Emilio Villazán defiende la legalidad de Meseta y deja en evidencia a López

Cientos de horas perdidas por cinco portavoces de la Diputación, que se podrían haber empleado en otra cosa más productiva. Ésa fue, en resumen, la sensación que dejó la última de las sesiones de comparecencias de la Comisión de Investigación sobre Meseta Ski y las relaciones de la Diputación con la empresa Corsán Corviam.

Los dos grupos políticos que más habían esperado ‘depurar responsabilidades’, PSOE y Ciudadanos, salieron ayer trasquilados de los interrogatorios. El primero porque el senador socialista e histórico del partido, Emilio Álvarez Villazán, a la sazón alcalde de Tordesillas en el momento de los hechos, defendió en todo momento la legalidad del proyecto, su idoneidad cuando fue puesto en funcionamiento y la implicación del Ayuntamiento que gobernaba. Ponía así en evidencia a la portavoz socialista y secretaria provincial del PSOE, Teresa López, tan proclive a buscar ‘el gato encerrado’ desde el pasado 12 de junio, cuando se constituyó la Comisión.

El segundo, porque la propia portavoz de Ciudadanos, Pilar Vicente, tuvo que pedir disculpas al principal ‘sospechoso’ de todos esos males que aún no han aparecido. Se trata del entonces presidente de Sodeva y alcalde de Olmedo, Alfonso Centeno –cargo este último que compagina hoy con el de procurador en las Cortes regionales–. La portavoz ‘naranja’ se excusó por haber mencionado a la empresa de la mujer de Centeno como una de las proveedoras de Corsán Corviam, y presunta beneficiaria de dineros provenientes de esas obras, cuando luego se demostró lo contrario.

Cuatro meses se dio la Comisión, el 12 de junio de 2017, para esclarecer el particular ‘escándalo Watergate’ al que algunos creían enfrentarse. La portavoz del Grupo Socialista fue elegida presidenta, y echó a andar el equipo de trabajo que, nueve meses después y tras casi medio centenar de comparecencias –en jornadas maratonianas desde el 27 de noviembre–, no ha llegado a ninguna conclusión salvo la de un informe jurídico solicitado a una auditoría externa. Éste corrobora que todo el procedimiento de Meseta Ski se efectuó conforme a la legislación vigente en el momento.

«Con Centeno no hablé demasiado, sino con el gerente de Sodeva», aseguró Villazán. «La Diputación eligió Villavieja por su proximidad a la A6 y a Tordesillas», explicó, a la vez que negó que tuvieran conocimiento de ningún fuego en la zona «hasta que Ecologistas lo denunció».

Villazán reconoció haber efectuado un viaje con responsables de Sodeva, a Portugal, donde les enseñaron una pista parecida a la que se iba a construir en Villavieja, para que conocieran el proyecto.

Volvieron a salir, así, las cuestiones de las ‘excursiones’, después de que fuera un viaje a Japón de Centeno el asunto que impulsó en su inicio la creación de la comisión de investigación en el seno de la Diputación. Un viaje sobre el que ya se pronunció el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León por no encontrar «ni siquiera indicios de la existencia de delito» (sic).

Tampoco supo Villazán quién pagaba los viajes de Sodeva, aunque sí recordó haber acudido a la Feria Internacional de Esquí y Montaña 2006, junto a la comitiva. Instó a los portavoces, allí presentes, a continuar el proyecto y edificar Meseta Sport, por el bien de la zona. «En sus manos está», dijo.

En cuanto al exceso de obra que ejecutó Corsán Corviam en verano de 2006, cuando sólo existía una licencia ‘en precario’, aseguró que se dio la orden de parar en cuanto las autoridades avisaron de que se estaban introduciendo forjados, «algo que rebasaba el mero acondicionamiento de terrenos».

En cuanto a esa licencia otorgada en precario en julio de 2006 por el Ayuntamiento de Tordesillas, Villazán adujo que aunque ese tipo de permisos «no son habituales», en esta ocasión se vio conveniente «en aras del interés público de la obra y la inexistencia de ánimo de lucro». Por otra parte, el entonces alcalde aseguró que siempre actuó «intentando que el proyecto se quedara en Tordesillas», porque era «su obligación como alcalde» atraer una infraestructura que iba a crear riqueza, y porque era «una demanda de los propios vecinos del municipio».

Abrió la sesión de comparecencias el ex presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano, a quien todos agradecieron el esfuerzo de acudir pese a encontrarse convaleciente. Medrano recordó que la obra se realizó «con el mayor consenso posible», pues fue el modo de actuar en la institución cuando fue presidente, «y me consta que ahora también», añadió.

A ese consenso, Medrano sumó la existencia, desde antes del proyecto Meseta Ski, de la Comisión de Control y Vigilancia de la Contratación, aun sin estar obligada la institución a ello en aquellos momentos. Por eso reprochó, muy amablemente: «Han tenido [ustedes] doce años para ver el expediente, más tres de esta legislatura», puesto que toda la información que se ha pedido en esa Comisión, que comandaba la oposición, «se ha facilitado».

El último en comparecer, el propio Centeno, sumó a las garantías de esa Comisión de Control la auditoría externa anual que cumplió siempre Sodeva, una auditoría «poco frecuente en entidades de este tamaño», aseguró.

Centeno dijo no poder estar «satisfecho» con el resultado de Meseta Ski, pues fracasó. Por eso, instó también a los portavoces a continuarlo, y tener «el éxito que yo no tuve», dijo, a la vez que apuntó que con la actual Ley de Montes el proyecto sí podría haberse realizado con su planteamiento original, porque el Legislador «se ha dado cuenta de que se equivocó», apuntó.

Centeno aprovechó su comparecencia para reprochar a los grupos su cambio de criterio: «En el inicio del proyecto estábamos todos de acuerdo; en lo que no estamos de acuerdo es en el final», espetó.