Diario de Valladolid

La Audiencia condena a 3 años al dueño de Just Fly que estafó a 70 vallisoletanos

Se presentó en el Ayuntamiento en 2014 anunciando una ‘revolución’ de vuelos a París, Londres, Málaga, Mallorca y Girona / Sólo realizó cinco y con retrasos / Aún no ha pagado los 45.000 euros a los afectados

Darío Quiroga en la rueda de prensa en el Ayuntamiento el 29 de mayo de 2014 para exponer su rutilantes planes de vuelos.-ICAL

Darío Quiroga en la rueda de prensa en el Ayuntamiento el 29 de mayo de 2014 para exponer su rutilantes planes de vuelos.-ICAL

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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La Audiencia Provincial ha condenado a tres años de prisión al dueño del touroperador Just Fly por estafar a 70 vallisoletanos –agentes de viaje y particulares– con viajes inexistentes en su gran mayoría entre la primavera y el otoño de 2014.

El tribunal vallisoletano ratifica así «de forma íntegra» la condena que ya impuso el Juzgado de lo Penal 2 en febrero de 2018 contra Darío Alberto Quiroga de Prado, por un delito continuado de estafa y el pago de 45.076 euros de indemnización a los perjudicados, con responsabilidad subsidiaria de la Compañía Aeronaútica Europea SL, la mercantil que creó ad hoc para muñir su plan.

La sentencia 267/2019, de 26 de noviembre de 2019, de la sala segunda de lo Penal, y con posibilidad de recurso ante el Tribunal Supremo, fue celebrada por la acusación particular ejercida por el letrado Pablo García Tejerina, ya que no cambia una coma de la sentencia del Juzgado 2 de lo Penal, y aboca a que Quiroga satisfaga de una vez las indemnizaciones a los perjudicados. «Aún no ha pagado nada», recordó ayer el abogado.

Darío Alberto, que fue detenido el 25 de noviembre de 2014 y juzgado en febrero de 2018, apeló la sentencia, aunque el Audiencia ha desestimado todas sus alegaciones y además sin miramientos, ya que realiza un repaso al miniestructura, tipo Playmobil de Just Fly –el propio Darío, un local en alquiler en la plaza del Rosarillo y una secretaria– que evidencia las fantasías de este mayorista que llegó a la capital del Pisuerga, proclamó, para trasladar a los vallisoletanos a destinos como París o Londres, además de cubrir vuelos domésticos a Málaga, Mallorca, Girona y Valencia.

En una pomposa rueda de prensa celebrada en el edificio consistorial el 29 de mayo de 2014, este empresario de entonces 44 años, y que había sido detenido con anterioridad por hechos similares, llegó a destacar el «importante nicho de mercado» de Valladolid, un filón que, lamentablemente, «no había sido debidamente aprovechado».

Pues bien, su ‘aportación’ a la aeronáutica local fue:de todos los vuelos finalmente sólo salieron cinco, y despegaron con retrasos considerables. En la mayor parte de los casos, los vuelos fueron cancelados con menos de 24 horas de antelación, sin previo aviso y sin dar ninguna alternativa a los usuarios, lo que ocasionó un grave perjuicio a los pasajeros y agencias de viajes que intermediaban en la comercialización de los billetes.

Así que cuando Darío Quiroga ha apelado que no había pruebas de cargo válidas y suficientes que permitieran alcanzar, más allá de toda duda razonable, «la convicción sobre la culpabilidad», la Audiencia de Valladolid replica con toda la artillería recabada en fase de instrucción y en las testificales del juicio. Y recuerda, de entrada, que la Compañía Aeronáutica Europea S.L, con sede social en Las Rozas (Madrid) que giraba bajo el nombre comercial de ‘Just Fly’ solo constaba registrada en el Registro de Turismo de la Comunidad de Madrid, y no en el de Castilla y León, por lo que sólo le habilitaba para ejercer la actividad en el ámbito territorial de la Comunidad de Madrid.

«Pese a ello, alquiló una oficina en la plaza del Rosarillo, 2 de Valladolid, contrató a una empleada como comercial, y se presentó en Valladolid con profusión de prensa y publicidad, anunciando, para el periodo de verano, vuelos que no se ofertaban hasta ese momento en el aeropuerto de Villanubla, en condiciones muy ventajosas y precio atractivos», recrimina la Audiencia de Valladolid, antes de exponer por qué no era cierta esa posibilidad de negocio, según lo que averiguó el Grupo de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional de Valladolid.

Sin personal ni fondos

Las pesquisas policiales determinaron que las condiciones que ofertaba en los folletos no eran ciertas pues carecía de personal cualificado;no tenía respaldo económico;ni recursos financieros suficientes. Además, las aeronaves que se mencionaba en la publicidad no eran en exclusiva.

Los agentes del caso también concluyeron que el negocio suponía unos riesgos inasumibles para esa empresa porque carecía de capacidad para ello: «De sus manifestaciones se desprende con claridad que no se trataba de una mala gestión empresarial sino que el acusado realizó unas ofertas de viajes engañosas, con lo que así obtenía el importe de los billetes y no cumplía con la prestación, careciendo de la infraestructura y medios necesarios para llevar a cabo dicha actividad».

«Entendemos que los únicos cinco vuelos que salieron de Villanubla formaban parte de esa puesta en escena para aparentar una solvencia y seriedad, lo cual llevó a engaño hasta a las agencias de viajes», remacha el tribunal que también tumba la segunda alegación relativa a que se no dieron los requisitos para una estafa continuada:«El nexo de causalidad entre el engaño provocado y el perjuicio es inequívoco», sentencia la Audiencia.

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