Diego Moreno, días contados

Diego Moreno
Tras un nuevo y esperpéntico ridículo, Diego Moreno (Cantinflas) ha puesto fin a su periplo de palanganero. Mejor dicho, han sido las urnas y los militantes de su partido los que le han brindado la lápida y su día. Se podía haber ahorrado semejante bochorno, pero más aprieta J. A. Diez y las ganas de seguir amarrado a los 103.000 euros de la Mesa de Cortes que la vergüenza. Decidió saltar al vacío con el paracaídas del regidor leonés, socialista sobrevenido a leonesista por la gracia de Ferraz, a la que han dejado de hacer gracia las arremetidas contra Sánchez y la dirección federal desde sus propias filas. A Moreno ahora sólo le queda pedir cita con Luis Mariano Santos a ver si le acepta la afiliación en UPL. Eso y pasarse al grupo de proscritos, o como se diga, de las Cortes de Castilla y Desconocemos. Tendrá que bajar de la Mesa de Cortes y sus billetes por instrucciones del nuevo secretario general, Carlos Martínez, que ha decidido hacer una transición en diferido y le ha pillado el debate de la comunidad con el grupo parlamentario, que en sí es el partido regional, sin trasegar. Veremos si Moreno acata o desacata. El aparato propone, pero él dispone. Veremos si hay ‘caso Moreno’ en el PSOE de Castilla y León. Con lo a gustito que se está en el órgano ese de las Cortes, al calor de la billetada y el arrullo de los BMWs oficiales para llevar y traer alcaldes amigos a cargo del erario público. Fuera hace más frío. Tampoco le ha salido demasiado bien el desafío a Diez, ha recibido un estacazo democrático en los morros de Moreno, pero también se ha debilitado, dejando pelo con la derrota en su agrupación. Esa es la próxima pantalla. Diez ha rebajado el tono contra su partido ante el temor real de que el de la guadaña que salió de Ferraz ande ya por Ataquines. Pero romperle el voto a una militante de 87 años en los morros, porque no votaba a su cachorrito, no es lo más edificante para aguantar una embestida disciplinaria. Esto se pone divertido. Días contados.