De la Riva tacha de «ruin» a Puente y no descarta volver a la vida política

El exalcalde Francisco Javier de León de la Riva, regidor de la ciudad durante 20 años, no descarta su vuelta a la arena política tras ser absuelto por el caso de la comfort letter, las cartas de conformidad que firmó durante su mandato, sin pasar por el pleno ni por órgano municipal alguno, en el marco de la operación del soterramiento. Preguntado por esta posibilidad, De la Riva no sólo no la rechazó, como sería lo lógico de tener claro que su retirada de la política fue definitiva hace cuatro años tras su condena por inhabilitación, sino que dejó abierta la puerta a esta opción cuando dijo que hablará «de lo que haya que hablar con quien haya que hablar y cuando haya que hablar» para escuchar lo que tengan que decirle en el partido. Pero dejó claro que no descarta «absolutamente nada».

La vena política del exalcalde afloró ayer tras «el calvario» vivido por él y por su familia desde que en abril de 2016 el alcalde decidiera llevar a los tribunales las tres comfort letters que firmó él en los años 2008, 2011 y 2012 y por las que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León le exoneró a él y a los exconcejales Manuel Sánchez y Alfredo Blanco de cualquier responsabilidad penal.

Incluso se mojó en su especialidad: la política municipal. Convencido de que el Partido Popular recuperará la alcaldía el próximo mes de mayo porque «el tripartito no ha hecho nada», aseguró que le gustan los tres nombres que suenan como posibles candidatos de su partido, el portavoz del grupo municipal, José Antonio Martínez Bermejo, la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, y el ahora presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero. Pero añadió que desconoce «cómo va» el proceso de nombramiento de candidatos, aunque se mostró convencido de que en las elecciones municipales «las personas cuentan más que las siglas».

De los tres, Martínez Bermejo se encontraba en la sala de la sede provincial del PP, junto con el resto de concejales del Grupo Municipal Popular y algún edil de la anterior etapa, en la que compareció León de la Riva. Otro de ellos, Carnero, acompañó al exalcalde a su llegada, pero tuvo que ausentarse durante la rueda de prensa por motivos de agenda.

Un León de la Riva nervioso en algunos momentos, emocionado cuando se refirió a su familia, reapareció ayer ante los medios junto a Sánchez y Blanco para romper el silencio mantenido durante estos casi tres años de proceso judicial y cargar contra Puente, al que responsabilizó en exclusiva de llevar la firma de las cartas de conformidad ante la justicia en «una decisión personal, ruin y mezquina».

Con un guión que llevaba escrito, relató cómo Puente le comentó en su día que tenía las cartas en su poder y que era el problema «que más le preocupaba», pero que no era su intención hacerle «daño».

Siempre según el relato de León de la Riva, pese a este compromiso verbal, luego Puente se desdijo y le comentó que la actitud del PP en el Ayuntamiento le impedía llegar a un acuerdo con él. Sobre la decisión última de llevarle a los tribunales, De la Riva aseguró que la única razón que encuentra es que «llegó a la alcaldía (Puente) después de perder dos veces» y le culpaba a él por ello.

Insistió en que desconocía lo que era una comfort letter, documento «que no era conocido en el ámbito municipal», negó que se tratase de un aval y se mostró convencido de que el soterramiento todavía «es factible».

Sobre la relaciones con Puente, dijo que se reducen a lo estrictamente institucional y añadió que para que se produjera un cambio el alcalde debería realizar «un reconocimiento público y pedir disculpas».

Tuvo al final de su intervención un recuerdo para el también exalcalde Tomás Rodríguez Bolaños, «un buen alcalde, un buen socialista y una buena persona», y recordó que cuando dejó la alcaldía él celebró una comida de homenaje. «Casi lo mismo que ha hecho (Puente) conmigo», dijo con cierta ironía.

Además de agradecer «a los miles de ciudadanos» que le han mostrado su apoyo en este tiempo, desveló que entre los que le han llamado antes y después de su absolución están el presidente nacional del Partido Popular, Pablo Casado, y el de Castilla y León, Alfonso Fenández Mañueco.

LA «LOTERÍA» DE PUENTE Y EL «ESTIÉRCOL» DE HERRERO

León de la Riva volvió ayer a ser León de la Riva de su etapa de alcalde. Repartió críticas y estuvo duro en especial con sy sucesor, pero también con el portavoz del Grupo Socialista, Pedro Herrero, quien se refirió al exregidor como delincuente convicto por su condena por desobediencia en el conocido como el caso de los áticos del edificio de la antigua sede de Caja Duero. Por este asunto De la Riva fue inhabilitado, lo que llevó a su retirada, parece que no definitiva, de la vida política. Preguntado por estas declaraciones, De la Riva recordó las palabras que dirigió el ministro Josep Borrell al diputado de ERC Gabriel Rufián cuando le dijo que sólo producía « una mezcla de serrín y estiércol». El ex alcalde hizo suyas estas palabras, pero eliminó el primer término y dijo que Herrero es «solamente estiércol».

En cuanto a Puente, dijo León de la Riva que «le tocó la lotería» en 2015, al acceder a la alcaldía con los votos de Valladolid Toma la Palabra y Sí se Puede. Según la versión que dio ayer León de la Riva, «a media tarde (del día de las elecciones) estaba absolutamente perdido por Valladolid, pensando que se terminaba su carrera política». Añadió que Puente «pensaba que Ciudadanos sacaría tres concejales, pero una candidatura pirata (Candidatura Independiente) le quitó votos a Ciudadanos porque las siglas eran muy parecidas, con lo que Ciudadanos perdió un concejal y el Ayuntamiento de Valladolid perdió un alcalde».

En esta línea de reparto de sablazos verbales, puso en duda la imparcialidad del jefe de la asesoría jurídica del Ayuntamiento cuando dijo que «es un amiguete que se trajo Puente de la Junta». Al final, añadió «la Justicia pone a cada uno en su sitio» y tras su absolución por los tribunales, De la Riva consideró que Puente ha pasado «al banquillo de los mentirosos».