Diario de Valladolid

LA ESPUELA / JULIO JUSTO / ESCRITOR, COACHING Y EXJUGADOR DEL BSR VALLADOLID

«Veo la cara a Cristiano Ronaldo y pienso que soy más feliz que él»

En la España de la postguerra (1957) vino al mundo un niño al que su abuelo le bautizó como ‘cara seria’. El virus de la Polio le atacó cuando tenía once meses produciéndole una incapacidad severa en sus extremidades inferiores. Su vida cambia tras una experiencia cercana a la muerte en el transcurso de una intervención quirúrgica. Ha pasado por la Administración, la música, el deporte, la política, la empresa, la literatura (en 2014 ganó el Premio Juan Palau), y ahora se dedica a ayudar al que lo necesite.

Julio Justo.-J.M. LOSTAU

Julio Justo.-J.M. LOSTAU

Publicado por
J. I. Fernández

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Pregunta.- Cantante de folk, político, jugador de baloncesto en silla de ruedas, organizador de eventos, empresario y escritor. ¿Y usted es el discapacitado?

Respuesta.- Pues físicamente sí. Lo que ocurre es que tengo un problema que cada cierto tiempo si lo que hago no me produce circulación de adrenalina, tengo que cambiar y aprender cosas nuevas.

P.- ¿Y qué le queda por hacer?Si hasta ha montado en globo.

R.- Y en helicóptero. Me quedan muchas cosas por hacer. Ahora he encontrado una nueva actividad que me gusta: Ayudar a la gente a que bancos y aseguradoras no les tomen el pelo.

P.- ¿Tan primos somos?

R.- Mucho. Nos toman el pelo continuamente. Si no es con cláusulas, es con preferentes y con el Fórum.

P.- Ahora va ofreciendo charlas para enseñar a ser feliz. Usted, que de ‘chico’ le llamaban ‘cara seria’.

R.- Mi abuelo Trinitario. El típico castellano que no sabía ni leer ni escribir, pero con mucha intuición. El vio que yo no era feliz en mi infancia, el famoso bullying le viví hace muchos años. Yo dije siempre que había sido feliz en mi infancia, hasta que una sicóloga me dijo que comprobara en unas fotos antiguas mis ojos, y, efectivamente, mi mirada era triste en todas.

P.- Usted siempre aboga por ser feliz. ¡Qué fácil es decirlo!

R.- Sí, es fácil, pero tenemos un concepto equívoco. Confundimos felicidad con alegría. La felicidad creemos que son los fuegos artificiales, esa novia que te da un beso, que te asciendan... La felicidad es una decisión interna en la que dices ‘voy a ser feliz’. Hay que asumir que en la vida te van a venir momentos malos, regulares y buenos. Yo he sido el primero con mucha vicisitudes, pero hay que aceptarlo, y pelear por salir de esa situación.

P.- Dicen que la felicidad es wifi gratis.

R.- (Risas). Para algunos será. Yo el wifi gratis lo entiendo como esa conexión que tenemos con los nuestros que nos hace ser más felices.

P.- ¿Es usted más feliz que Cristiano Ronaldo?

R.- (Risas). Pues no sé como será él, pero a veces le veo la cara y pienso que sí lo soy. Él a su forma y yo a la mía.

P.- Qué no te acojone la vida fue su último libro. ¿Qué le acojona ahora mismo?

R.- Nada. Me acojona el futuro de mi hija y de mi nieta.

P.- Está la cosita mal.

R.- Estamos en un punto de inflexión, tenemos que defender valores que nos han llevado hasta aquí. Ahora mismo estamos siendo atacados por otras creencias. España está en el ojo del huracán. Fuimos puerta de entrada y no podemos volver a repetirlo.

P.- La vida son dos días, pero cómo sean cuatro, ¿qué hacemos?

R.- Pues alárgala. Renovar sueños y evitar que te entre Alzheimer.

P.- ¿Los sueños dependen del tamaño del bolsillo?

R.- No, los sueños son el camino hacia nuestros objetivos. Eres más feliz cuando preparas tus vacaciones que cuando estás en ellas. Los sueños más importantes no tienen precio. Por ejemplo el mío es correr por el campo.

P.- Después de escribir sus libros de autoayuda, ¿qué es lo más bonito que le han dicho?

R.- Que les ha ayudado. Yo siempre les digo que hay que diferenciar entre dolor y sufrimiento. El dolor es físico o emocional, inevitable, pero el sufrimiento se puede evitar.

P.- Hay gente que no va a trabajar por una gripe.

R.- Sí…y también hay gente que le encanta contar cosas negativas. La gente hemos perdido la reciedumbre de generaciones pasadas. Ellos sacaron familias con 5 y 6 hijos, ahora con uno ya nos cortamos la coleta porque no le vamos a dar todo lo que necesita. Y eso que yo soy el primero que he incurrido en esos errores.

P.- A los 18 años, en una operación complicada vio el túnel y la claridad. Cuente.

R.- Una situación de muerte clínicamente. Tuve un sueño con oscuridad tremenda. Vi la famosa luz pero lo que me provocó fue tener prisa en disfrutar de la vida. Por si acaso siempre digo que me metan bastones o silla por si lo necesito.

P.- Fue secretario provincial de Tierra Comunera en Valladolid. ¿Qué le queda de comunero?

R.- Todo. La esencia. La idea de que hay que pelear por Castilla y León. Ahora que se habla tanto de nacionalidades históricas, en España solo hay dos, Castilla y León y Aragón. Esta región tendría que tener otro reconocimiento.

P.- Castilla entera no se siente comunera.

R.- Por desgracia no. El 95% no.

P.- Se hizo político. ¿Cómo casan valores y política?

R.- Entras en un partido político con la intención de cambiar la sociedad, el mundo o tu pueblo y poco a poco te vas dando cuenta que en un partido como te muevas no sales en la foto, como dijo Alfonso Guerra. Yo estaba vinculado con las ideas de esa época pasada, pero las bases entendieron que comunero era comunista. En ese momento me di cuenta de que no casaba.

P.- En otro libro dice que Somos lo que creemos…y ahora mismo qué cree Julio Justo.

R.- Que pese a tener 60 años, voy a comenzar mi mejor época. Que mi tierra va a salir adelante y se van a resolver todos los problemas.

P.- Odia el ‘no puedo’ y el ‘no sé’. ¿Por qué?

R.- Son los factores que determinan las creencias y esas son luego las que nos llevan por la vida. Pensamos por lo que creemos y actuamos así. De pequeño los padres nos dicen ‘no puedo’ o ‘no sé’. Y cuando tenemos barba nos surgen esos ‘no puedo’ y ‘no sé’ que nos limitan.

P.- Dice:«Huid de los ladrones de sueño». ¿Quiénes son?

R.- Cada uno tenemos los nuestros. Esos ‘cuñados’ que te dicen que no montes un tanatorio porque la gente ya no se muere. Cuentas tus objetivos y te dicen que no es posible. Gente que no ha logrado sus sueños y les molesta. Los bancos también te roban los sueños.

P.- ¿Qué hacemos para que la vida nos ‘vaya sobre ruedas’?

R.- Primero que no vaya sobre ruedas (carcajada). Pues ser feliz. No comulgo con eso de que estamos en un valle de lágrimas. Hay que buscar el lado bueno de las cosas. Yo cuando voy a un restaurante siempre pienso que me van a cobrar menos por no usar la silla.

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