multilateral y pactada en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Si la financiación de Cataluña se debe acordar en una mesa bilateral al margen del resto de autonomías, ¿qué significa eso? Perjudicará a Castilla y León evidentemente porque la tarta es una y hay que repartirla y si Cataluña como es de prever se lleva el trozo grande de la tarta para el resto de las comunidades la tarta es más pequeña. Los grandes problemas de esta Comunidad se solucionan con una mejor financiación autonómica. Necesitamos de una buena financiación autonómica para una correcta política sanitaria, educativa, de servicios públicos; y a día de hoy no creemos que la predisposición del Gobierno vaya orientada a que a Castilla y León se la trate con justicia, con igualdad y respetando los principios constitucionales.

P.-¿Hasta dónde están dispuestos a llegar si constatan una situación de agravio con respecto a la Comunidad?

R.-Nuestra arma para enfretarnos al hipotético maltrato del gobierno de España es la propia Constitución española, que nos asegura el trato igual a todos los españoles con independencia del lugar en que residan. Los pactos del Gobierno socialista no garantizan ese cumplimiento. Con la Constitución en la mano defenderemos a Castilla y León y llegaremos a donde haya que llegar. Sabemos que está de nuestro lado Ciudadanos y la mayor parte de la sociedad. Vamos a ver si el Partido Socialista de Castilla y León también está.

P.-¿Considera que el PSOE no es leal con los intereses de Castilla y León?

R.-El Gobierno de España reconoció que debía 142 millones del pago del IVA. Aquí en las Cortes solicitamos al Gobierno de España que nos pagara ya. ¿Qué votó el Partido Socialista de Castilla y León? Que no se pagara la cantidad que el Gobierno reconocía que debía. Pero más allá, hace mucho aquí reivindicamos una tarjeta sanitaria única para que ningún castellano y leonés se viera perjudicado a la hora de ser atendido fuera de nuestra Comunidad. El Partido Socialista votó en contra de una tarjeta sanitaria única. Y el colmo fue cuando presentamos una iniciativa para que las Cortes reconocieran que España es una nación y que el artículo 2 de la Constitución no permite más naciones que la nación española. Bueno, pues el Partido Socialista votó en contra de afirmarlo. Con esos antecedentes en que el Partido Socialista está más empeñado en tapar las vergüenzas del señor Sánchez que en defender los intereses de Castilla y León mucho nos tememos que no lo vamos a tener a nuestro lado.

P.-Recientemente se ha hecho público un fuerte incremento de la lista de espera quirúrgica, pero el portavoz del Gobierno parece justificarlos en parte en la herencia recibida de un gobierno que también era del Partido Popular. ¿Esto duelo oírlo?

R.-Al Gobierno de Castilla y León y a la Consejería de Sanidad les preocupa extraordinariamente la reducción de las listas de espera. Al PP le consta que la Consejería está trabajando de forma seria, rigurosa y constante para tratar de continuar la senda de reducción de listas de espera que se inició en 2014 con el Plan Pericles, es decir, con el anterior gobierno. Es cierto que, según nos indican los últimos datos, ese objetivo no se está consiguiendo pero estoy seguro de que en un futuro inmediato veremos reducir las listas de espera por la acción de la Junta. Las alusiones al pasado para justificar los datos a mí sinceramente me parecen argumentos infantiles que no merecen más consideración.

P.-¿Cómo funciona el pacto con Ciudadanos?

R.-Es muy bueno, por no decir excelente. Es cierto que nos enfrentamos a una situación que no habíamos vivido, pues el PP estaba acostumbrado a gobernar en solitario y Ciudadanos no había gobernado nunca. No niego que al principio costó algo ajustar la maquinaria, pero costó menos de lo que pensábamos que iba a costar. A día de hoy la coalición de gobierno PP-Cs funciona extraordinariamente bien. La comunicación, la coordinación de las políticas de las distintas consejerías, todas ellas capitaneadas por Alfonso Fernández Mañueco, solo pueden ser calificadas de muy buenas. Creo que goza de muy buena salud el pacto, a prueba de bombardeos ajenos de la oposición, que lejos de desunirnos nos ayudan a que cada vez el gobierno esté más consolidado y centrado en su trabajo.

