Diario de Valladolid

El contrainforme a Lactalis constata con datos que Lauki es la más competitiva

El análisis de la Fundación Anclaje demuestra que su coste de producción es menor que en Lugo

Una de las líneas de envasado en la factoría vallisoletana Lauki, del grupo francés Lactalis.-ICAL

Una de las líneas de envasado en la factoría vallisoletana Lauki, del grupo francés Lactalis.-ICAL

Publicado por
Esther Neila
Valladolid

Creado:

Actualizado:

Cerrar Lauki es una mala decisión empresarial que podría acarrear a medio plazo un coste superior al ahorro previsto de inmediato. Es lo que defiende el contrainforme elaborado por la Fundación Anclaje para desmontar, punto por punto, los argumentos esgrimidos por Lactalis en su intento de justificar el anunciado cerrojazo de la planta vallisoletana.

El documento echa por tierra el «sesgado» análisis presentado por la multinacional y demuestra con números que, en igualdad de condiciones, la de Valladolid es la planta más competitiva de las cinco que posee en España. Sus costes de producción descenderían hasta los 42,98 euros por cada mil litros si su capacidad de producción fuera la misma que la de Villalba (Lugo), envasadora a la que la compañía quiere trasladar el grueso de la actividad y donde ese coste es 1,62 euros más caro.

El desmantelamiento de las líneas en las instalaciones de Valladolid –vaciadas por la empresa en los últimos seis años al recortar el 53,4% de su producción– ha disparado su capacidad ociosa, que ronda hoy el 55%, porcentaje en el que se escuda Lactalis para plantear el cese.

Pero este contrainforme advierte de que los costes unitarios de producción no son comparables porque los volúmenes son muy diferentes. «A menor volumen asignado, mayores gastos a soportar por litro fabricado», argumenta para desmentir ese supuesto mayor coste de producción. Así, el «liderazgo en competitividad» de la planta de Valladolid «pasa por dotarla de mayor masa crítica».

El informe constituye una contraofensiva para persuadir a la multinacional en su intención de clausurar las instalaciones. Ha sido elaborado por un grupo de trabajo, en colaboración con el comité de empresa y la Consejería de Agricultura y ayer fue presentado a sindicatos y patronal en la Fundación Anclaje.

Ahora será remitido a la dirección de la multinacional en Francia, así como al embajador del país vecino en España, tal y como indicó ayer la vicepresidenta del Gobierno autonómico, Rosa Valdeón. Y eso, a la espera de que el propietario de la compañía responda al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que hace un mes solicitó una reunión con la familia Besnier, dueña del grupo, para «convencerles de que el cierre no es una buena decisión».

Por si la demostrada competitividad vallisoletana no fuera suficiente, el documento añade que los actuales costes de producción tendrían aún mayor «margen de mejora». Y, en este punto, plantea «que la plantilla estaría dispuesta a estudiar» la posibilidad de reducir un 10% la actual masa salarial «en aras de asegurar la continuidad de la actividad».

Además, introduce el compromiso de la Junta de «poner a disposición de la empresa todos los mecanismos de apoyo público con los que cuenta». Es decir, brinda sus líneas de subvenciones a la inversión para modernizar instalaciones, «el impulso a la I+D+i», financiación «en condiciones óptimas» y recursos para «la mejora de la eficiencia logística».

Si Lactalis defiende la ubicación de sus plantas lucenses, el documento replica que Valladolid presenta «una ventaja logística», ya que más del 98% de los briks de Lauki se venden en el entorno de Madrid y el centro peninsular. De hecho, cuantifica que «la distribución desde Galicia a Madrid» encarecería el transporte en un céntimo por cada litro.

En cuanto a la leche pasteurizada, cuya producción es menor en Valladolid, también alerta del «impacto negativo» que tendría su traslado a Granada, ya que supondría un incremento total de 2,2 millones de euros.

El análisis de la Fundación Anclaje cuestión también la decisión de reducir ahora la sobredimensionada estructura industrial del grupo lácteo en España, una medida que tacha de «extemporánea» a la vista del «cambio de tendencia» en el mercado, con un repunte de las marcas propias frente a las blancas. De confirmarse esa tendencia, augura que «la sobrecapacidad actual podría convertirse en infracapacidad a medio plazo». Y «el coste de recuperar esa capacidad», tras perder a una plantilla cualificada, «será superior al ahorro esperado a corto plazo».

En este punto, recuerda también los valores demostrados por una plantilla «comprometida con la empresa», con «alto grado de cualificación y disponibilidad, una «experiencia» media de 20 años y el mayor «índice de fiabilidad» del grupo en Europa, así como «nula conflictividad» y la menor tasa de absentismo del país. También destaca que el coste medio por trabajador en Valladolid asciende a 45.698 euros (incluyendo salario y cotizaciones), una cuantía inferior al del resto de plantas, donde asciende a 46.943 euros por empleado.

Por último, ensalza los parámetros de calidad registrados en la planta vallisoletana, que lleva cinco años sin incidencias de inesterilidad y fabricando un producto reconocido por la Organización de Consumidores.

A la luz de estos argumentos, el documento concluye que «no se encuentran motivos» que justifiquen el anunciado cierre.

tracking