El ex vicepresidente de la Junta se ratifica en la capitalidad y reta a la dirección regional del PP a que lo expulse

Llegó tenso y se marchó de la rueda de prensa aún más crispado. El concejal del PP en el Ayuntamiento de Valladolid, José Antonio de Santiago-Juárez, convocó a los medios para transmitir que la propuesta de la ciudad de Valladolid como capital de Castilla y León era pertinente y natural, toda vez que está en proceso una reforma exprés de los Estatutos de la región, pero los mandobles que lanzó a propios y extraños por no compartir esta idea, acabaron por dejar en segundo plano su mensaje.

El que fuera vicepresidente de la Junta hasta hace tres meses, justificó la comparecencia por el «morbo» que ha suscitado su decisión de decretar a Valladolid como capital de Castilla y León. «Sí, vamos a presentar la moción en el próximo Pleno Municipal del mes de octubre por mandato constitucional», aclaró de partida.

Y lo promoverá el Grupo Municipal Popular, apuntó, porque «solo quiere dar respuesta al artículo 147 de la Constitución» que reza: «Los estatutos de autonomía deberán contener la denominación de la comunidad autónoma, la delimitación de su territorio, y la denominación, organización y sede de las instituciones propias de la autonomía». De Santiago añadió que estas sedes se desarrollan en el Estatuto «y resulta que la Ley de Sedes del año 1987, en artículo único, dice: las instituciones básicas, Cortes, presidente y Junta de Castilla y León tendrán su sede en la ciudad de Valladolid».

«¿Pero de qué están hablando?(los que critican)», se preguntó el edil popular. «Aquí todo el mundo se ha puesto muy nervioso, y esta propuesta no va contra nadie, contra ninguna provincia. ¡Hablan sin haber dedicado un minuto a estudiar el Estatuto!», clamó.

El munícipe recalcó que, apelando a la precisión jurídica, la capitalidad recae en la ciudad que acoge las tres instituciones básicas. Cuestión distinta, a su juicio, son las instituciones propias como Procurador del Común (León), el Consejo Consultivo (Zamora) y el Consejo de Cuentas (Palencia).

De Santiago, que fue ponente de la última reforma del Estatuto de Autonomía del año 2007, llamado de cuarta generación, defendió el momento de promover esta iniciativa al considerar ya superadas las presiones de sectores leonesistas.

Así, reconoció que hace doce años lo intentaron. «No nos atrevimos porque nos decían que faltaba arraigo, solidez en la Comunidad... Es más:tuvimos que retirar ‘Día de Villalar’ y llamarla solo festividad del 23 de abril», apuntó.

A su juicio, las críticas surgidas a su propuesta, delatan «que no existe sentimiento de comunidad, ni sensación de pertenencia», una atonía bajo la que se esconde «el provincianismo más rancio» y el «miedo más pueril».

Sí reconoció que debe de entonar él mismo el ‘mea culpa’ por este desapego, como alto cargo de la Junta, «como lo deben de hacer todos», pero acto seguido se reafirmó en seguir adelante con la moción, caiga quien caiga, a pesar de críticas internas como la de Alicia García o la de Francisco Vázquez, secretario general del PP en la región.

A éste último le dedicó las críticas más duras. «¿Quién es para desautorizarme? ¿Qué dice? En el PP habrá unidad, pero no uniformidad. Si cree que es una barbaridad pedir que se adapte la capitalidad a lo que dice la Constitución, que me expediente, que me expulse del PP, pero que no me desautorice. ¡Ha tenido mucho para hablar este verano y ha estado mudo!».

«Nos dicen que estamos poniendo chinitas al Gobierno de Mañueco y solo somos nueve concejales de la oposición del Ayuntamiento una ciudad. Si es así, !Es que el Gobierno es muy débil. Hemos perdido el oremus. No entiendo nada!», agregó el concejal popular.

A su «amiga» Alicia García le reprochó que, quizá, por ser dipuparlamentaria en Madrid «no lee la prensa de Castilla y León». «Eso pasa cuando les hacen diputados y ya no saben que la reforma del Estatuto no la ha planteado De Santiago, sino PP y Ciudadanos».

Tampoco se libró de las críticas el concejal José Antonio Martínez Bermejo, compañero de bancada popular, quien dijo que desconocía la iniciativa de la moción. «Para saberlo y conocerlo hay que venir a trabajar y estar en el grupo», concluyó.