Diario de Valladolid

El pleno aprueba el PGOU que excluye el soterramiento y el PP promete cambiarlo

El nuevo modelo urbanístico para la ciudad sale adelante con los 15 votos del PSOE y sus socios y el rechazo de la opisición, que afea a Puente y Saravia aprobarlo a seis días de las elecciones

Saravia toma nota y Puente mira el móvil mientras interviene Martínez Bermejo.-J.M. LOSTAU

Saravia toma nota y Puente mira el móvil mientras interviene Martínez Bermejo.-J.M. LOSTAU

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El pleno municipal más previsible del mandato que está a punto de terminar en el Ayuntamiento acabó como era previsible. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, en realidad una revisión del vigente desde 2003, salió adelante con los 15 votos a favor del PSOE, Valladolid Toma la Palabra y Sí se Puede, mientras el PP, Ciudadanos y el concejal no adscrito, Jesús Presencio, votaron en contra entre acusaciones al equipo de gobierno de filibusterismo político y falta de respeto a los ciudadanos por llevar al pleno un plan de tal calado para la ciudad a seis días de las elecciones.

La de ayer fue la aprobación inicial y ahora deberá ser la Junta de Castilla y León la que lo ratifique, aunque el portavoz del Grupo Municipal Popular, José Antonio Martínez Bermejo, anunció, como ya lo hiciera la candidata del PP, Pilar del Olmo, que si recuperan el sillón municipal cambiarán el documento para incluir el soterramiento. Sin tener todavía el aprobado final, el PP ya anuncia cambios. Pero también esto era predecible.

Eliminado en el nuevo PGOU el gran proyecto que durante veinte años no se llevó a cabo y sustituido por la construcción de una veintena de túneles y pasos a lo largo del trazado ferroviario para comunicar ambos lados de la vía, parecía claro que tanto el PP como Ciudadanos harían del soterramiento una de sus principales líneas argumentales en el debate. Yasí fue. Descartado por el equipo de gobierno que lidera Óscar Puente, el PP considera éste como uno de los flancos débiles del alcalde y se aferra a la promesa de rescatar el soterramiento si ellos vuelven a gobernar como un talismán que les dé votos en el conjunto de la ciudad y en especial en los barrios atravesados por el tren.

A seis días de las elecciones también se preveía bronca política en el día de ayer y la hubo, pero no más que un muchos de los plenos celebrados en un mandato bronco en general. En fin, todo previsible.

El concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, abrió el pleno para defender el nuevo modelo plasmado en el plan aprobado ayer, dirigido a «poner las cosas en su sitio» y a centrarse «en la mejora de las condiciones de la ciudad existente» frente al formato de urbe en expansión, más allá de las rondas incluso, recogido en el anterior PGOU. Advirtió Saravia de que el plan general «es un marco de actuación» y pidió «evitar la mitificación» que puede llevar a pensar que un documento urbanístico «puede resolver todos los problemas de la ciudad».

Le respondió la portavoz de Ciudadanos, Pilar Vicente, que ayer se despidió, para recordarle que se comprometió a tener el nuevo plan en julio de 2016 y reprocharle que lo presente ahora, a seis días de las elecciones. «Puede darse el caso de que un nuevo equipo de gobierno se encuentre con un plan que no comparte», dijo Vicente antes de reprochar a Saravia la exclusión del soterramiento y la falta de diálogo para consensuar el plan, pese a admitir que «el modelo urbanístico actual es insostenible». Concluyó Vicente para señalar que lo que se aprueba es «el plan Saravia, cuando debía ser el plan de los vecinos de Valladolid».

Más duro estuvo el portavoz del Grupo Popular, José Antonio Martínez Bermejo, quien acusó al equipo de gobierno de «filibusterismo político» por aprobar el PGOU a seis días de las elecciones, un ejemplo, dijo, de «soberbia antidemocrática». Advirtió Martínez Bermejo de que el documento aprobado ayer supondrá «la congelación de Valladolid y su vuelta al siglo diecinueve», además de la «ruralización» de la ciudad y el freno a su proyección industrial. Martínez Bermejo pintó un Valladolid que se cerrará «a los que vienen de fuera» al «tener que dejar el coche en las afueras», en alusión a la red de aparcamientos disuasorios que contempla el PGOU en los accesos a la capital para coches en el centro.

El portavoz ‘popular’, quien afeó al alcalde que se pase el pleno «con el puñetero twitter», cargó las tintas cuando le llegó el turno de hablar del soterramiento. Aquí, acusó a Puente de «traicionar a los vecinos» al descartar el soterramiento en el nuevo PGOU «después de prometerlo». Insistió en el soterramiento de Murcia, como ejemplo de que el proyecto sí que es posible, y volvió a recriminar al alcalde por «clavar el penúltimo clavo en el ataúd del soterramiento que quiso intencionadamente aniquilar».

Igual de contundente fue la respuesta del portavoz del PSOE, Pedro Herrero, en un cruce de descalificaciones repetido a lo largo del mandato. Herrero reprochó al portavoz del PP su intento por frenar el pleno de ayer ante la Junta Electoral e hizo extensible la crítica a la candidata del PP, Pilar del Olmo, por presentar un escrito «sin ningún fundamento jurídico» para evitar la aprobación. «Usted es ‘guatemala’, pero viene doña ‘guatapeor’», dijo en alusión a Del Olmo. Defendió el nuevo PGOUcomo la contraposición «al modelo de despilfarro» y recordó la manipulación del plan de 2003 y el conocido como caso de los áticos, por el que fue inhabilitado Javier León de la Riva, para ilustrar «la ética» del PP en materia urbanística. «Cuando el PP habla de urbanismo se le ve la cara del lobby», dijo.

También la portavoz de Sí de Puede, Rosario Chávez, respaldó el nuevo PGOU como contraposición al de 2003, «un auténtico fracaso», señaló. Para Chávez, con el documento aprobado ayer «queda atrás la apuesta del PPpor el modelo expansivo», que asoció al «pelotazo urbanístico», y añadió que el nuevo PGOU incide en «un modelo de ciudad a escala humana».

Cerró el debate el concejal de Urbanismo con un relato futurista de la ciudad que emergerá de la aplicación del nuevo PGOU y pidió «un esfuerzo de concordia» para contar con el apoyo de todos, que no fructificó. Todo previsible.

tracking