Diario de Valladolid

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EL JUEVES, la Cámara de Comercio de Soria celebraba su 120 aniversario y los invitados iban acercándose al Palacio de la Audiencia de la capital, donde se desarrolló la gala, bajo una intensa nevada. Los que llegaban por carretera a la ciudad vieron cómo se arruinaban sus cálculos horarios, entre ellos el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al que la nieve en la carretera de Valladolid, ya en la provincia de Soria, le dificultó el recorrido, lo que provocó un retraso en el inicio del acto, con el público que abarrotaba la sala, de una capacidad de casi 500 personas, totalmente comprensivo porque se trataba de esperar a la primera autoridad de la Comunidad. Mañueco cerraba el acto y al inicio de su intervención se disculpó por ese retraso provocado por la nieve. Inmediatamente se oyeron varias voces entre un público formado sobre todo por representantes del mundo empresarial, que aludían a la carretera. ¿Retraso por la nieve? «Y por la carretera» se oyó con claridad para que inmediatamente el auditorio se transformara en un clamor con un grito unánime que interrumpió el discurso presidencial durante varios segundos. «¡Autovía ya! ¡Autovía ya! ¡Autovía ya!...» Evidentemente, la cosa no iba con el presidente aunque sus palabras fueran las que provocaron la espontánea reivindicación, sino con los sucesivos gobiernos nacionales que han mantenido en el olvido a Soria, todavía hoy sin una comunicación acorde con los tiempos con Valladolid. El momento fue emocionante, porque se producía en una gala en la que se había venido reconociendo el esfuerzo de los sorianos por mantener empresas en pie –se homenajeó a casi una veintena de las centenarias y casi dos docenas de empresarios de larga trayectoria– y el desarrollo de Soria. El grito, por tanto, procedía de un público que sigue apostando por una provincia cargada de problemas, la despoblación, la carencia de infraestructuras, muchos de ellos asentados en un mundo rural al que las decisiones políticas contribuyen a complicarle el futuro. Emocionaba la espontaneidad y la demostración de unión para defender a Soria, a los sorianos, para evidenciar que siguen con vida y con capacidad de lucha, que continúan empeñados en que la provincia tenga futuro. Y no piden regalos, sino igualdad de oportunidades con el resto de España, que es lo que significa tener acabada una autovía que lleva 20 años en espera. Ese grito espontáneo emocionaba porque demuestra vida y ganas de vivir en la zona cero de la despoblación en España.

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