Sí, pero...
TRIBUNA
Decir que sí y a continuación decir pero, es igual a decir que no.
Pocos, muy pocos fueron los médicos, enfermeras, técnicos, auxiliares, celadores y administrativos los que dijeron pero a los cambios de turno, a trabajar en festivos como si fueran laborables, a hacer turnos de 12 horas o más, porque eran conscientes de la gravedad de la situación y de la necesidad de arrimar el hombro y dar lo mejor aún sabiendo que no sabían muy bien a qué se estaban enfrentando.
Miedo, temor, incertidumbre estaban presentes cada día al iniciar su larga y dura jornada. Todos los días cambios, novedades, nuevos protocolos, instrucciones que eran asumidas procurando adoptarlas de la mejor manera para intentar solucionar la gravedad de los síntomas que aquejaban a los pacientes, conscientes de las limitaciones impuestas por la estructura, de la inseguridad y desconfianza de las medidas de protección, de las dudas a que daban lugar las pruebas de detección llamados test rápidos , ya conocidos por todos y tantas y tantas improvisaciones motivadas por el desconocimiento.
Todo ello independientemente de la ideología que cada profesional sanitario tuviera. Los sanitarios y otros colectivos fueron un ejemplo para todos.
Cuando empezaba a parecer que la pandemia presionaba menos a nuestros servicios sanitarios, el también conocido por todos, así como deseado, aplanamiento de la curva , empezaron a vislumbrarse las diferencias entre grupos políticos, atreviéndose los más osados a decir lo que se tenía que haber hecho para evitar el elevadísimo número de personas fallecidas. Muchos periodistas que hasta ese momento no sabían lo que era la epidemiología empezaron a opinar como si de expertos en salud pública se tratara.
Escuchamos declaraciones impropias de los representantes de todos, que intentan hacer aflorar los peores y más bajos instintos de los ciudadanos. Y en éstas dio comienzo el espectáculo de los partidos políticos diciendo sí y a continuación el pero.
Sí al pacto para la reconstrucción , o como se llame, pero tiene que ser una comisión en el Congreso.
Sí a la comisión en la Comunidad Autónoma, pero primero tienes que criticar que tu partido haya pactado no sé qué con un partido vasco.
Sí a la comisión, pero primero hay que abrir los consultorios rurales.
En esta situación, adquiere más valor la decisión tomada en mayo por todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Valladolid, menos uno, de acordar juntos las medidas necesarias para hacer frente a las enormes consecuencias económicas derivadas de la pandemia.
No hubo ningún pero y todos los concejales menos uno fueron conscientes de la gravedad de la situación y de la necesidad de abordarla juntos aprovechando el conocimiento de todos.
Tengo dudas acerca de que otros responsables políticos sepan estar a la altura que nos han marcado los sanitarios, trabajadores de empresas de alimentación, transportes, policía, bomberos, trabajadores de servicios de limpieza y agricultores.
Han puesto el listón muy alto, ahí sólo podrán llegar los verdaderamente comprometidos con las personas, con todas las personas.
Sólo tiene que decir SÍ y nada más .