La venta de viviendas se acelera y se sitúa ya en máximos desde 2011

Las viviendas ya encuentran quien las quiera. El mercado inmobiliario de Valladolid toma ‘oxígeno’, tras años de agonía, y cada dato estadístico que se va conociendo certifica una recuperación de sus ‘constantes vitales’. La Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad del INE, conocida ayer, no fue una excepción.

Así, la compraventa de inmuebles se situó en la provincia, a falta de un mes para el cierre estadístico del año, en máximos desde 2011 y se confirma el cambio de tendencia observado en 2014. Hasta un total de 3.642 operaciones se efectuaron durante los primeros once meses de 2016, a razón de 15 viviendas vendidas cada día laborable. Eso significa un 19,5% más que un año antes (tres puntos más que la media de España). Y lo que es más, en ese periodo se vendieron ya 500 propiedades más que en 2012 (en total 3.125).

Valladolid fue, junto a Segovia, la provincia castellana y leonesa que más tiró del sector en el periodo de análisis en la Comunidad y más contribuyeron a que el conjunto autonómico alcanzara los máximos de 2011.

Soria y Zamora también vieron cómo sus casas se despojaban del cartel de ‘se vende’ con mayor facilidad. Ambas anotaron un 11% más de ventas. En el otro lado de la balanza se colocó Burgos. Fue en la única provincia castellana y leonesa donde las ventas de inmuebles durante ese periodo se contrajeron, en concreto un 0,15%.

Hasta un total de 15.423 operaciones se efectuaron en Castilla y León de enero a noviembre de 2016, lo que significa un 9,4% más que en el periodo anterior.

Sin embargo, pese a ese repunte, Castilla y León aún se encuentra muy lejos de los niveles que se alcanzaron en 2008. Y es que antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, en la Comunidad se llegaron a vender más de 28.600 de enero a noviembre, o lo que es lo mismo un 46% más (un 28% en España).

Y, además, la Comunidad la recuperación del sector camina a velocidad más reducida que el conjunto del país. En esa comparativa se observa que Castilla y León fue durante esos primeros once meses del año la quinta autonomía con un menor crecimiento interanual y se colocó prácticamente cinco puntos por debajo del aumento de España (14,2%).

Fueron las viviendas usadas las únicas responsables de que el mercado inmobiliario en la Comunidad esté despertando. En los primeros once meses del año, éstas experimentaron un incremento del 13,35%, mientras que las propiedades nuevas sufrieron un nuevo revés, cifrado en un caída de prácticamente el 4%. La tendencia en España es similar, aunque las nuevas bajan allí tan sólo un 1,4%.

Si nos centramos en qué ocurrió en el mes de noviembre de 2016 en relación al mismo mes del año anterior comprobamos que las compraventas crecieron en la Comunidad un 12,5%, al cerrar con 1.366 transacciones. Eso supuso que se vendieron 69 viviendas por cada 100.000 habitantes, lejos de las 92 por cada cien mil españoles que recoge la estadística, empujado sobre todo por las Islas Baleares, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Y es que la evolución al alza fue en Castilla y León, de nuevo, inferior a la vivida en el conjunto del país, donde las ventas crecieron cinco puntos más (17,3%), al pasar de 28.808 a 33.806 viviendas vendidas y compradas. España encadena diez meses consecutivos de alzas interanuales. Castilla y León, en cambio, tan sólo cuatro meses.

La Comunidad fue, de esta manera, la sexta autonomía con un menor incremento en las ventas de propiedades.

A las compraventas de viviendas hay que añadir las propiedades que cambiaron de dueño pero sin dinero de por medio. Ahí se sitúan las 880 herencias, las 45 donaciones, las dos permutas y otras 824 transmisiones.