El Ayuntamiento duplica los centros para comedores escolares en verano
Este año serán cuatro, el Allúe Moré, Teresa Íñigo de Toro, Entrerríos y Miguel Hernández
El Ayuntamiento repetirá este año la apertura de comedores escolares durante el verano y lo hará en el doble de centros. Son cuatro los colegios elegidos en esta ocasión, Allúe Moré, Miguel Hernández, Teresa Íñigo de Toro y Entrerríos, el nuevo nombre del hasta hace unas semanas colegio Gutiérrez del Castillo. Este año no repiten ni el Picasso ni el Alonso Berruguete, los dos que el pasado año abrieron sus puertas para ofrecer manutención a alumnos de familias con escasos recursos.
La elección de estos cuatro centros busca «cubrir todas las zonas de la ciudad», dijo ayer la concejala de Educación, Infancia e Igualdad, Victoria Soto, al tiempo que anunció una campaña de difusión en los colegios de la ciudad para dar a conocer la apertura un año más de los comedores escolares.
Y como el pasado verano, estos cuatro centros se abrirán a los alumnos que ya disfrutan de una beca de comedor escolar, que se ampliará durante los meses de julio y agosto. Para éstos, se mantendrá la gratuidad del servicio.
Pero además, esta vez se ampliará la cobertura a los escolares que participan en el programa ‘Conciliamos’ de la Junta de Castilla y León, pensado para que aquellos padres que trabajan puedan compaginar su vida laboral y familiar. Esto llevará a ampliar el horario de apertura de los comedores, que empezará a las ocho de las mañana y se prolongará hasta las 15.30 de la tarde. Para los que alumnos procedentes del programa ‘Conciliamos’ el comedor no será gratuito y deberán abonar «una pequeña cantidad», que todavía no está concretada.
En todo caso, la concejala quiso dejar claro que sólo habrá ampliación de horarios si hay al menos 10 alumnos del programa ‘Conciliamos’.
Soto anunció también que el contrato saldrá a concurso para su adjudicación en las próximas semanas a un precio de salida de 50.000 euros. La apertura de dos comedores, uno en el colegio Alonso Berruguete y otro en el Pablo Picasso, fue una de las primeras medidas adoptadas por el nuevo equipo de gobierno tras acceder al Ayuntamiento. Un golpe de efecto que provocó las suspicacias del PP, que llevó a la petición de un informe jurídico.
Los populares cuestionaron el fraccionamiento del contrato, que pasó de los 12.000 euros previstos a 29.000 y que fue ejecutado por tres empresas: Aramar, que ofreció el servicio de alimentación.
Clece, que corrió a cargo de la animación, y Auvasa, el transporte de los escolares. También pusieron en duda la legalidad de la colaboración prestada por las empresas Clece, que aportó 10.119 euros para el programa, y Aguas de Valladolid, que contribuyó con 9.781.
El informe jurídico elaborado por el vicesecretario general del Ayuntamiento concluyó que la contratación de los servicios para el programa de comedores escolares ‘Compartiendo en verano’, durante julio y agosto del pasado año, fue legal y no vulneró la normativa de contratación.