Diario de Valladolid

OBITUARIO

Eugenio García del Pozo, el profesor mercantil honesto y discreto

-J. M. LOSTAU

-J. M. LOSTAU

Publicado por
Felipe Ramos
Valladolid

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«Una vida que no se hace para servir a los demás no merece la pena ser vivida». Esta era la máxima que Eugenio García del Pozo, el padre de la ministra de Agricultura,Isabel García Tejerina, transmitió siempre a sus hijos, a quienes educó bajo los valores de la honestidad, la discreción y el servicio a los demás.

Justo los mismos que glosaron los 88 años de vida de Eugenio García ‘Genín’, como les conocían todos cariñosamente en Valladolid. Nacido en Ataquines en 1928, este profesor mercantil, que cursó sus estudios en la antigua Escuela de Comercio, lo que hoy es la Escuela de Empresariales, donde recibió clases de Derecho Mercantil del maestro Miguel Delibes, era un hombre honesto y discreto. Virtudes que prácticó en todas y cada una de las acciones de su vida.

Dedicado toda su vida a la actividad profesional de promotor inmobliario, que heredó de su abuelo paterno, Eugenio García también reservó gran parte de su tiempo a su fábrica y almacén de tejidos, otra de sus grandes pasiones.

Actividad profesional que no le impidió poner en práctica aquello que llevaba como máxima: la dedicación a los demás, al prójimo y a aquellos que lo necesitaban. Y lo hacía desde sus clases de catequesis, a las que no fallaba ni un solo día en La Pilarica o acudiendo muchas noches después de su trabajo a atender al Teléfono de la Esperanza.

La falta de horas en el día a día para estar con su mujer María del Rosario ‘Charo’ Tejerina y con sus cinco hijos, Eugenio las suplía con sus enorme voluntad de servicio.

Dedicación que llevó no sólo al ámbito profesional y altruista, sino también a su otra gran pasión: la Semana Santa, encarnada en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Más de ochenta años procesionando Semana Santa tras Semana Santa sin fallar ni un sólo día. Y todas con el mismo hábito que había heredado de su abuelo, convertido ya en casi en una reliquia. A lo que le sumaba la participación en todas y las actividades de la cofradría, lo que le va a valer para poder descansar como hijo de Nuestro Padre de Jesús Nazareno.

Y si Jesús Nazareno era su pasión, no lo era menos el deporte, sobre todo el tenis y la caza. Pasión por el deporte que le inculcó también a sus hijos. El mejor ejemplo es la ministra de Agricultura, con quien jugaba siempre un partido de tenis, hasta que las fuerzas y los años se lo permiteron. Encuentros en los que, en alguna ocasión, también participó el ex ministro y hoy comisario europeo, Miguel Arias Cañete. La caza menor, como su maestro de Derecho Mercantil, Delibes, era el otro deporte que Eugenio García practicaba.

Muchas actividades y trabajos que le valieron a este hombre de carácter afable el reconocimiento de todos aquellos que estuvieron con él y le disfrutaron, en algún momento de sus 88 años de esa vida que en la mañana de ayer tocó a su fin.

Gente de la sociedad civil, social y política de su querido Valladolid que ayer se hizo presente en el Tanatorio de Las Contiendas para darle su último adiós.

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