El plan de choque reduce la ‘cola’ para operarse pero no combate la larga espera

El llamado plan Perycles, implantado por la Consejería de Sanidad el pasado mes de abril para intentar reducir la lista quirúrgica, se empieza a notar algo en el número de pacientes pendientes de una operación, tanto en el Clínico (donde hay 3.467 personas en cola, un 14% menos que hace medio año) como en el Río Hortega (2.763, un 9%menos). En términos absolutos, los dos centros rebajaron en 823 personas el volumen de pacientes a la espera de una cita (554 ‘sacó’ el más veterano de los hospitales vallisoletanos y otras 269 el nuevo complejo universitario). En total, la cifra de personas apuntadas asciende a 6.230 en ambos centros vallisoletanos, según los últimos datos publicados ayer, correspondientes al tercer trimestre del año.

Sin embargo, la nueva estrategia de Sacyl no consiguió atajar la elevada lista de espera que sigue pesando sobre los hospitales vallisoletanos. El Río Hortega tiene un tiempo medio de espera de 93 días (12 más que al finalizar marzo), mientras el Clínico repunta hasta los 89 (5 más que hace seis meses).

Similar es el balance en el conjunto de Castilla y León, donde 32.041 personas están en la lista (un 4% menos que a finales de marzo), aunque la demora media vuelve a situarse por encima de los cien días, un listón que la Comunidad no alcanzaba desde hacía tres años. En concreto, de media pasan 104 jornadas antes de que un paciente entre en quirófano, 19 más que hace medio año, 23 más que en septiembre de 2015.

Tanto en Valladolid como en Castilla y León, ese desfase se explica porque en los últimos seis meses no se ha dado salida a los pacientes que más tiempo llevan esperando su turno, un estancamiento que contribuye a alargar la demora media en los hospitales. De hecho, el único grupo que se ha reducido es el de pacientes que aguarda una operación desde hace menos de tres meses (17.421 personas en la Comunidad, 4.456 menos que al finalizar marzo). A partir de esos 90 días, el volumen aumenta. Yespecialmente llamativo es el incremento entre quienes esperan su cita desde hace más de un año:hoy son 1.001 personas, el triple que hace seis meses.

Atendiendo a la prioridad clínica de los pacientes, no se ha descuidado la urgencia de los casos más graves. Como es habitual, la gran mayoría de los pacientes con mayor prioridad son intervenidos durante el primer mes, con un cumplimiento que ronda el 99%.

El porcentaje cae al hablar de los casos con prioridad 2 (que deben ser operados antes de los 90 días), con uno de los grados de cumplimiento más bajos desde que se calibra la urgencia de los diagnósticos. En el último trimestre, sólo el 61,6% de estos pacientes pasó por quirófano dentro de esos tres meses, mientras que 1.499 personas ya han superado ese plazo de espera.

También bajó la cuota entre los pacientes con prioridad 3 (cuya intervención se recomienda antes de seis meses), con sólo el 83% de cumplimiento y 4.496 personas que ya llevan más de 180 días en la lista.

El balance de las listas de espera vuelve a dibujar la gran diversidad del escenario hospitalario en Castilla y León. Con brechas que, lejos de cerrarse, se agrandan cada vez más. Es el caso del complejo asistencial de Salamanca, que concentra una quinta parte de los pacientes pendientes de operarse (6.378 personas) en la Comunidad. Esa cantidad es muy similar a la registrada en marzo, antes de la implantación del plan de choque. Y, a pesar de los esfuerzos realizados en el último trimestre, la lista sigue siendo muy superior a la del ejercicio pasado (ha crecido un 42% en un año).

El tiempo medio de espera del hospital salmantino sigue desbocado y sus 163 días, además de estar muy lejos de la media autonómica, suponen un notable aumento de la demora (63 jornadas más en un año, 44 más en los últimos seis meses).

Esa ‘paciencia’ es casi comparable a la que se impone para la población del Bierzo, que desde hace más de un año se mantiene como el más tardón de los hospitales de la Comunidad. Quienes esperan cita llevan, de media, 176 días (99 más que hace un año, 41 más que hace seis meses). Y, en cuanto al número de personas en la lista, la gestión hospitalaria sigue revelándose muy deficiente a tenor de los datos:los 3.697 pacientes que acumula suponen una ligera bajada del 4% con respecto a marzo, pero sigue sin corregirse el escandaloso repunte registrado en el último año, con un 70% más de pacientes esperando en comparación con el tercer trimestre de 2015).

Tampoco es boyante la evolución en otros hospitales con una notable carga asistencial, como el Universitario de Burgos (3.974 personas, un 4% más que hace medio año) y el complejo de León (3.913, un 3% más).