Consenso necesario para los grandes retos de Comunidad
son MUCHOS LOS retos a los que tiene que hacer frente Castilla y León en los próximos meses y años. Ahí están la financiación autonómica y, tras ella, la local, aquella que es vital para ayuntamientos y diputaciones con los que se reunía el presidente Alfonso Fernández Mañueco. Eso sin olvidar el problema de los problemas, aquel que tiene que ver con la despoblación. Estos dos son los más acuciantes, pero no los únicos.
Para todos ellos se necesita del trabajo y el esfuerzo de todos porque sólo así se conseguirá el consenso necesario que colocará en una situación más fuerte a la hora de negociar a Castilla y León. Precisamente, en su afán por solicitar ese esfuerzo conjunto y demandando olvidarse de «buscar qué hay de lo mío», el máximo responsable del Ejecutivo autonómico se dirigía a los alcaldes y presidente de Diputación para dejarles claro que era necesario el trabajo mutuo, ese esfuerzo de Comunidad, dejando a un lado ese pedir cada uno para sí, que desde luego no debe dejarse fuera pero que en estos asuntos de Comunidad se hace necesario aparcar.
Mañueco demanda a los máximo dirigentes locales altura de miras para impulsar un debate que sirva para dar un impulso a la Comunidad. En su alocución inicial, el presidente manifestaba tener una vocación municipalista y defiende el mundo local como parte esencial de esta tierra, al ser la primera trinchera de atención a las personas en lo público, la primera administración a la que se le reclama los servicios públicos.
Entre lo que se plantea como materias clave, la ordenación territorial es una de las consideraciones que la Junta va a implementar para paliar la despoblación. Y para ello se entiende la necesidad de adaptarse a la normativa nacional y crear un nuevo modelo que aumente la financiación de las entidades locales. El reto demográfico necesitará de un mapa de ordenación territorial y de servicios que delimite y fomente la creación de las mancomunidades de interés general, siguiendo el camino comenzado en Valladolid. Una vez desarrolladas las áreas funcionales estables, y hacerlo extensible a las áreas rurales, el siguiente paso serán las áreas estratégicas para la ordenación de la administración de servicios en las zonas más deprimidas.
Financiación, despoblación, ordenación territorial, mundo rural... marcan los hitos en el camino que deben realizar juntas las administraciones autonómica y local, comandadas por la primera. Y deben hacerlo desde el consenso, ese que es obligado y fundamental para que Castilla y León supere esos grandes retos y salga beneficiada.