EL RUBICÓN
El roto
EN política, como en la vida, vale más caer en gracia que ser gracioso. Y algunos llevan años cayendo en gracia, lo de ser gracioso es harina de otro costal, para saltar de puesto en puesto y de coche oficial en coche oficial. Poco importa quién esté al mando, ellos se las ingenian para caerles en gracia y que les coloquen, eso sí con coche oficial. Y todo sin que hayan empatado con nadie. Al contrario, en su currículum político sólo hay varapalos, entiéndase electorales, pero este tipo de personajes de nombre Óscar y apellido López siempre caen de pie.
Que llega de ‘paraca’, a lomos de José Luis Rodríguez Zapatero, como gran salvador para el PSOE de Castilla y León y lo descalabra política y electoralmente el PP de Juan Vicente Herrera, no pasa nada. Te dejan un poquito por estas tierras para disimular y, mientras tanto, te buscan acomodo como senador por Cortes y todos tan felices. Luego él ya se las ingenia parar urdir un plan y cargarse al secretario general del PSOECyL elegido para colocar ‘a dedo’ al preferido entonces, de nombre Luis y de apellido Tudanca. El mismo que ahora va camino de probar de la medicina que le daban a Julio Villarrubia para colocarlo a él. Las cosas de la política. ‘Al suelo que vienen los nuestros’, que solía decir el ministro Pío Cabanillas.
Claro que personajes como el ínclito Óscar y de apellido López siempre son los que vienen y asientan en cargos. Oye, y los tienen de todos los tamaños y colores. De mandamás en el PSOE castellano y leonés a ministro de Transformación Digital y Función Pública, pasando por senador, presidente de Paradores y jefe de gabinete del presidente del Gobierno. Un Pedro Sánchez que ahora lo pone a los mandos del PSOE de Madrid. Una tarea, la de ‘paraca’, que el segoviano conoce a la perfección.
Cuestión distinta es el resultado. Y, para muestra, el ejemplo de Castilla y León. Aquí, vino, aterrizó, se subió a un mirador a 1.400 metros de altitud en Riaza para respirar el aire del ‘puro cambio’, se montó en un bicicleta, comenzó a pedalear hasta que los castellanos y leoneses le bajaron de los altos y le fastidiaron el cambio... de la bici, dándole a Herrera su mayoría absoluta más holgada. Atentos madrileños que el nuevo gran, por lo de la estatura, líder del PSOE puede sorprenderos con una presentación a su altura.
‘Siempre hay un roto para un descosido’, dice el refranero. Está por ver si Ferraz es capaz de zurcir el enorme descosido que tiene en el PSOE de Madrid. Lo que si tiene ya es al zurcidor. A su roto. Aunque para roto, señores de Ferraz, el que le va a hacer la que más manda en Madrid y en Génova a su nuevo mandamás entre las huestes socialistas. El descalabro de 2011 ante Juan Vicente Herrera va a ser una broma con el que le va a asestar Isabel Díaz Ayuso. Eso sí que va a ser un roto en todo regla. Al tiempo.