Diario de Valladolid

Cultura

«En España no sentimos calidez por lo que somos»

Entrevista a Manuel Mira, escritor de novela histórica. El periodista y novelista alicantino presenta hoy en Valladolid ‘El olivo que no ardió en Salónica’, que narra la historia de la familia Carasso, que cambió los hábitos alimenticios de todo el mundo con Danone.

Manuel Mira.-El Mundo

Manuel Mira.-El Mundo

Publicado por
M. Díez Garrido

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Nacido en Alicante, Manuel Mira cuenta en El olivo que no ardió en Salónica la historia de una familia de sefardíes que viajó por todo el mundo en plena guerra y construyó el imperio Danone.Hoy a las 19.00 horas presenta su novela en la librería Oletvm.

Pregunta.- ¿Cómo le influye su pasado como periodista al escribir?

Respuesta.- Me han preguntado siempre que qué me siento, si periodista o escritor. Nunca habría llegado al periodismo sin querer ser escritor y al revés. Me influye especialmente en el aspecto de la curiosidad por investigar.

P.- Usted prefiere emocionar con una novela que narrar los hechos de forma puramente informativa.

R.- Naturalmente. El periodista tiene la obligación de recrearse en el mundo que concibe. Yo pensé en esta novela como un trabajo de investigación, pero me recreé y la pasé por el tamiz del escritor.

P.-  ¿De dónde surgió la idea de contar la historia del imperio Danone?

R.- Mi hijo, que es investigador, me la contó de pasada hace varios años y, como periodista, vi en esos retazos de historia la posibilidad de una epopeya. Me hablaron de una familia de sefardíes de Salónica que hacen un periplo por toda Europa, acaban en Barcelona, donde imponen las bases del imperio Danone. Pasan por guerras, por la persecución de los nazis y son obligados a huir a EEUU.

P.- ¿Cómo logró toda la documentación necesaria para escribirla?

R.- Tardé más de dos años y todo fue a base de mucha lectura. Internet y los libros fueron básicos. Otro capítulo aparte fueron los contactos directos con personajes. Hice también viajes a Salónica, al sur de Francia, Barcelona y Estambul para ver los ambientes. ¡Me lo he currado mucho!

P.- Usted ya ha dicho que no contó con la colaboración de ningún miembro de Danone actual.

R.- Son empresas y son guardianes celosos de su espíritu, pero la novela no cuenta la historia de la empresa, sino de los sefarditas.

P.- Sin embargo, sí contó con ayuda de personas cercanas.

R.- Con personas extraordinarias. Conté con dos nietos de Isaac Carasso, que me dieron testimonios muy vivos sobre los que pude hacer girar toda la narración. De no ser por ellos, habría quedado diluida.

P.- ¿Por qué la historia de Isaac Carasso puede interesar ahora?

R.- En primer lugar, por la promulgación de la ley que concede la nacionalidad española a los sefardíes que no la tienen . ¡Y ya era hora! Por otro lado, los españoles no nos damos cuenta de lo tenemos, hemos sido y somos. Nos tenemos que fijar en el ejemplo de los demás. Si hay un ejemplo de españolismo es el sefardismo.

P.- ¿Cree que en España se presume poco de figuras como esta?

R.- No es que no se presuma de ellos, es que son totalmente desconocidos. Es una historia necesaria. Por primera vez alguien ha hablado del sefardismo abiertamente en una novela histórica y de las personas que cambiaron los hábitos alimenticios del planeta. Muchos piensan que se hizo desde Francia, y se hizo desde el barrio El Raval de Barcelona.

P.- ¿Cree que influye el eterno conflicto entre Francia y España?

R.- No, es por la poca documentación y porque los españoles no tenemos calidez cuando se trata de lo nuestro. Nos desarraigamos de ello, tenemos complejo de inseguridad. No, señor, tenemos elementos que nos acreditan como un gran país.

P.- Dice que dejó jirones de su vida escribiendo esta novela, ¿cómo es esa pasión?Soy muy apasionado y vitalista. Escribir es sufrir para gozar. A veces no distingo esa dualidad tan contradictoria.

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