Primero Andalucía, luego el veranito
Andan desasosegados algunos, inquietos otros, dubitativos los más y alterados unos cuantos con eso de las candidaturas del PP para las ciudades de Castilla y León. Tranquilidad. Primero Andalucía. Luego el veranito con la playa. Y, de regreso, ya se masticará ese salchucho. Se avecina una renovación general y globalizada a la vista de los resultados cosechados en 2019 y los reiterados en muchas urbes el 13-F. Decidirá Mañueco, previa audiencia con los barones provinciales. Esta vez ya no va a ser el sorteo de hace tres años con uno escupiendo aceitunas y en función de dónde cayera el hueso se ponía el candidato o candidata. Ahora las cosas se harán con cabeza y al estilo clásico. Buscando ganadores y resultados, no inventándose amigos de los amigos de Qatar de madrugada. El Qatarí ya no pinta ni descuelga el móvil para alterar, camino de la presentación, el candidato de Segovia. Esos eran los tiempos de los hermanos Pinzones, Pablo y Teo, que eran unos marineros, con sus mamarrachadas al viento. Todo se andará. El asunto está en capilla ya bajo meditación. No hay prisas porque no hay claridad de candidatos, entre otras cosas. Pero, para los más inquietos, con Valladolid en el centro de todos los deseos, decidirá, como en el resto, Mañueco, previa consulta con los jefes provinciales. Ya es una pista para que algunos cojan pista. Los únicos seguros, Carlos Carbayo, alcalde en Salamanca, y Guzmán Gómez, regidor en Medina del Campo. El resto, regeneración generalizada. Calma, verano y playa. Llegará el otoño del patriarca con sus candidatos y candidatas. Que nadie se atosigue, Feijóo no meterá el hocico en asuntos territoriales. Como Zapatero con el Estatut, bendecirá lo que llegue de María de Molina, sede regional de los populares.