«No me explico cómo justifican un crematorio con tan poco gasto de gas natural»
«Cuando me jubilé empezaron a incinerar en el tanatorio porque cogieron miedo a que los denunciara»
-MIGUEL ÁNGEL SANTOS
El documento en el que Justo M. G. describe el supuesto modus operandi del tanatorio El Salvador también plantea ciertas incógnitas relativas al crematorio que tienen en sus instalaciones de la capital vallisoletana. Si la familia no quiere estar presente durante la cremación, el difunto sería trasladado «rápidamente» a las instalaciones del Cementerio El Salvador de Santovenia de Pisuerga (Valladolid) propiedad de la misma sociedad, que también cuenta con horno crematorio. Allí se sustituiría la caja, «siempre que se encuentre en condiciones», refleja el atestado policial.
El extrabajador se pregunta: «No me explico cómo justifican un crematorio con tan poco gasto de gas natural». Justo M. G. asegura que poco después de jubilarse empezaron a incinerar los cadáveres en el tanatorio porque «cogieron miedo de que los denunciara», pero afirma que volvieron «al poco tiempo» a hacer lo mismo. «Lo sé por mis compañeros, que me lo cuentan... A pesar de tener miedo, puede más la avaricia», sentencia el exempleado, que se jubiló en 2015.
Según afirma este hombre, de 67 años, a principios de 2013 comenzaron a incinerar en la sede del Camino del Cementerio, pero «tenían miedo de que saliera humo por la chimenea que está a menos de diez metros de los adosados». «De nuevo, vuelta a subir los muertos a incinerar al Cementerio El Salvador (en Santovenia de Pisuerga)», remata el extrabajador.