P.-¿Le preocupa cómo pueda repercutirles la situación interna de Ciudadanos?

R.-A nosotros nos interesa que el congreso de Ciudadanos les salga lo mejor posible. Sinceramente lo digo. Creo que es bueno para Castilla y León y para España un partido como Ciudadanos centrado, fuerte y cohesionado en el objetivo, en este caso concreto, de Castila y León, de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Por tanto deseo que a Ciudadanos le salga bien el congreso y que Ciudadanos salga de ese congreso fortalecido, cohesionado y centrado.

P.-Días atrás, el último barómetro del CIS les daba un fuerte descenso del voto en las generales, concretamente pasarían del 31,7 por ciento de los apoyos al 19,6%.

R.-No lo valoro. No me merece ninguna credibilidad.

P.-¿Le merecen más credibilidad otras encuestas que coinciden en que la sociedad española está muy polarizada?

R.-El escenario que se avecina no es fácil, porque tenemos un gobierno de radicales. El Partido Socialista, que pudiera parecer un partido moderado, se ha entregado a los brazos de los radicales cuyo interés no está en construir una mejor España, sino en destruirla. El Partido Socialista ha querido ceder a esas reivindicaciones y tenemos un gobierno entregado a separatistas, comunistas y radicales. Es decir, el señor Sánchez ha querido que se radicalice el gobierno y el PP no puede jugar en este momento a la radicalidad, sino al revés, a la moderación. Creo que los españoles necesitan hoy más que nunca un partido de centro, moderado, que piense en España y los españoles y que no entre al trapo de la radicalidad del gobierno.

P.-¿Vox les espolea para abandonar esa moderación?

R.-El Partido Popular tiene que mirar al frente a los ojos de los españoles, en ningún caso tiene que mirar a los lados, ni a derecha ni a izquierda. Vox hace una política radical como la hace el Partido Socialista pero en el ámbito contrario y creo que la sociedad española no necesita las dos radicalidades. Hoy se requiere moderación, sensatez y sosiego y eso lo representa hoy el Partido Popular.

P.-¿Qué hará el PP si llega a las Cortes una propuesta como la del pin parental?

R.-Lo que me sorprende del pin parental es que al gobierno de España le haya preocupado extraordinariamente una medida que lo único que pretende, con mayor o menor fortuna, es garantizar que los padres se responsabilicen de la educación de sus hijos y rápidamente el Gobierno se ha opuesto y no ha dicho una palabra de lo que ocurre diariamente en las escuelas catalanas donde se está impidiendo el legítimo derecho de los estudiantes a estudiar en castellanos o se les intenta inculcar planteamientos ideológicos que en nada tienen que ver con el respeto constitucional. Ahí el Gobierno socialista guarda silencio.

P.-¿Suprimir la mayoría cualificada para sacar adelante la Ordenación del Territorio no es renunciar a la cultura del consenso?

R.-Espero que no nos lo diga el Partido Socialista que acaba de atentar contra la separación de poderes en este país. Si en la ley de Ordenación del Territorio se estableció que en algunos aspectos se necesitara mayoría cualificada fue porque el PP quiso contar con el PSOE. Eso lo utilizó el PSOE para obstaculizar cualquier modificación en la ordenación. Ahora, o seguimos bloqueados o hay que modificar la ley para no depender de quien quiere bloquearla. De forma acertada, la consejería competente, la de Transparencia, ha planteado modificar la ley para suprimir el bloqueo socialista y posibilitar que podamos prestar unos servicios de mejor calidad. El PSOE de Castilla y León no le interesa que los servicios públicos mejoren. Al Partido Socialista, y es triste decirlo, le interesa que a Castilla y León le vaya mal.