El nuevo detenido es un portugués residente en Valladolid y con antecedentes

En cuanto llegó el resultado del ADN la pasada semana, se activó el descarte del primer detenido y se abrió una nueva línea de investigación. La Policía, que había cotejado restos de violadores y agresores sexuales, abrió el abanico de comparaciones de ADN a otro tipo de delincuentes... Y saltó la coincidencia. El nuevo detenido es un portugués residente en Valladolid, con antecedentes pero no de delitos sexuales. Sin embargo, debido a un delito de otro tipo, su ADN quedó registrado.

Cuando el primer arrestado, que carece de antecedentes, pasó a disposición judicial, fuentes policiales indicaron que había indicios suficientes, aunque también insistieron que esperaban el ADN para apuntalar las pruebas. La más contundente fue la certeza total en el reconocimiento del detenido por parte de la víctima: lo hizo además en varias ocasiones. Otros elementos en su contra eran la coincidencia de la edad, 30 a 40 años, y la estatura.

Como ya apuntó este diario, el acento era uno de los aspectos que no tenía cien por cien coincidencia. Ella recordaba al agresor del parque con un acento ‘más cerrado’. Y existían otros elementos que no ayudaron a apuntalar la acusación. Ninguna cámara del entorno del parque de Las Villas recogió imágenes de utilidad. Tampoco aportó datos de relevancia el registro de su domicilio: ni la camiseta del Barça ni mucho menos prendas de la chica se hallaron en el piso. Y eso que el registro se hizo con ventaja para la Policía, ya que, desde que fue detenido, no tuvo ocasión de deshacerse de nada comprometido. Fuentes cercanas a la investigación añadieron otro dato que no casaba. La víctima le vio en la calle Torrecilla. Y se supone que él a ella. Y pese a ello él siguió haciendo vida normal durante media hora más, cambiando de zona de copas, andando, sin ánimo de huir.