ENTREVISTA A JUAN CARLOS DE MARGARIDA (II PARTE)
«Hemos salido ya de la crisis»
Pregunta.- ¿Hemos salido ya de la crisis?
Respuesta.- Rotundamente sí. Al igual que cuando se inició la crisis tuvimos una sensación térmica de que no había llegado, ahora tenemos otra sensación térmica de que aún estamos en plena crisis. Los datos son favorables, tienen que venir trimestres hacia arriba, puede haber alguno que baje.
P.- ¿No le parece muy atrevido decir que hemos salido de la crisis cuando hay en Castilla y León 226.044 parados, 159.000 empleos destruidos, una tasa de paro juvenil por encima del 50%, más de 10.000 empresas desaparecidas, sectores como comercio y construcción hechos añicos…, miles de desahucios y gente casi pasando hambre?
R.- Existe una crisis cuando se desmorona todo el sistema económico y financiero. Eso ya ha sucedido. Estamos en niveles bajísimos, la crisis no son unos datos malos; la crisis sucede cuando se desmorona un sistema y se hunde lo que hay alrededor. Ya se ha tocado fondo; empezamos a resurgir poco a poco porque no puede ser en grandes medidas.
P.- Dice su observatorio que Castilla y León es la única con aumento de la tasa de paro interanual.
R.- En las variables económicas macro y micro hay que ver las tendencias y no los datos puntuales. El conjunto de los datos refleja una mejora. Es importante saber que se han destruidos más de 9.000 empresas en cuatro años, pero ahora esa destrucción se está aminorando de forma considerable. En el último mes se han creado más de las que se han destruido.
P.- ¿No sería más preciso decir que hay una ligera recuperación dentro de un crisis?
R.- Le insisto que crisis es el desbordamiento de un sistema. Se ha desmoronado el sistema. Llevamos casi un año con crecimientos.
P.- ¿Iremos a peor?
R.- No. Puede haber altibajos puntuales. La tendencia es ir hacia arriba.
P.- ¿Cuándo llegaremos a niveles de paro de 2007?
R.- Tardaremos muchos años. La economía no es algo aislado. Castilla y León no es una economía industrial, sino de servicios. Las economías industriales saldrán antes que nosotros. Lo mismo que las comunidades costeras gracias al turismo.
P.- ¿Sería bueno garantizar por ley una renta mínima que pudiera cobrar todo el mundo?
R.- En estos momentos, no. Tenemos unas cuentas muy deficitarias. Todo aquello que se sume debilita el Estado del bienestar, que ha sido tocado de forma importante. Tenemos que garantizar la sanidad, la educación y la seguridad y confianza en el sistema en el que estamos.
P.- ¿Hay que subir los salarios para impulsar el consumo?
R.- Ahora no. Estamos siendo competitivos en las exportaciones gracias a la reducción de costes salariales. Nos compran porque somos competitivos en precios además de en producto. Esa competitividad puede cambiar si tocamos los costes salariales y afectar a las exportaciones. Podemos tener un problema muy serio. Sí sería bueno reducir las cotizaciones sociales, como plantea la Comisión Europea.
P.- ¿Es realista a su juicio un crecimiento en 2015 del 2,1% como prevé el Presupuesto de Castilla y León?
R.- Los datos tienden a ese porcentaje. Hay factores externos que, si cambian, pueden hacer disminuir esa previsión.
P.- ¿Estimula la inversión el Presupuesto o se pueden hacer otras cosas que la Junta no ha previsto?
R.- No me voy a poder mojar mucho. Los presupuestos de Castilla y León, en relación a otras comunidades, han sido siempre muy coherentes. Siempre ha habido un endeudamiento pausado y gracias a eso, en las épocas malas, hemos podido endeudarnos más que otros.
P.- ¿Enmendaría los presupuestos?
R.- No. El presupuesto es algo que se cree que va a suceder. El que lo hace tiene mucha información que nosotros no poseemos.
P.- Me sorprende que el presidente de los economistas no plantee ni siquiera una alternativa parcial.
R.- Los presupuestos tienen que tender a crear industria.
P.- ¿Y eso lo garantiza el de la Comunidad?
R.- Sí, pero podría crear más. Hay que vender nuestra Comunidad para aumentar nuestra industria. Lo mejor que se puede hacer en Castilla y León es vender el carácter serio, trabajador, cumplidor y ahorrador de la gente de Castilla y León. Eso nos permite atraer inversión porque es una garantía para las empresas.
P.- ¿Qué cambiaría del modelo fiscal de Castilla y León?
R.- La reforma fiscal de Montoro está reduciendo las retenciones de la nómina de los trabajadores. Estamos disminuyendo ingresos del Estado, lo que va a repercutir en las comunidades autónomas. Es un problema…
P.- Hay impuestos cedidos en los que Castilla y León está por encima de comunidades limítrofes.
R.- Estoy de acuerdo, pero yo no subiría impuestos; tampoco los bajaría, los mantendría.
P.- ¿Le consta que el crédito está llegando ya a las empresas o cree que realmente no hay proyectos de inversión que requieran créditos?
R.- No, pero no llega no porque los bancos no los quieran dar, que seguramente no se los quieren dar a determinadas empresas, sino porque en estos momentos no existe confianza empresarial. Hay una gran incertidumbre…
P.- Eso es un gran problema.
R.- Sí. El empresariado castellano y leonés se está sosteniendo por las exportaciones. Si dependemos de las exportaciones, cualquier cambio geopolítico puede repercutir en nuestros ingresos. Existe desconfianza con la gestión que se está desarrollando en nuestro país.
P.- ¿Esta desconfianza también existe con Castilla y León?
R.- No, es más a nivel nacional.
P.- La corrupción está creando un ambiente de desconfianza hacia España, que se acentúa más con la pobreza. ¿Está perjudicando este ambiente a la economía?
R.- Perjudica a todo. Es la decepción del ciudadano que ha hecho y está haciendo muchos esfuerzos.
P.- ¿Hay más o menos corrupción en Castilla y León?
R.- Hay menos. Lo que digo del carácter castellano y leonés vale para la clase política.
P.- ¿Sería bueno que repitiera Herrera como candidato a la Presidencia de la Junta?
R.- (Silencio) ¿Y por qué no? Cuando las cosas más o menos están bien la continuidad es una garantía. También es cierto que un cambio podría dar nuevos aires a todo el sistema. Cuando va bien lo que está dentro y hay inestabilidad en los alrededores, lo normal es que siga.
P.- Luego, le gustaría que siguiera.
R.- Debería seguir, sí.
P.- ¿Está la universidad a la altura de las circunstancias o hay que imprimir cambios sustanciales?
R.- Todas las instituciones tienen que adaptarse a los nuevos cambios. Hay un antes y un después de la crisis. Los paradigmas han cambiado. La universidad tiene el reto de captar con rapidez esos nuevos paradigmas parar inculcar las necesidades profesionales y empresariales a sus alumnos. La universidad tienen que estar más en la empresa. Todas las carreras tienen que estar en la realidad de sus profesiones y nutrirse de las empresas. Las empresas tienen que nutrirse del conocimiento universitario.