Las obras de Mergelina fuerzan el traslado de 100 miembros de la UVA

La remodelación de la antigua Facultad de Ciencias o Mergelina, en la que ahora se incluye el cambio de la fachada, obligó este pasado jueves a 30 profesores y 72 investigadores a empaquetar sus pertenencias para el inminente traslado. Estos trabajadores de la Universidad de Valladolid (UVA) serán recolocados en aulas libres y en la sala de estudio de la Residencia Alfonso VIII. Los docentes, tendrán sus nuevos despachos en las aulas de la residencia, que acogerá cada una a diez de ellos. Los investigadores serán reubicados a la sala de estudio. «Dispondrán del mismo número de metros cuadrados de los que tenían, aunque estén todos en la misma sala», explicó el vicerrector de Patrimonio e Infraestructuras de la UVA, Luis Manuel Navas.

La decisión de cambiar la fachada de la facultad es lo que ha motivado el traslado, que al comienzo de las obras no estaba previsto. Este centenar de trabajadores de la Universidad ha seguido con su actividad durante el vaciado del ala norte, que ya ha llegado a su fin. Ahora, tres millones y medio de euros de los 25 totales a los que asciende el presupuesto de la obra, se invertirán en el cambio de la cara visible del edificio.

Además, hoy comenzarán las tareas de demolición de la torre aulario, situada en la zona sur y que se prolongarán durante tres meses. «No era aconsejable el derribo mediante explosivos, por lo que el plazo de demolición será algo más largo» y a través de medios mecánicos, aclaró Navas. Una vez eliminada la torre, se construirá otra de seis plantas en el mismo lugar con 42 aulas, frente a las 24 que tiene la actual y tendrá capacidad para 2.500 estudiantes. Las previsiones indican que la construcción dure 18 meses, por lo que podría estar acabada a finales de 2017.

A su vez, durante este año se procederá al vaciado del resto de la ‘L’, es decir, la zona central y la zona sur, correspondiente a despachos de profesores. «El objetivo es asegurarnos este año que terminamos de vaciar el resto de la L antes de realizar intervenciones dentro del edificio» que están planificadas para 2017.

En 2018 continuará la rehabilitación y reforma del ala sur y se procederá al vaciado de la ‘O’ central, lugar donde se encuentra la biblioteca y otras zonas comunes, como áreas de informática, para finalmente proceder a su adecuación con mobiliario en 2019. Navas aseguró que «se aprovechará todo lo que se pueda del mobiliario de la sede de Mendizábal», que alberga la Escuela de Ingenierías Industriales, y que se encuentra próxima a las Cortes de Castilla y León.

El vicerrector además cree que el retraso en el inicio de la demolición de la torre aulario no perjudicará en el objetivo de que la facultad reformada esté lista para el curso 2019/2020. «No quita para que podamos entrar en el curso usando el edificio de forma parcial», aclaró.

«La idea desde hace años es intentar unificar las tres sedes (Mergelina, Mendizábal y Paseo del Cauce) en dos», para que así los alumnos y docentes de diversas ingenierías, que tienen clases en varios edificios estén físicamente más cerca. Cuando finalicen las obras de la antigua Ciencias, el edificio Mendizábal quedará «obsoleto».

Como explica Navas, hasta ahora «el mantenimiento que se realizaba era correctivo, no preventivo» y «no se ha estado invirtiendo más de lo estrictamente necesario» al tratarse de un edificio antiguo en el que la Universidad no tiene prevista ninguna otra utilidad.

El vicerrector recuerda que la parcela de Mendizábal está destinada a actividades públicas, y que si no es usada en un futuro por alguna actividad docente de la Universidad y se decide destinarla para albergar alguna institución pública, «la adecuación pasaría por la demolición del edificio y la construcción de uno nuevo».