Un Parlamento con sabor a ‘Dulce Tentación’
Más de treinta conventos y monasterios de las nueve provincias de la Comunidad ofrecen sus mejores productos en la sede de las Cortes
La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, observa junto a dos monjas, los productos elaborados.-ICAL
La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, destacó ayer el importante papel de la IV feria de repostería ‘Dulce Tentación’, para que los ciudadanos de la Comunidad «reconozcan el papel del Parlamento autonómico y de las Cortes de Castilla y León en este tiempo de Navidad».
«Queremos que a través del conocimiento del patrimonio histórico», el público pueda «acercarse a las Cortes e identificar estas fechas navideñas con el Parlamento autonómico». «Ponemos a la vista de los asistentes todos los monasterios que tiene nuestra Comunidad», puesto que «es una riqueza excepcional», expresó.
Clemente se mostró confiada en que «asista mucha gente», debido a que en ediciones anteriores «cuando todavía ésta exposición era poco conocida», la feria obtuvo una asistencia notable.
«Entiendo que cada vez la exposición va cogiendo más solera, por eso, la gente tiene que conocer este evento». Además, la presidenta de las Cortes insistió en la necesidad de crear una «mayor protección del patrimonio histórico», ya que lo que se realiza aquí «no tiene de ninguna manera un objetivo comercial, sino que perseguimos apoyar a los monasterios que viven gracias al cuidado que las comunidades religiosas les procuran», porque «hacen un enorme esfuerzo de mantenimiento, en donde uno de los ingresos que tienen es la venta de los productos y los dulces que durante todo el año elaboran con sus propias manos, que es algo muy importante porque le da una cualidad y un significado a algo que es artesanal».
Clemente agradeció «mucho» la presencia de las monjas, porque «hacen un enorme esfuerzo». «Este no es su trabajo habitual, y que esten aquí vendiendo sus productos creo que es su mejor tarjeta de presentación».
En la feria están representados 31 conventos y monasterios de las nueve provincias de Castilla y León. Una feria que cada vez consigue atraer a más participantes para ofrecer sus productos más exquisitos.
Turrones, rosquillas, pastas, mazapanes, obleas y el tradicional chocolate son algunos de los manjares que en su cuarta edición, ponen a disposición del público para saborear de primera mano los dulces más representativos de la Navidad.
En esta cuarta edición, el monasterio de San Joaquín y Santa Ana de Valladolid es el único que no estuvo presente en la anterior exposición. Además, de los 31 conventos y monasterios, once de ellos están declarados Bien del Interés Cultural. Por provincias, Ávila (1), Burgos (5), León (2), Palencia (5), Salamanca (4), Segovia (3), Soria (2), Valladolid (5) y Zamora (4), fueron el total de monasterios y conventos que se citaron un año más en esta tradicional experiencia.
El pasado viernes, 14 de diciembre, se inauguró la feria con el coro de ‘Voces Blancas de Valladolid’, para dar comienzo a una fiesta que cada vez coge más peso entre el público castellano y leonés.
Ayer, la exposición y venta de productos estuvo acompañada, desde las 18.00 horas, de la banda y coro de la Escuela Municipal de Música de Valladolid, y para hoy, desde las 12.30 horas, el grupo de música La Bazanca ofrecerá un espectáculo con su emblema ‘Cantando la Navidad’, para que a la tarde, a partir de las 17,30 horas, la Escuela Profesional de Canto ‘Hansel y Gretel’ pongan fin a otra dulce y exitosa feria en Castilla y León.