El médico mintió y no atendió a David Bustamante en Valladolid

El revuelo ocasionado tras la cancelación del concierto de David Bustamante, programado para el pasado sábado en Laguna de Duero, continúa siendo tema candente en el panorama nacional.

Según ha podido saber este rotativo tras consultar varias fuentes, el artista «ni siquiera llegó a pisar la ciudad del Pisuerga». Motivo que impugnaría la validez del informe médico presentado por el cantante para justificar su ausencia, llevando el caso al filo de la irrealidad, como reza uno de sus temas más sonados.

«El equipo de Bustamante había cogido ocho habitaciones y en el NH solo se presenció el manager en la jornada anterior a la actuación -el viernes- para comprobar las cosas. El sábado, a última hora, alguien de la confianza del cantante llamó para cancelar la reserva», explicaron dichas fuentes, subrayando que «el artista nunca apareció».

Tras conocer esta información, EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN se puso en contacto con José Antonio Robles, director del NH vallisoletano. Al ser preguntado sobre la presencia de Bustamante en la ciudad y el supuesto alojamiento en su hotel, respondió: «No puedo confirmar si tenía reserva o no porque es algo confidencial, pero sí puedo decir que no vino a Valladolid porque el concierto se canceló», remarcando que su política prohibe «facilitar cualquier tipo de información sobre los clientes».

En lo que respecta al parte, el facultativo del Hospital Clínico Universitario que habría atendido al cantante, el pasado sábado 2 de septiembre, es Alberto Gómez de Diego, quien matizó que se trató de una «consulta privada en su hotel» y «fuera de su horario laboral».

Frente a esta declaración, el documento médico presentado para poder cancelar la actuación recogía una fecha de ingreso y otra de alta del cantante en una cama de urgencias. Bajo el membrete del Clínico, este informe explicaba que el cántabro fue diagnosticado de «faringoamigdalitis aguda y afonía», prescribiendo como el tratamiento «un reposo vocal de 24 a 48 horas».

Es decir, Gómez de Diego habría falsificado la baja laboral de Bustamante para poder así justificar la suspensión del concierto que se iba a celebrar en la plaza de toros de la localidad lagunera.

Fuentes de la Consejería de Sanidad reconocieron a este diario que «la gerencia del Centro está analizando las circunstancias por las cuales un paciente que no consta haber sido atendido en las instancias de urgencias del hospital ha presentado un informe médico en un documento oficial del mismo».

En Laguna de Duero, los cabos también continúan sin ser atados. Aunque las sospechas que barajan los vecinos, como han confesado a este rotativo, apuntan a que «no se han vendido entradas suficientes para celebrar un concierto económicamente rentable y, por eso, se ha cancelado».

Sobre este asunto habló el promotor, Miguel Fernández Bécares, -con el que este periódico ha intentado contactar en vano en repetidas ocasiones-, en un programa televisivo, negando que esta fuera la causa. «Había un total de 4.000 entradas puestas a la venta, se habían expedido más de 2.000 y, a última hora, se esperaba alcanzar las 3.000 en taquilla», precisó.

En la misma entrevista, reconoció que, de verificarse la falsedad del parte médico, emprenderá acciones legales puesto que ha tenido «unas pérdidas muy grandes y la agencia no va a hacerse cargo de ellas». Fernández Bécares estimó haber perdido con la suspensión de la actuación «unos 25.000 euros que el seguro no me va a cubrir en su totalidad».

REACCIÓN

GTS, la oficina de management de David Bustamante, emitió en la jornada de ayer un comunicado en el que vuelven a repasar el diagnóstico y el tratamiento, reflejados en el parte médico entregado al promotor como justificante, que «imposibilitaron realizar el concierto programado en Laguna de Duero».

Tras repetir las palabras de la Consejería de Sanidad con las que admitía que un facultativo atendió al cantante, confían que «quede aclarada cualquier duda que pudiera haber».

Además, desde GTS expresan su «absoluta indignación ante el desagradable cuestionamiento del estado de salud del artista, haciendo reserva de los derechos que correspondan para defender su intimidad ante intromisiones ilegítimas, así como su buen nombre y reputación».

Por último, matizan que Bustamante «confía en su pronta recuperación para poder seguir con su gira de conciertos».