Cinco años de prisión para el joven que disparó a un taxi con un fusil de asalto
Rebajó la pena en tres años gracias a un pacto entre las partes al apreciarse su drogadicción y que pagó la reparación del coche
El acusado ayer en la Audiencia de Valladolid.-LA 8
La Audiencia de Valladolid sentenció ayer a cinco años de cárcel y al pago de una multa de 2.160 euros al joven Jesús J.B. , de 31 años, quien el 16 de febrero de 2017 efectuó disparos desde su casa a un taxi con un fusil de asalto Kalashnikov e hizo lo propio contra una pared del colegio Lectonnac de Pajarillos y otros dos vehículos aparcados en las inmediaciones de su domicilio, sito en la calle Villabáñez.
El joven acudió al juicio desde el centro penitenciario de Valladolid donde permanece interno desde los hechos y fue saludo por una veintena de familiares presentes en la sala. Jesús J.B. se enfrentaba a una posible condena de ocho años de prisión por delito de depósito de armas y munición de guerra y por otro delito continuado de daños, a así como al pago de una multa de 8.640 euros y a la obligación de indemnizar a los propietarios de los turismos tiroteados con cantidades que suman 3.210 euros.
Los hechos se remontan a la madrugada del día 16 de febrero, cuando, presuntamente, el procesado se encontraba en su domicilio situado en el 27 de la calle Villabáñez y, por motivos no especificados, efectuó varios disparos.
J.J.B, se reconoció autor de un delito de depósito de armas de guerra y de otro delito continuado de daños, y a cambio vio como su condena se reducía en tres años al concurrir a su favor dos circunstancias atenuantes.
Una es la de reparación del daño causado al taxi, que no fue precisamente menor y que provocó un susto de muerte en el chofer. Su Citroën Elise 100 recibió dos disparos de cartuchos del calibre 7,62 que impactaron en la puerta trasera, rueda delantera izquierda y rueda trasera derecha. Y además los proyectiles rebotaron en la zona del maletero y en los bajos del vehículo. La reparación de los daños se elevó a 2.775 euros y el acusado los pagó antes del juicio.
La segunda atenuante está basada en un informe médico forense que apreció en Jesús J.B., dependencia de sedantes, hipnóticos y ansiolíticos; abuso y dependencia del cannabis y trastorno de ansiedad. También a su favor jugó el hecho de que los titulares de los otros coches tiroteados renunciaron a pedir reclamación por los daños ocasionados. Fue el caso de un Ford Mondeo –un disparo destrozó la ventanilla del conductor– y un Fiat Combi que estaban estacionados en la calle Villabáñez. Tampoco reclamó el representante del colegio de la Compañía de María.
El ahora condenado adquirió a una persona no identificada el fusil, fabricado en la extinta República Democrática de Alemania, y dos cargadores metálicos con 79 cartuchos metálicos completos sin percutir. El fusil estaba capacitado para disparar de forma automática y semiautomática.