La UPL y El Palomo de León

EL CÓNCLAVE de fin de semana organizado por el PSOE en León le ha salido redondo. A la UPL de Luis Mariano Santos. Como en la fábula de la zorra, los leonesistas sólo tienen que esperar a que el grajo socialista abra el pico para apañar el queso. Todo empezó con el desaire de Ferraz y sus secuaces de la federación leonesa despreciando al alcalde, José Antonio Diez, al que no le encontraron acomodo en ninguna de las 780 mesas de debate del sábado de preludio a la homilía de Pedro Sánchez. A Diez le viene de maravilla que lo victimicen y por eso salió pitando para Ayamonte, donde María La Portuguesa, Costa de la Luz, aguas de gamba blanca. Y por si no fuera suficiente leña al fuego leonesista, el candidato a la alcaldía de la Junta no tuvo mejor ocurrencia que hacerse el gracioso con la birregionalidad estatutaria en tierra de Alfonso IX. El viejo reino no admite juegos de tronos. Ni de palabras, por muy machadiano que se sienta el aspirante a la alcaldía. Meterte en un jardín y salir trasquilado por ir de listo. Así las cosas, el PSOE acaba de certificar los cuatro procuradores de la UPL en las urnas de marzo. Así celebraron los socialistas la puesta de largo del candidato Carlos Martínez con el impulso de un Sánchez, que aterrizó en León, soltó la homilía y salió corriendo a ver el clásico en el sofá de Moncloa, aderezado con el esperpento de Lamine, chaval que acabará como Neymar, pero a temprana edad. Con incendios y con Quiñones el PP de Mañueco se apuntará la victoria en votos en marzo, con un triple empate a procuradores. Mientras, la ministra Elma Saiz disfrutaba del anonimato que le proporciona ser una desconocida del gabinete en la noche leonesa, en el corazón del Barrio Húmedo. Un verdejo en la terraza de El Palomo, un mítico de la hostelería, con los escoltas de los nervios por lo angosto la calle Escalerilla, antes de ir a la cena con la pandilla a Casa Divi, otro templo gastronómico, en el que no despachan chistorras.