Sociedad
Arroyo lidera el crecimiento de población en Castilla y León
Su padrón es el que más aumenta al incorporar a 929 vecinos /La ‘sangría’ afecta a dos de cada tres municipios de la Comunidad, que pierde 69 personas de media cada día
Vista del edificio sede del Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda-P. REQUEJO
A Arroyo de la Encomienda le funciona el torniquete contra la sangría poblacional, que afecta a dos de cada tres municipios de Castilla y León. Con 929 vecinos más, la localidad del alfoz vallisoletano es la que registró el mayor crecimiento el año pasado en términos absolutos en la Comunidad y se sitúa ya con 17.572 personas,, según los últimos datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero de 2014.
Encabezan el ranking otras ciudades dormitorio próximas a los grandes núcleos urbanos como Palazuelos de Eresma, muy cerca de la ciudad de Segovia, y otros municipios del cinturón vallisoletano, como Aldeamayor de San Martín, La Cistérniga, Zaratán, Renedo de Esgueva y Santovenia. A continuación se sitúan tres localidades cercanas a la capital salmantina:Carbajosa de la Sagrada, Castellanos de Moriscos y Villamayor. Lo mismo sucede en León, donde las localidades que más vecinos suman son Villaquilambre y Valverde de la Virgen, por su proximidad con la capital.
Mientras, las capitales de provincia son las que –al estar más pobladas– acusan las principales sangrías. Así, no es de extrañar que la ciudad de Valladolid encabece el escalafón de municipios con mayores pérdidas en su padrón, al despedir el año pasado a más de 2.880 personas. Le siguen Salamanca (1.486 empadronados menos), Burgos (1.321), León (1.050), Segovia (1.049)y Miranda de Ebro (924).
De los 2.248 municipios de Castilla y León, 490 aumentaron sus activos y otros 264 mantuvieron la cifra sin variación. El resto (1.494 localidades, el 66% del mapa autonómico) perdió población.
En total, 25.085 personas abandonaron esta Comunidad a lo largo de 2013, lo que supone una fuga media de 69 personas al día. Después de una década instalados por encima de los 2,5 millones de personas, el retroceso apea a Castilla y León de ese listón, al situarse con 2.494.790 empadronados.
La caída en la Comunidad fue del 1%, tres décimas más acusada que la de la media nacional, donde la población retrocedió hasta los 46,7 millones de ciudadanos, tras decir adiós a 359.000 personas.
Castilla y León es la cuarta autonomía española que, en términos relativos, acusó un mayor retroceso, sólo superada por la Comunidad Valenciana (que cae un 2,13%), Aragón (1,62%) y Castilla-La Mancha (1,07%).
Porcentualmente, el mayor crecimiento poblacional se registró en el pequeño municipio palentino de Nogal de las Huertas, que crece más de un 200% al pasar de 15 a 47 vecinos. También destaca el crecimiento de Villaespasa, en Burgos, que sube un 37% al sumar siete vecinos (de 19 a 26).
La otra cara de la moneda la dibujan localidades como la soriana de Quiñonería, que en términos relativos pierde un 47% de su padrón, al pasar de 15 a 8 vecinos. En Ávila, Santo Tomé de Zabarcos dijo adiós a otros 27 personas (un 27%) hasta los 72 vecinos y en Aliud, también en la provincia soriana, los cinco empadronados menos mermaron en un 21% su padrón, que se queda en 19 personas.
Por provincias
Por provincias, las nueve de Castilla y León recortaron su población. Las principales caídas se registraron en Zamora y Segovia (1,5% cada una), Burgos (1,2%) y Soria y Ávila (ambas con un 1,1% menos).
La que porcentualmente aguantó mejor el tipo fue la provincia de Valladolid (al perder un 0,6%), seguida de Palencia (0,8%), Salamanca (0,9%) y León (1% menos).