Lino se enroca y no dimite

Se preveía tormenta y tormenta hubo. Lino Rodríguez no fue ayer cesado de su cargo de presidente por los socios de Asaja Valladolid, tal y como había pedido el presidente regional del sindicato Donaciano Dujo. Pero la asamblea de ayer en los locales de Caja Mar distó mucho de ser un camino de rosas. No se pudieron aprobar las cuentas anuales y el informe del presidente. Voces destempladas pidieron su cese «por malversación de los fondos del sindicato» y el daño corporativo que su figura acarrea. Lino se enrocó. No dimitirá.

Estos fueron los hechos en los que están de acuerdo los 70 socios que accedieron en la mañana de ayer a la asamblea. Todo lo demás difiere según quien lo cuente. Rodríguez señaló que «unas quince personas maleducadas y que sirven a los intereses del presidente de Asaja Castilla y León impidieron el desarrollo de la reunión». En consecuencia, no pudo exponer «los datos recopilados a lo largo de un año que desvelaban la trama de mentiras urdidas por el extesorero Alberto Cano y el exgerente Fernando Redondo para desprestigiar al sindicato».

Muy diferente visión tiene Félix Sacristán, presidente de Derco y hombre de confianza de Lino Rodríguez hasta que señaló ante la juez Soledad Ortega, titular del Juzgado Instrucción número 5 de Valladolid, que su firma había sido falsificada en un contrato que habilitaba a Lino Rodríguez a cobrar una nómina.

Cambio de tornas

«A excepción de 17 personas que apoyaron a Rodríguez, el resto le pedimos explicaciones, algunos que dimitiera y otros le dijeron cosas más gordas. Éramos los mismos que el año pasado aún creíamos en él, pero habían cambiado las tornas», explicó Sacristán a este periódico.

El agricultor señaló que las cuentas y el informe del presidente fueron rechazados «por 38 votos frente a 17». También que el presidente se había negado a dar ninguna explicación satisfactoria sobre su posición en la causa abierta en los tribunales. «Tan sólo decía que le habían denunciado y hubo que de recordarle que está imputado, que una jueza no pide 400.000 euros de fianza por una simple denuncia». Sacristán señaló que se había extraído el compromiso a Rodríguez de una convocatoria de elecciones «para el próximo mes de enero». Sin embargo, Rodríguez no respalda esas elecciones. Sus próximo paso «será convocar una Junta Directiva en cuanto pasen los días festivos de Navidad y analizar lo ocurrido: que un puñado de personas han reventado la asamblea de un sindicato con 1.200 afiliados que no suelen venir porque confían en las decisiones que se toman».

Aunque descartó de plano que hubiera sanciones, el presidente de Asaja Valladolid cree probable que la asamblea deba repetirse. «Reventar este acto ha sido una maniobra calculada para que Cano, Redondo y quienes les apoyan no se vieran desarmados».

Los dos aludidos, a quien Rodríguez culpa de su caída en desgracia, no entraron en la asamblea –Cano fue expulsado del sindicato por no pagar las cuotas– pero aguardaron en la puerta.

Para Cano, cuya denuncia contra Lino desató la tempestad judicial que arrasa al sindicato, «lo ocurrido en esta asamblea revela que es necesario movilizar a los afiliados, para que Lino sea cesado».