El Clínico de Valladolid, pionero en reparar la válvula mitral del corazón sin abrir el tórax

El Hospital Clínico Universitario de Valladolid es el tercer centro de España que repara la válvula mitral sin necesidad de cambiarla ni de abrir el tórax, lo que reduce las complicaciones asociadas al procedimiento tradicional. El servicio de Cirugía Cardíaca vuelve a situarse a la vanguardia de la sanidad española a la hora de tratar a pacientes con problemas vitales.

La dolencia que se corrige con esta intervención se llama valvulopatía y afecta a personas mayores que presentan otras muchas enfermedades y, además, reciben bastantes tratamientos farmacológicos. «La válvula mitral no funciona bien y no se cierra durante la contracción del corazón regurgitando parte de la sangre en sentido retrógrado. Con el tiempo esto lo que genera es una disminución de la función del corazón, de su contracción, lo que se traduce en insuficiencia cardíaca», explica el doctor Juan Bustamante Munguira para, más tarde, precisar que, para obtener unos buenos resultados mediante la realización de esta técnica, la parte enferma debe ser el velo posterior de la válvula y el anillo de la válvula no debe estar dilatado.

Los pacientes notan cansancio, así como edemas en las piernas y una importante limitación funcional de las actividades de la vida diaria que genera dependencia de terceros. «La insuficiencia cardíaca en sus fases avanzadas tiene una mortalidad del 50% al año, y es una de las principales indicaciones de ingreso hospitalario en el mundo occidental».

El éxito de esta intervención radica en la selección de los pacientes. Por este motivo, de momento solo se ha tratado a una persona en el centro vallisoletano, aunque ya tienen planeado otro tratamiento de cara a los próximos meses. Está indicado para pacientes inoperables. Se minimizan los riesgos, de los cuales los más frecuentes son el fracaso renal agudo, la neumonía asociada a la ventilación mecánica, el accidente cerebrovascular, el sangrado postoperatorio o la herida quirúrgica, y se consigue una recuperación precoz.

Bustamante Munguira precisa que la técnica consiste en la introducción de un catéter por la punta del ventrículo izquierdo guiado por control ecocardiográfico que permite coger el velo enfermo de la válvula mitral y mediante el catéter y un sensor que identifica la cantidad de velo cogido, así como la profundidad medido mediante un sistema láser, arroja una puntuación de 0 a 4, tratando de obtener un 4, para en ese punto poder realizar la implantación de neo cuerdas en el velo enfermo. Es decir, a través del catéter se sutura el velo enfermo y se fija en la punta del ventrículo izquierdo con la finalidad de corregir la enfermedad. De esta forma, la válvula se cerrará cuando lo tiene que hacer y no hay que cambiarla.

«Este sistema ingenioso nos permite no parar el corazón y los pulmones y poder despertar al paciente tras la realización del procedimiento. Además, con el ecocardiograma garantizaremos la corrección de la enfermedad desde el mismo momento de la cirugía», celebra el doctor, quien comenta que no es comparable esta técnica con la que se hace una incisión de partes blandas de cuatro centímetros con la reparación de la válvula abriendo el tórax por esternotomia media (serrando el esternón), con una cicatriz de 25-30 centímetros y parando el corazón.

El Clínico de Valladolid es el único hospital de fuera de Madrid que realiza esta operación. Solo se hace en el Hospital Clínico San Carlos y hace tres meses empezó en Puerta de Hierro con dos pacientes. Para que la técnica pueda llevarse a cabo con absolutas garantías de éxito, además del equipo quirúrgico que es la pieza clave, es preciso la colaboración de forma coordinada de cardiología, anestesiología y enfermería. De momento, no se va a implantar en más centros de Castilla y León por «la complejidad del programa, la formación y la selección de pacientes».

En este sentido, indica que el Clínico ha adquirido este compromiso de poner a disposición de los pacientes los últimos avances tecnológicos para continuar consolidándose como centro de excelencia de numerosas patologías y técnicas. Una decisión, añade, que depende de los jefes de servicio y conlleva «mucho esfuerzo» a nivel formativo y asistencial y depende mucho del nivel de compromiso de los profesionales y su motivación.

El servicio de Cirugía Cardíaca cuenta con todos los elementos para seguir creciendo. «Poco a poco la cartera de servicios se va actualizando y ampliando con el objetivo de prestar una cobertura de excelencia». En este camino también tiene mucho que ver la plantilla. Además, subraya que se está potenciando tanto la docencia como la investigación, elementos que van ligados a la asistencia.

De cara al futuro, avanza que están trabajando de forma muy intensa en la realización de técnicas y protocolos que permitan reducir la agresión quirúrgica y, por lo tanto, disminuyan las complicaciones y el riesgo de la cirugía. De esta forma, los pacientes conseguirán una recuperación más precoz. En este punto, informa de que están trabajando en el proyecto de la Sociedad Española de Cirugía Torácica Cardiovascular para la recuperación precoz de los pacientes, en el programa de optimización de sangre que permite reducir las transfusiones y en la implantación de medidas de seguridad que eviten daños mediante la certificación en calidad.

Y desde el punto de vista quirúrgico, el Clínico camina para la realización de tratamientos con intervenciones poco invasivas, la implantación de dispositivos que suplen la función del corazón bien sea como tratamiento o para el trasplante. También están tratando las arritmias mediante cirugía con pequeñas incisiones en el tórax y desarrollar el programa de cirugía videotoracoscópica –pequeñas incisiones en el tórax y visión con una cámara– para el tratamiento de patologías cardíacas congénitas, tumorales, entre otras.