Baja probabilidad de lluvia el viernes y calor primaveral

El sol llega a finales de esta semana para quedarse. Si las previsiones meteorológicas se cumplen, los cielos de la Comunidad permanecerán despejados desde este fin de semana hasta el próximo miércoles día 1. Después se irán cubriendo de nubes, aunque las probabilidades de precipitación son bajas.

Con «protector solar» habrá que salir a la calle para contemplar las primeras procesiones de la Semana Santa. Y, para los más calurosos, hasta con manga corta.

Los termómetros alcanzarán los veinte grados en las horas centrales del día, «entre dos y tres por encima» de la media habitual para estas fechas, indica el jefe de predicción de la delegación autonómica de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Juan Pablo Álvarez. Por la noche, el mercurio oscilará entre los seis y siete grados, también «uno por encima» de lo que es habitual.

Las temperaturas primaverales aguantarán hasta el Viernes Santo, cuando una masa de aire frío de componente nordeste atraviese Castilla y León. El termómetro descenderá hasta los 17-18 grados de máxima, mientras la «sensación de frío» se intensificará de madrugada.

Y es aquí donde entra la amenaza de lluvia. Las probabilidades de precipitación serán muy bajas, del 14%, en la jornada de Jueves Santo, y del 24% al día siguiente, aunque, el jefe de predicción de la Aemet prefiere formular el pronóstico al revés. «Hay un 76% de probabilidades de que luzca el sol».

En todo caso, de producirse algunos chubascos serán «poco importantes». «Quizá puedan impedir la salida en hora de una procesión, pero no su recorrido», afirma Álvarez. La zona de Castilla y León donde es más probable que llueva el Viernes Santo será el norte de la provincia de Burgos, pero «no afectaría a la capital», agrega.

En cuanto a las previsiones meteorológicas para el último fin de semana, Sábado Santo y Domingo de Resurrección, el jefe de predicción de la Aemet prefiere no mojarse ante la «incertidumbre» que arrojan los modelos de predicción.