Diario de Valladolid

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Justicia suprime el taxi y obliga a notificar en bus

El Ministerio recorta el uso de ese transporte y el de un coche de los juzgados / Los funcionarios denuncian lentitud, riesgo y la bajas dietas por kilometraje

Entrada al Servicio de Comunicación y Ejecución en el edificio de los juzgados de la calle Angustias-J.M.Lostau

Entrada al Servicio de Comunicación y Ejecución en el edificio de los juzgados de la calle Angustias-J.M.Lostau

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Miguel A. Vergaz

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Los agentes judiciales que realizan notificaciones y embargos ya no pueden utilizar el servicio de taxi como era práctica habitual hasta hace unos meses. Deben realizar el trayecto en autobús o en el propio vehículo para ahorrar gastos por una disposición del Ministerio de Justicia por cuyo cumplimiento vela la Gerencia Territorial.

Tampoco pueden disponer de vehículo adscrito al decanato –uno de los tres coches oficiales de los que dispone la Administración de Justicia de Valladolid– que, cuando no realizaba otro servicio, podía utilizarse para realizar los actos de ejecución y comunicación (citas, emplazamientos y notificaciones).

Ese transporte, de hecho, está inmovilizado, ya que su conductor se jubiló este año, sin que el Ministerio haya repuesto la plaza. Todo ello «a pesar del dinero recaudado en las tasas y que, en verdad, aún no se sabe en qué se emplea».

Esta es la queja repetida de varios funcionarios de la Administración de Justicia en Valladolid que han preferido guardar el anonimato. Sin embargo, sus argumentos los respalda el presidente de la Junta de Personal, el sindicalista de CCOO Alfredo Prádanos. «Es un claro perjuicio para la agilidad de los procedimientos. Antes en el tiempo en el que podías hacer cinco o seis gestiones ahora, con suerte, se pueden hacer la mitad, ya que, sencillamente, hay que esperar al autobús». 

El propio Prádanos trabaja en un juzgado de lo Social y señala que, en su caso, debe realizar muchas notificaciones «a empresas que están en los polígonos y que tienen sus horarios peculiares, con lo que el tiempo es muy limitado».

La alternativa de la utilización del propio vehículo, sobre todo de cara a los actos de comunicación en el mundo rural, tampoco convence a los funcionarios. La compensación es de 0,19 céntimos el kilómetro, «con lo que es obvio que no se cubren gastos», protestan.

No es de la misma opinión el juez decano de Valladolid, Ignacio Segoviano, quien considera que el uso de taxis «era, sin paliativos, un auténtico derroche». Considera que el servicio de notificaciones no se ha resentido y que el ahorro es considerable: «Entre Valladolid, Zamora, Salamanca, León y Palencia, alrededor de medio millón en tan sólo un año».

La mayoría de los actos de comunicación dependen de la oficina centralizada de servicios comunes en la que derivan la mayoría de notificaciones a realizar por parte de los juzgados y que mantiene una apretada agenda de trabajo.

Sin embargo, cuando la notificación necesita por una especial premura que sea un agente del propio juzgado quien lo realice, «este es un tiempo perdido en el trabajo a realizar en el despacho», señalan los funcionarios. El presidente de la Junta de Personal también asegura que, al prescindir de taxis, el funcionario «puede verse, incluso, en una situación apurada en ciertos barrios y con algunos colectivos, al permanecer demasiado tiempo expuesto en la calle».

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