La construcción sigue en coma con 23 viviendas hasta abril
Al ritmo de los cuatro primeros meses no se llegará a las 130 del pasado año / En 2007, el año anterior al estallido de la burbuja inmobiliaria, fueron 2.500
Viviendas paralizas en El Peral, al sur de la ciudad.-J. M. Lostau
Ni la mejora de los datos macroeconómicos ni la impresión extendida de que el consumo se recupera son suficientes para reactivar la construcción, tan profundo es el pozo en el que cayó el sector tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
Lo confirman los datos de licencias para obra nueva concedidas por el Ayuntamiento de Valladolid hasta el mes de abril, el termómetro para medir la temperatura de un sector que parece haber tocado fondo, pero que carece todavía de impulso para despegar. Ylo que marca este termómetro es que el paciente sigue enfermo, con secuelas todavía del atracón constructor vivido hasta 2008, el año que empezó la crisis.
En los cuatro primeros meses de este año, la concejalía de Urbanismo concedió cinco licencias para la construcción de 23 viviendas. El ritmo es incluso inferior al de 2013 y 2014, dos años con la construcción bajo mínimos, en estado comatoso, aunque a estas alturas se habían concedido licencias para 69 viviendas en el primer caso y para 31, en el segundo.
Un dato revela el cambio radical experimentado en los últimos ocho años: en 2007, el año anterior a la crisis, Urbanismo otorgó licencias para 2.500 viviendas, que bajaron a 1.000 en 2008, 506 en 2009 y cayeron en picado a 130 en 2013.
De mantenerse el ritmo de estos primeros cuatro meses no se alcanzarían las 130 nuevas viviendas que se empezaron a construir el pasado año, aunque una promoción en alguno de los planes parciales que todavía tienen suelo por desarrollar puede disparar los datos hacia arriba con una sola licencia. Pero por ahora está por ver que eso ocurra.
La experiencia de los últimos ejercicios es la contraria: promotores con licencia otorgada por el Ayuntamiento renuncian a ella a la espera de mejores tiempos. Lo hizo, incluso, la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda, VIVA, que renunció el pasado año a construir 59 pisos de protección en los terrenos de la antigua fábrica de Metales Extruidos, junto a la Avenida de Burgos, hasta que la demanda se recupere.
De las 23 viviendas autorizadas hasta abril, 15 corresponden a una promoción de chalés unifamiliares en Ciudad Jardín-El Cabildo.
Y como ya suele ser habitual, todas las viviendas autorizadas son de promoción libre. Ésta es otra de las consecuencias de la parálisis que sufre el sector de la construcción: nadie construye ahora viviendas de protección.
Lo curioso es que, frente a lo que pueda parecer, no son tantas las viviendas nuevas que siguen sin venderse. Según los datos que maneja la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Valladolid, Aspriva, el stock de pisos nuevos que están a la venta en la ciudad ronda los mil.
No sólo la construcción de viviendas sigue sin despegar. Tampoco lo hace en la vertiente industrial. En estos cuatro primeros meses sólo se concedió una licencia para una nave en el polígono El Carrascal. Por contra, caducaron otras dos para un almacén y para un taller, en ambos casos también en El Carrascal.