Diario de Valladolid

La ley de la orquesta más fuerte

El enemigo para este negocio son las discomovidas, aunque los ayuntamientos también le quitan presupuesto para dárselo a los toros / Es una de las actividades que sigue en la misma situación que al principio de la crisis

La orquesta Galeón en una de sus actuaciones mientras el público baila.-EL MUNDO

La orquesta Galeón en una de sus actuaciones mientras el público baila.-EL MUNDO

Publicado por
Aurora Recio

Creado:

Actualizado:

«La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión». Kurt D. Cobain ensalzaba así a la música, su gran pasión. Y es que, la mejor descripción de la libertad es el sonido de unos bonitos acordes que hacen volar la imaginación y te liberan de cualquier preocupación. Esta es la sensación que los cantantes, músicos e incluso los técnicos de las orquestas sienten durante una actuación, libertad.

En la actualidad, una de las empresas que más sufre el azote de la crisis es la de las orquestas, pues a pesar del atisbo de luz al final del túnel para salir de la crisis en el que el país se sumergió en 2007, este negocio sigue luchando por sobrevivir, y lo que prima es ‘la ley de la orquesta más fuerte’.

Los responsables de las orquestas Origen, Amalgama y Galeón, coincidieron en que uno de sus «grandes enemigos» son las discomovidas, ya que son más baratas y hacen que los ayuntamientos las prefieran antes que a las orquestas. «La música en directo cae porque los alcaldes y los concejales de cultura son los primeros que eligen contratar discomovidas por su bajo precio», contó José Pedro Martín, representante de Origen, quien también explicó con indignación que la nueva normativa sobre orquestas no les favorece, sino que les «perjudica mucho», pues tienen que pagar altas cantidades a la Seguridad Social, hacerse autónomos por periodos muy cortos de tiempo y un largo etcétera que hace que las carteras echen humo y no haya beneficios.

Frente a esta situación en la que las orquestas son simples espectadoras de cómo les pisan el terreno, se ven obligadas, en muchas ocasiones, a bajar sus precios para poder adaptarse al presupuesto de los consistorios, Martín explicó que a pesar de que ellos presentan un caché «los ayuntamientos siempre buscan la rebaja», lo que hace que este caché baje, cuestión que respaldan Raúl Corral y José Antonio García (Nichi), representantes de la orquesta Amalgama y Galeón, respectivamente. José Pedro Martín expresó también que a pesar de no tener tantos contratos como antes, él no había reducido personal, ya que prefería cerrar a tomar esa decisión, «yo no concibo una orquesta coja», sentenció.

Las contrataciones para las fiestas de los pueblos comienzan en octubre y la temporada alta se encuentra, desde el 15 de agosto hasta el 8 de septiembre, por lo que en estas fechas el calendario de actuaciones está «más que cerrado», afirmó Raúl Corral. Corral expuso que el hecho de que haya menos actuaciones también es porque hay menos fiestas, «los pueblos que antes tenían cuatro días festivos ahora tiene dos, y prefieren meter música enlatada, que se acoge mejor a los presupuestos».

Corral defendió que aunque en Valladolid son pocas orquestas, «las que siguen lo hacen porque son músicos, les gusta tocar y viven por y para ello», pero confesó que en los días que vivimos esta empresa «no es negocio». «Se han dado varias bajas en orquestas por falta de contratos», añadió, «ahora mismo luchamos entre nosotros para conseguir los pocos que salen». «En la Comunidad lo que priman son los toros, y esto los convierte en un enemigo porque el presupuesto va dirigido a ellos y se le quita a las orquestas», así achacó José Pedro Martín una de las razones por la que los contratos bajan. Pero los competidores no solo son las discomovidas y los toros. José Antonio García (Nichi), representante de la orquesta Galeón, aseguró que hay orquestas que vienen de otras comunidades y esto supone «una merma de trabajo y dinero». Las regiones de las que más orquestas se envían son Asturias, Galicia y Cantabria. «Muchas veces, por el hecho de ser de fuera, la gente cree que son mejores, pero eso pasa aquí y en todas partes», contó Martín sobre la valoración que hace tanto la gente como los ayuntamientos de los conjuntos forasteros.

Algo que también preocupa al trío de orquestas es la homologación de los camiones escenario. «No todas las bandas lo hacen, al igual que la homologación del cuadro eléctrico» aclaró Martín y argumentó que los camiones son muy grandes y tienen que pasar la itv porque, si pasara algo la orquesta tendría un «gran problema».

Los tres representantes coincidieron en que Valladolid y los pueblos de alrededor son «bastante bailongos» a diferencia de otras provincias. Cada uno prefiere un tipo de población, uno las ciudades, otro los pueblos pequeños y el último los pueblos grandes, pero algo en lo que todos estuvieron de acuerdo es en que «los municipios más pequeños son los más entregados, viven más intensamente las fiestas y acogen mejor a las orquestas» y esto es lo que al final llena moralmente a las orquestas.

tracking