Récord de renuncias a herencias por las secuelas de la crisis
MÁS DE 2.700 castellanos y leoneses renunciaron el año pasado a recibir sus herencias porque haberlo hecho les había salido más caro que desistir del legado económico de sus antepasados. Un estudio del Consejo General del Notariado constata que en 2018 la Comunidad alcanzó el mayor volumen de renuncias al menos de los últimos once años, que es desde que hay datos rigurosos.
Desde 2007 y con la única excepción de 2016, los desestimientos no han parado de crece. Como asegura
El decano del Colegio Notarial de Castilla y León, la dura crisis económica es lo que provoca que muchos herederos prefieran no recibir ese legado. Y el motivo es que quienes hicieron esos testamentos dejaron costosas deudas al fallecer.
El elevado volumen de las hipotecas y los impagos inmobiliarios generaron deudas importantes en momentos en los que se multiplicó el paro y el desplome de los ingresos en las familias.
La mayoría de las renuncias corresponden a herencias menores de 400.000 euros que están exentas del impuesto de sucesiones, por lo que los propios notarios no ven en el pago de este tributo cedido la causa de las renuncias.
Se trata todavía de una secuela de la crisis que, según los notarios, irá reduciéndose en los próximos años debido a los efectos de la recuperación. Lo cierto es que esta recuperación, que los analistas sitúan desde 2014, todavía deja a muchos contribuyentes sin la posibilidad de hacer frente a las deudas de sus familiares, bien sea hijos o conyuges.
No obstante, el hecho de que la crisis inmobiliaria castigara menos a Castilla y León que a las comunidades costeras, donde la burbuja fue más intensa, hace que esta Comunidad pueda recuperarse antes que otras de esta secuela de la recesión económica que implica el récord en la renuncia de herencia. Es un indicio de esta recuperación el hecho de que tres provincias, Valladolid, León y Ávila, con distinta intensidad, hayan empezado a remitir el número de desestimientos del legado testamentario.
Son y han sido los contribuyentes con rentas más modestas los que han renunciado a las herencias, como sostiene a raíz de su experiencia personal el representante regional de los notarios.
Sería bueno que desde todos los ámbitos se aprendiera la lección de lo que supuso la crisis y desde las administraciones se adoptaran las medidas necesarias para evitar los excesos en el endeudamiento. Los gobiernos deben ser modélicos en este ámbito en el que la crisis ha impedido incluso que miles de familias no pueda transmitir su legado por las enormes deudas acumuladas. Algunas secuelas de la crisis apuntan a remitir. Son buenas noticias que deben ir acompañadas del aprendizaje de lo que hizo mal en el pasado.