Piden nueve años para un varón por cargar créditos a mendigos y parados
Las víctimas eran conocidos del acusado y acabaron perseguidos por las entidades prestamistas
La Audiencia de Valladolid juzgará desde el próximo martes a Antonio María R.A., de 72 años, por estafar a mendigos y parados conocidos suyos con la compra de productos y la solicitud de créditos con cargo a las cuentas bancarias de los afectados, que éstos le habían autorizado para su uso en la creencia de que era para ayudarles, bien para gestionar su patrimonio o con falsas ofertas de empleo.
La Fiscalía pide nueve años de prisión por los presuntos delitos continuados de falsedad y estafa por valor de más de 44.000 euros entre los años 2007 y 2010.
Según el escrito de la Fiscalía al que ha tenido acceso este diario, Antonio María R.A., que posee antecedentes no computables en la presente causa a efectos de reincidencia, logró que cuatro varones, conocidos suyos, le autorizaran el uso de diversas cuentas bancarias de las que eran titulares para preparar su engaño.
Así, se hizo con los datos de identidad de las cuatro víctimas y copias de declaraciones tributarias falsificadas para que figurasen sus nombres. Con estos papeles y la falsificación de sus firmas, «se dedicó a adquirir, a nombre de aquellos, bienes muebles con financiación y tarjetas bancarias, y a realizar a su nombre operaciones de crédito para adquirir productos que luego revendía», señala el Ministerio Público.
El final de todas estas operaciones era el mismo: el acusado, siempre en la sombra, se quedaba con los importes o los bienes adquiridos, y los afectados, como deudores frente a las entidades defraudadas. Y en algunos casos, como morosos ante acciones judiciales.
Un ejemplo significativo de su falta de escrúpulos es la primera presunta estafa que destapó el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Valladolid en agosto de 2007. El engañado fue uno de los cuatro conocidos a los que embaucó.
VÍCTIMA ANALFABETA
Antonio María R.A. solicitó a Cetelem Eurocrédito un préstamo de 12.000 euros para comprar un vehículo. Simuló ser el estafado con una declaración de IRPF y una cuenta en Caja Navarra. También estampó la firma falsa en el contrato y en el impreso de declaración de transmisión en Hacienda. La citada cuenta bancaria fue abierta por el acusado sin autorización de éste presentando un poder notarial que le había otorgado para otros fines. La supuesta estafa no quedó ahí. El vehículo objeto de transacción era de la pareja sentimental del acusado, es decir, que siguió disfrutando del coche, con 12.000 euros más en el bolsillo.
Sobre esta víctima, y a espaldas de la misma, realizó otras cinco operaciones más, entre ellas la solicitud de una tarjeta de Diners Club Spain SA, una tarjeta de crédito de Caja de Ahorros de Galicia, una línea de crédito por 1.800 euros a Cofidis, una tarjeta Visa a Citibank y una American Express.
El siguiente varón engañado fue directamente un analfabeto, según reconoció la víctima a la Policía. Pero ello no fue óbice para que Antonio María, en enero de 2008, se hiciera pasar por él para solicitar una tarjeta Eroski red Visa a Santander Consumer Finance y generar una deuda de 2.728 euros; una tarjeta de
El Corte Inglés que acumuló cargos por 3.153 euros –las compras fueron entregadas al acusado en un local de la calle Magallanes de Valladolid–, un crédito a Cofidis por 3.000 euros, una tarjeta Diners Club Spain SA a la de provocó un impagado de 716 euros y una tarjeta visa de Citibank a la que cargó 2.320 euros.
A un tercer estafado le endosó con una tarjeta de El Corte Inglés, previa simulación de su identidad. compras por 1.1746 euros que fueron entregadas en dos direcciones de la capital palentina; una deuda de 2.245 euros con una tarjeta visa oro de Citibank que fue remitida a la vallisoletana calle Padre Llanos, un crédito Cofidis por 1.650 euros y 1.400 euros en Bank of America.
Finalmente a un cuarto de perjudicado, ya en 2010, le hizo responsable de una deuda de 1.1611 euros de una tarjeta American Express; a este estafado le coló 1.600 euros en compras en El Corte Inglés y otras operaciones con otras entidades de las que no existe constancia del importe impagado.
El capítulo global de indemnizaciones es extensísimo. Las principales entidades reclamantes son Bank of America (15.646 euros), Eurocrédito EFC (11.396) y El Cortes Inglés, 6.431 euros.