Sacyl forma sólo a la mitad de los médicos de familia que se jubilarán en diez años

Castilla y León forma a la mitad de los médicos de familia que necesitará dentro de diez años para nutrir el relevo generacional. Las jubilaciones previstas en la próxima década en un colectivo altamente envejecido seguirán agrandando un agujero de profesionales que ya empieza a hacer estragos en los centros de salud y que continuará poniendo en jaque la atención primaria, en especial en las zonas rurales.

Ésta es una de las preocupantes conclusiones de un estudio elaborado por el Consejo de Colegios Oficiales de Médicos en la Comunidad y que fue presentado ayer en las Cortes ante una amplia afluencia de profesionales y representantes de todos los partidos políticos.

«La situación es inviable;no sólo en Castilla y León, también en España», alertó el presidente de los colegiados en la Comunidad, José Luis Díaz Villarig al avisar de que «se puede romper el eje fundamental del sistema sanitario».

«Ha caducado el modelo que tenemos desde hace cuarenta años», consideró Villarig. Y eso pese a contar «con los mejores médicos del mundo», que «se los rifan» cuando «tienen que salir» a otros países.

¿La solución? El portavoz de los colegiados rehusó proponer fórmulas concretas para corregir este déficit. Pero sí remachó que el actual problema es consecuencia de años sin una planificación nacional para garantizar la formación en todas las especialidades. Por eso, exigió un «gran acuerdo» entre todos los grupos políticos que impida la «caída» definitiva de una sanidad «pública, de gestión directa, universal y gratuita».

«Este problema no lo puede solucionar ningún partido político; es mentira», expresó Villarig apelando a un consenso entre profesionales, políticos, organizaciones profesionales y agentes sociales.

El estudio Demografía médica de Castilla y León toma como punto de partida la foto fija del colectivo en la actualidad para proyectar los parámetros que dibujarán el panorama en un futuro.

Así, revela que los 5.000 médicos que superan los 55 años representan el 46% de los colegiados en activo. Es decir, casi la mitad de los 10.757 médicos en ejercicio se podrán jubilar de aquí a una década. Por provincias, el porcentaje es sensiblemente más elevado en los territorios pequeños, con Soria (58,6%) y Zamora (50,5%) a la cabeza.

Por debajo de la media autonómica se sitúan las provincias más pobladas, pero «su panorama no deja de ser preocupante», consideró Dayro Gutiérrez Bejarano, encargado de desgranar las cifras del informe. El puesto de cola lo ocupa Vallladolid, con el 43,6% de potenciales jubilados en diez años. En concreto, la previsión es que en 2029 cuelguen la bata más de 1.130 médicos de los 2.606 colegiados activos que hay hoy en esta provincia.

Por especialidades, Medicina de Familia se sitúa entre las más envejecidas con una edad media de 53 años, así como traumatología (50,4 años) y cirugía general (50,2). En el otro extremo de la tabla figuran especialidades como cirugía pediátrica, con la mayor ‘juventud’ (menos de 42 años), oncología médica, las cirugías torácica y cardiovascular y aparato digestivo, todas ellas por debajo de los 45,5 años de media.

Con este panorama, lo significativa del estudio es que cruza el número de jubilaciones previstas con la cifra de médicos que ‘deberían’ incorporarse en los próximos años al sistema sanitario. Para ello, calcula el número de médicos que finalizarán el MIRdurante la próxima década tomando como parámetro la convocatoria de este año, que sacará 295 plazas.

Sobre este cociente, el autor del estudio advirtió que se dan dos por sentadas dos presunciones:que el número de plazas ofertadas se mantenga estable en los próximos años y que todos los facultativos que finalicen su residencia acabarán incorporándose a un puesto en Castilla y León. «Sabemos que no todos lo harán», contextualizó Gutiérrez Bejarano, consciente de una «movilidad profesional» que llevará a otras comunidades o a otros países a los residentes formados en el sistema sanitario autonómico. Son «variables que no podemos controlar» pero que, en todo caso, «empeorarían el ratio de reposición» calculado.

Con estas prevenciones, el informe desvela que las nuevas hornadas sólo podrán cubrir el 74% de las vacantes generadas en la próxima década en Castilla y León.

Por especialidades, ese ratio de reposición dibuja un panorama muy dispar. Uno de los más preocupantes es el de Medicina de Familia, donde la entrada de las nuevas generaciones únicamente podrá cubrir el 48% de las salidas. Tampoco resulta esperanzador el ratio en geriatría, otra especialidad llamada a cobrar protagonismo en una autonomía con población cada vez más envejecida, donde los mires sólo suplirán el 56% de las plazas necesarias en una década.

En el otro extremo se encuentran especialidades como medicina intensiva u oncología médica, con una ‘sobreformación’ de profesionales:saldrán seis por cada puesto vacante.

Entre las que registran mayor demanda se encuentran también radiodiagnóstico, oftalmología y pediatría. Mientras, guardan un discreto equilibrio entre las entradas y salidas previstas traumatología, anestesia, medicina interna y ginecología.

Sólo en 22 especialidades médicas el número de médicos que se formará superará el número de jubilaciones.

La falta de recambio generacional será más problemática en el medio rural porque, según los datos, la edad es hoy mayor entre los médicos que ejercen en los pueblos, donde se jubilarán el 54% en diez años, frente al 44% que lo hará en los centros de salud urbanos. Ese mayor envejecimiento, unido a la difícil cobertura de plazas que ya estamos viendo en zonas periféricas del territorio, seguirá comprometiendo la asistencia primaria en el medio rural.

En el campo de la atención más inmediata y cercana, el estudio matiza que la suficiente formación de pediatras no garantizará necesariamente la cobertura en los centros de salud y consultorios, donde las jubilaciones tendrán mayor impacto que en la pediatría hospitalaria, dejando «al descubierto» los puestos en AtenciónPrimaria.

El informe alerta también de la jubilación de médicos de urgencias hospitalarias (un 30% en diez años), donde la «carencia de especialidad hace aún más crítica la situación de estos servicios».

El estudio también evalúa la cifra de facultativos por sexo y apunta a la creciente feminización de la medicina en Castilla y León y en España al sumar las mujeres dos tercios de los colegiados menores de 55 años frente a la inversa proporción entre los mayores de edad Los autores justificaron este desglose por la «necesidad de prever el impacto de bajas y reducciones de jornada durante los periodos de embarazo y lactancia», una explicación que despertó cierto revuelo en la sala.

Es incuestionable que sólo las mujeres se embarazan y que a día de hoy son mayoritariamente las madres quienes se cogen los permisos, pero también es cierto que los periodos de paternidad están en aumento (por elección y por la ampliación legal de semanas a disfrutar, con el horizonte de igualar las 16 semanas de la madre), de modo que quizá en este punto hubiera sido recomendable advertir de ese margen de error en los cálculos.